Antes que nada, es importante recordar cómo uno se contagia del nuevo coronavirus. Desde el principio de la pandemia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha subrayado que el modo más común de transmisión es a través de minúsculas gotas que emitimos al momento de estornudar, toser, hablar, cantar o incluso respirar. Este tipo de contagio parece ser particularmente efectivo si pasamos un tiempo prolongado en lugares con poca ventilación, como gimnasios, vehículos, iglesias y oficinas.
Aunque la ciencia aún no termina de evaluar la evidencia en cuanto a la protección que brinda el uso de mascarillas o cubrebocas, usarlos de manera adecuada puede estar relacionado a qué tan lejos nuestras gotitas respiratorias viajan por el aire.
¿Vas a recibir un pedido de Amazon o te van a entregar la despensa de la semana? Cubre tu boca y nariz con una mascarilla de tela. Aun mejor: algunos servicios ofrecen hacer el pago por internet y que el repartidor deje los paquetes en la puerta de tu casa. Estas opciones minimizan el contacto directo entre personas.
También existe la posibilidad de que el virus entre a nuestro cuerpo si tocamos una superficie contaminada y después nos llevamos las manos a la nariz, los ojos o la boca. Infectarse de COVID-19 de esta manera, sin embargo, no parece ser la principal vía de propagación del virus, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).
Esas son buenas noticias. Pero no justifican relajar las medidas de precaución como el lavado profundo de manos o evitar tocarse la cara.
Muchos negocios en Lima, por ejemplo, han establecido un protocolo de seguridad al momento de entregar un paquete: colocan un pequeño banco en la puerta, ponen encima el encargo y lo rocían por completo de alcohol. Recién entonces el cliente puede recogerlo.
Pero pueden no tomar en cuenta dos factores que son esenciales cuando se habla de desinfección con un agente químico, dice Thalía García Téllez, inmunóloga y especialista en enfermedades infecciosa en París, Francia: la concentración a la que se usa una sustancia y el tiempo que dejas actuar dicha sustancia.
“Supongamos que tienes una solución de alcohol al 70% y la pones en una superficie en la que, supongamos, alguien estornudó. Y así como la pones, la limpias. No hiciste absolutamente nada”, dice García Téllez. “Si lo dejas 15 minutos, que es el tiempo recomendado para que el alcohol actúe, te aseguras que al menos 99% de esos potenciales virus ya habrán interactuado con el alcohol y por lo tanto habrán sido destruidos”.
De todas formas, tocar los paquetes aún cuando no haya pasado suficiente tiempo no necesariamente implica un riesgo porque el coronavirus no se transmite por la piel. Sólo asegúrate de lavarte bien las manos después.
Usar agua y jabón es lo más efectivo. El SARS-CoV-2 tiene una cubierta grasosa que se rompe y disuelve fácilmente al entrar en contacto con el jabón. La OMS y otras organizaciones científicas también recomiendan utilizar soluciones de alcohol (que ayuda a desnaturalizar las proteínas y la cubierta del virus) o cloro (cuyo mecanismo de acción todavía se desconoce) para desinfectar superficies. Pero es importante usarlas a las concentraciones adecuadas porque pueden irritar la piel y las mucosas. En el caso de alcohol, CDC recomienda concentraciones por arriba del 70%. Con el cloro, o hipoclorito de sodio, la concentración puede estar entre 5 y 6%. Pero es importante no mezclar desinfectantes.
En el caso de la comida a domicilio, puedes limpiar el empaque si así lo deseas. Y después de transferir el contenido a un plato, reciclar o tirar las bolsas, cajas y contenedores desechables. Usar guantes no siempre resulta adecuado porque pueden generar un falso sentido de confianza y seguridad. En general, la recomendación más básica es siempre lavarte las manos después de manipular cualquier objeto que entre a tu casa. Eso es esencial.
Si te preocupa contagiarte por recibir correo o paquetería, puedes tranquilizarte un poco. “El riesgo de contraer el virus que causa COVID-19 de un paquete que se ha movido, viajado y expuesto a diferentes condiciones y temperaturas” es bajo, dice la OMS. Sin embargo, sigue siendo importante minimizar el contacto con la persona que realice la entrega.
Por esa razón, no parece necesario desinfectar cartas o paquetes de cartón. Pero si aún te angustia la situación, lo que puedes hacer es escoger un rincón de tu casa y dejarlos ahí. Algunos estudios han demostrado que el nuevo coronavirus puede sobrevivir hasta 72 horas en plástico y menos de 24 horas en cartón. Después de un par de días, es probable que las partículas de virus hayan disminuido bastante.
Como siempre, sin embargo, limpia tus manos con alcohol o agua y jabón después de manipular lo que sea que hayas recibido.