La suspensión de las clases por la pandemia ha generado que al menos 40 millones de niños en todo el mundo se queden sin educación preescolar, una etapa de formación esencial, alerta la directora ejecutiva del Fondo para la Infancia de Naciones Unidas (Unicef), Henrietta Fore, en el informe "Cuidado infantil en una crisis global: el impacto de la COVID-19 en la vida laboral y familiar".
En este análisis, Fore indica que la cuarentena ha hecho que muchos padres se esfuercen por equilibrar el cuidado infantil y el empleo remunerado en sus casas, lo que ha desencadenado una carga desproporcionada sobre todo para las mujeres, que dedican tres veces más tiempo al cuidado de sus hijos y a las tareas domésticas con respecto a los hombres.
A nivel global, solo aproximadamente la mitad de los niños se encuentran matriculados en preescolar, y en el caso de los países de bajos ingresos, la cifra es de solo 21%. Si bien los ministerios de educación trabajan para ampliar el acceso al aprendizaje mediante una variedad de métodos, se necesita garantizar que en estos esfuerzos se incluya la educación de la primera infancia.
"A medida que la pandemia continúe desarrollándose, los niños pequeños se verán en una posición especialmente vulnerable. Por eso, además de la educación de la primera infancia, necesitamos garantizar también esfuerzos para promover un desarrollo completo en esta etapa", recomienda Unicef.
Los primeros cinco años de vida de un niño o una niña representan un período clave para brindarles cuidados en nutrición, salud, estimulación y oportunidades de aprendizaje que necesitarán para convertirse en adultos saludables, productivos y seguros de sí mismos.
Con información de Agencia EFE.