Las medidas adoptadas por el Gobierno peruano para contener la propagación del coronavirus han impedido el normal inicio del año escolar. Para asegurar la continuidad de las clases, el Ministerio de Educación creó “Aprendo en Casa”, una estrategia de educación a distancia que brinda a los estudiantes de educación básica el contenido del currículo nacional a través de la televisión, la radio e Internet.
Sin embargo, las brechas tecnológicas en las zonas rurales han impedido que muchos alumnos accedan a los contenidos de esta estrategia. En esta entrevista, Natalia Gonzales, investigadora del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), analiza "Aprendo en casa", su eficacia y el desafío que representa para todo el país.
¿“Aprendo en Casa” es una estrategia adecuada para la educación a distancia mientras dure la emergencia sanitaria?
Ahora no es momento para evaluar la estrategia como una acción pedagógica técnica. Creo que lo más importante es que el Estado les está diciendo a los maestros y a los estudiantes que los está acompañando. Eso es algo que hay que valorar mucho, porque no tenemos recuerdo que el Estado peruano se haya preocupado por los ciudadanos en los últimos veinte años. “Aprendo en Casa” busca acompañar a la comunidad educativa en un momento difícil (...) El Ministerio de Educación había avanzado algunos pasos en la educación a distancia, y yo veo esta crisis como una oportunidad. En pocos días vemos que la idea de que la televisión sea un espacio educativo está siendo muy exitosa y con una audiencia altísima. Lo que se hace ahora servirá luego para hacer el diseño de nuevas políticas de educación a distancia.
¿Puede funcionar “Aprendo en Casa” considerando las condiciones preexistentes de nuestro sistema educativo?
Lo que hemos visto hasta hoy a través del canal del Estado son contenidos muy pertinentes que buscan que los estudiantes aprendan en el espacio social, fuera de la escuela, y esto podrá ser potenciado cuando todos regresemos a clases. Hay muchas cosas que podríamos pedir que sean mejores, por ejemplo, contenidos más específicos para comunidades campesinas, zonas rurales y pueblos indígenas, pero nadie esperaba que sucediera esto. El Ministerio de Educación se está preparando para atender a estos sectores. Por ahora, lo importante es que por el medio que se pueda, sea canal 7, la radio o una plataforma digital, la mayor cantidad de jóvenes, niños y niñas y sus maestros puedan recibir contenidos y tengan la posibilidad de ir aprendiendo cosas que no se aprenden en la escuela. “Aprendo en Casa” es una nueva forma de relación del Estado con sus ciudadanos.
¿Cuál consideras que es el rol que juegan los padres y madres de familia en esta estrategia educativa?
El rol de las familias en este momento deber ser tratar de sobrevivir. Los papás y mamás están cuidando a la familia. No le vas a pedir que hagan más que eso porque con la pandemia, la ausencia de ingresos, la precariedad laboral ya tienen bastante y no podemos darles una carga más de las que ya tienen. Lo que si hay que hacer es informar que esto está sucediendo para que ellos les digan a sus hijos que prendan el televisor o la radio, y que sepan que hay un horario establecido: la mañana es para inicial y primaria, y la tarde para secundaria. Hemos visto a muchos papás y mamás acompañando a sus hijos e hijas mirando los programas. Esto está fomentando conversaciones familiares sobre los contenidos que se están dando y es bueno.
Una preocupación que hemos recogido es que hay brechas que complican el acceso de muchos alumnos y alumnas, sobre todo en las zonas rurales...
La brecha digital en educación existe pero no es la única. Esta pandemia nos está mostrando todas las brechas y ha puesto frente a nuestros ojos la tremenda desigualdad que existe en el Perú, el acceso de unos pocos a muchos recursos y de la mayoría a ningún recurso. Ahora es momento de tomar conciencia que este es un gran problema de todos nosotros. Es hora de pensar un futuro con mucho menos desigualdad y en el que se garantice el acceso de las personas a la mayor cantidad de recursos que provee el Estado y la sociedad en general.
¿Qué medidas se podrían plantear para que “Aprendo en Casa” llegué mejor a las zonas rurales?
Los gobiernos regionales deben sumarse a esta iniciativa del Ministerio de Educación y pensar en las zonas rurales donde el Internet es de muy difícil acceso. Tenemos la televisión y sobre todo la radio, que es un medio muy potente. Entonces, los gobiernos regionales deberían convocar a las emisoras locales para que retransmitan los contenidos de “Aprendo en Casa”. En el caso de las municipalidades sería clave que se pongan en contacto con la Dirección Regional de Educación para aprovechar las formas de comunicación en las comunidades, como los altos parlantes o los momentos en que se transmiten mensajes dentro del distrito para retransmitirlos a los estudiantes. El otro asunto es ver cómo se implementa la distribución de los alimentos del programa de desayuno escolar Qali Warma, columna vertebral para garantizar la calidad de la vida de los niños y niñas. Se ha anunciado que es posible que se distribuya en las zonas peri urbanas y rurales y los gobiernos regionales pueden ayudar a que estos alimentos lleguen a los niños y niñas.
¿Hay quienes consideran que el 2020 es un año que ya se perdió?
No lo creo. Es importante que las familias tengan claro que no estamos perdiendo el año escolar. Cuando retomemos el trabajo en las escuelas, veremos cómo agregamos más días al año escolar o cómo alargamos la jornada escolar. Esos caminos se están analizando en el Ministerio de Educación y hay que quitarle esa angustia a las familias y decirles que se está trabajando para recuperar el tiempo perdido. Insisto que en este momento la principal tarea de las familias peruanas es acatar las medidas de aislamiento social porque así están protegiendo a nuestros niños, niñas y jóvenes, y a sus maestros. Todo esto es una forma de garantizar que todos estén sanos cuando se inicien las clases en el aula.
Esta entrevista fue originalmente publicada en Noticias SER y la republicamos con su autorización.
