El pasado 10 de julio, una noticia alarmó a los apus de las comunidades achuar que viven en la provincia de Datem del Marañón, en la región Loreto: decenas de niños de la comunidad nativa Yankuntich estaban cayendo enfermos. La mayoría presentaba diarreas y dificultades para respirar, lo que hizo que cuatro bebés de menos de dos años tuvieran que ser internados en el hospital regional. El temor creció cuando dirigentes de comunidades vecinas del pueblo chapra reportaron que cuatro niños y un adulto habían muerto por síntomas similares. Durante más de un mes, se presumió que un brote de diarrea aguda fue la causa del problema, pero un informe del Ministerio de Salud (Minsa) revela ahora que cuatro virus respiratorios circulan en este territorio amazónico.
Entre el 16 y 21 de julio, un equipo de respuesta rápida del Minsa tomó 20 muestras de análisis a pacientes achuar en Yankuntich, donde cinco dieron positivo para el virus sincitial respiratorio, dos para covid-19 y otros dos para influenza AH1N1 y rinovirus. Mientras que en las comunidades chapra Inca Roca y Unanchay, dos mujeres dieron positivo a influenza AH1N1 y virus sincitial respiratorio tras analizar 65 muestras.
El virus sincitial respiratorio (VSR) es como un resfriado para los niños sanos, pero quienes se encuentran vulnerables pueden enfermar gravemente. Por una alerta epidemiológica de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), vigente desde el 6 de junio, se sabe que este virus está circulando en países vecinos como Brasil y Argentina, donde generó un aumento de hospitalizaciones de niños menores de 2 años en los últimos tres meses.
“Hasta los 6 meses de edad, la mayoría de niños puede haber presentado una infección respiratoria por este virus, pero el riesgo principal está en los niños desnutridos, prematuros o con alguna comorbilidad como parálisis cerebral o problemas cardiacos”, explica el doctor César Munayco, director del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC Perú).
Loreto es una de las regiones con más altas tasas de anemia y desnutrición infantil en el país. Según la Gerencia Regional de Salud de Loreto, para el primer trimestre de 2022, el 31,4% de niños menores de 5 años atendidos en los establecimientos de salud tenía anemia. Mientras que el 45% estaba en riesgo de desnutrición crónica.
En esta misma región, las infecciones respiratorias se han incrementado en los últimos tres años. En 2020, se registraron 59,134 casos y 76,143 en el 2021. En lo que va de este año, ya se han atendido a 86,436 menores de esas edades, lo que equivale a casi el 80% del total de casos reportados durante el 2022.
Sin agua potable
En la comunidad nativa Yankuntich, ubicada en la frontera con Ecuador, el equipo de respuesta rápida del Minsa tomó también tres muestras de agua de la quebrada del mismo nombre, de donde sus 700 habitantes beben y extraen el recurso para sus actividades cotidianas. Sin embargo, todas las muestras excedieron los parámetros máximos de presencia de bacterias coliformes totales y escherichia coli, dos de las causas más comunes de enfermedades diarreicas agudas.
En el resto de comunidades nativas no se hicieron análisis del agua. No se tomaron muestras a pesar de la petición del Gobierno Territorial Autónomo de la Nación Chapra. Su lideresa, Olivia Bisa, había solicitado al ministro de Salud, César Vásquez, que las autoridades sanitarias analizaran lo que ocurre en las comunidades chapras Inka Roca y Unanchay, donde también varios niños y adultos se habían enfermado con síntomas similares a los de las comunidades achuar.
El doctor César Munayco, director del CDC, indicó que no se tomaron muestras de agua en todas las comunidades porque se podían extrapolar las conclusiones, ya que la mayoría de poblaciones indígenas amazónicas no tiene acceso a servicios de agua y alcantarillado. Según datos del INEI, el 79.9% de viviendas de los centros poblados indígenas de la Amazonía no tiene acceso a agua potable y el 93% carece de servicio de desagüe.
Sin embargo, la lideresa Olivia Bisa señala que el informe del Minsa solo resolvió la causa de muerte de tres niños de comunidades achuar, pero no se ha despejado lo ocurrido con los otros cuatro niños del pueblo chapra.
