Han pasado más de dos décadas desde que los casos de esterilizaciones forzadas durante el gobierno de Alberto Fujimori se hicieran públicos, pero hasta ahora no se ha realizado ningún juicio contra los responsables.
Entre los años 1996 y 2000, se practicaron cerca de 300 mil ligaduras de trompas y vasectomías. Aunque aún se desconoce exactamente cuántas fueron sin consentimiento legítimo, en el Registro oficial de Víctimas de Esterilizaciones Forzadas (REVIESFO) del Ministerio de Justicia ya hay más de 8 mil denuncias.
Los manuales médicos de aplicación de esterilizaciones exigían un consentimiento informado, es decir, una autorización escrita firmada por las pacientes. Ellas, sin embargo, fueron amenazadas o engañadas para firmar. Hubo casos en que se hizo uso de la violencia para someterlas.
La fotógrafa Liz Tasa ha recopilado testimonios escritos y audiovisuales de mujeres esterilizadas de Cusco, como parte de su proyecto Kapar. El material data de 2018 y, para muchas, fue la primera vez que dejaban un registro de lo ocurrido.
Hoy Salud con Lupa publica estos testimonios en un acto de documentación de la memoria. No debemos olvidar que estas denuncias aún esperan una resolución.