Según el informe al que tuvo acceso Salud con lupa, las autopsias verbales de dos niños de las comunidades nativas Chayat y Unkum, pertenecientes al pueblo achuar, revelan que murieron por neumonía y que un tercero falleció por una hernia inguinoescrotal en la comunidad Yankuntich.
Para Bisa, la causa de muerte de los niños chapra de las comunidades Capirona, Soroya Viejo, Nuevo Amor e Inca Roca aún no ha sido establecida. Según el Ministerio de Salud, esa tarea ahora le corresponde a la Gerencia Regional de Salud de Loreto, a la que se ha recomendado también adoptar acciones urgentes para evitar que los casos de enfermedades diarreicas e infecciones respiratorias sigan en aumento.
En los últimos tres años, la cifra de niños menores de 5 años con infecciones diarreicas agudas en Loreto ha ido en aumento: pasó de 22 mil 956 casos en 2020 a 33 mil 408 en 2022. En lo que va de este año, ya son más de 23 mil niños afectados por diarreas agudas. Solo en el distrito de Morona, donde se ubica la comunidad Yankuntich, se atendieron 1,026 casos y 5 niños pequeños murieron por esa causa desde enero de este año.
En los distritos de Andoas, Cahuapanas y Lagunas de las provincias del Datem del Marañón y Alto Amazonas, murieron otros 7 niños por esta causa, de acuerdo al reporte oficial. En esta zona hay población de ocho etnias: awajún, shawi, kapanawa, kichwa, achuar, kandozi, chamicuro y kukama kukamiria.
Campaña de vacunación
Tras confirmar la co-circulación de cuatro virus respiratorios en comunidades indígenas amazónicas, el Ministerio de Salud reconoció que se requiere con urgencia replantear las estrategias de vacunación con un enfoque intercultural. Los datos recogidos este año demuestran que la tasa de cobertura de vacunación contra el virus de la influencia, para prevenir cuadros de infecciones respiratorias, no supera el 30% en Loreto y Ucayali.
Por otro lado, la tasa de vacunación contra la covid-19 con dos dosis en Loreto es menos del 10% en menores de 5 años, pero es aún más preocupante que la provincia del Datem del Marañón tenga la cifra más baja (2%) en este grupo etario, de acuerdo al Repositorio Único Nacional de Información en Salud.
Al comienzo de la pandemia, los distritos de la Amazonía peruana presentaron más retrasos que los de la sierra y la costa en la aplicación de las primeras dosis contra la covid-19. Para las siguientes dosis, la brecha creció en los distritos amazónicos con pueblos indígenas. Por ejemplo, hasta el segundo trimestre de 2022, los distritos Cahuapanas, Andoas, Manseriche y Morona, en Loreto, no llegaban al 50% de cobertura de la primera y la segunda dosis, como destaca el informe Lecciones de la vacunación contra la covid-19 en Perú que elaboró en colaboración Salud con lupa, Oxfam y Gobierna Consultores.
Estos resultados se explican por las limitaciones que tuvieron los gobiernos regionales para adaptar las campañas de vacunación acorde con las necesidades de las comunidades nativas y a través de mensajes culturalmente pertinentes en su lengua. Otra debilidad estuvo en la falta de coordinación con promotores de salud y líderes indígenas que sirvieran de enlace con la comunidad.
Como reconoce el propio Ministerio de Salud, muchas de las infecciones respiratorias detectadas en Yankuntich y el resto de comunidades nativas de la provincia de Datem del Marañón son totalmente prevenibles con la vacunación. Mientras que las enfermedades diarreicas pueden evitarse si las poblaciones indígenas tienen acceso a servicios de agua potable y saneamiento.
“Es ahora responsabilidad de la Gerencia Regional de Salud de Loreto y del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento evaluar alternativas para que la población de Yankuntich consuma agua potable”, apuntó el doctor Munayco.
Salud con lupa buscó comunicarse con funcionarios de la Geresa Loreto para conocer las medidas que adoptarán a partir del diagnóstico realizado en esta comunidad, pero hasta el cierre de este informe no brindaron declaraciones.