Una cepa altamente patógena del virus A (H5N1) está causando la más grave epidemia de gripe aviar entre las aves desde que se identificó por primera vez en China, en 1996. Esta enfermedad no solía llegar a los mamíferos, pero en el último brote que empezó en 2021 ha afectado a zorros, visones, osos, delfines y otras especies. En los Estados Unidos, se han sacrificado 58 millones de aves y se han detectado infecciones en mamíferos de nueve estados diferentes. Mientras que en Perú, al menos 55.000 aves silvestres y 634 lobos marinos han sido encontrados muertos en las últimas dos semanas debido a la gripe aviar.
“Lo ocurrido en Perú es el primer caso en toda América Latina de mortalidad masiva de mamíferos”, dice Víctor Gamarra-Toledo, ornitólogo e investigador peruano que ha escrito un artículo para la revista Science sobre los brotes en aves silvestres y una preimpresión sobre el reporte de los lobos marinos afectados.
La pandemia de la covid-19 nos ha enseñado a todos lo rápido que se puede propagar un virus, y la gripe aviar no es una excepción. “La cepa actual ya ha afectado a un área geográfica más amplia y a más especies que cualquier otra gripe aviar en las últimas dos décadas”, dice Michelle Wille , investigadora de gripe aviar de la Universidad de Sydney en Australia. Aunque todavía es demasiado pronto para que los expertos digan exactamente por qué ocurre esto, las características únicas de este brote (y lo que sabemos sobre la gripe aviar como categoría de virus) pueden acercarnos un poco más a la comprensión de lo que podría suceder a continuación.
La gripe aviar no está adaptada para infectar a las personas, lo que hace que los casos humanos sean raros y que la transmisión de persona a persona sea aún más difícil. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hubo 868 casos globales de H5N1 en humanos entre enero de 2003 y noviembre de 2022, 457 de los cuales fueron fatales. Pero “cuanto más se propaga el virus A (H5N1) entre los animales, más probable es que evolucione a una variante que pueda pasar a los humanos”, explica Sylvie Briand, directora de Preparación para Riesgos Infecciosos Globales y Preparación para Emergencias de la OMS.
Por eso, el 8 de febrero, Tedros Adhanom Ghebreyesus , director general de la OMS, instó a las autoridades sanitarias a mantenerse alerta, pero sin entrar en pánico, sobre el riesgo potencial del virus para los humanos. “El reciente contagio a los mamíferos debe ser monitoreado de cerca, pero por el momento, la OMS evalúa el riesgo para los humanos como bajo”.
La emergencia sanitaria en Perú
El 5 de febrero, el Servicio Nacional de Sanidad Agraria del Perú (Senasa) reportó que se halló el virus de la influenza aviar del tipo A (H5N1) en tres lobos marinos y un delfín en Piura, en la costa norte del Perú. Y hasta el 8 de febrero, el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) había informado que 634 lobos marinos murieron también debido a esta enfermedad.
El virus ya había sido identificado en noviembre de 2022 en aves silvestres y, luego, en aves de corral. Este es un subtipo de la influenza aviar categorizada dentro del grupo de los virus altamente patogénicos, es decir, causa una enfermedad grave y tiene una alta letalidad.
En Perú, tres entidades están encargadas del monitoreo y vigilancia de los casos en animales: Senasa, Sernanp y Serfor. El primero da seguimiento a los reportes en aves de corral. El segundo, de las especies afectadas dentro de las áreas naturales protegidas. Mientras que el tercero se encarga de todas las especies silvestres fuera de esos entornos.
Los brotes de gripe aviar están asociados al sublinaje 2.3.4.4b (una mutación del virus inicial asociado con una ligera reducción en la mortalidad y una mayor capacidad de contagio). En nuestro país, el virus se ha identificado en 20 especies de animales: 17 pertenecen al grupo de las aves (pelícanos, piqueros, guanay, gaviotas, cormoranes, pingüinos de Humboldt, ostrero, águilas, zarcillos, garcillas blancas, flamencos, fregata y playeritos, entre otros) y tres al de los mamíferos (lobos marinos, delfines y un león).
Un panorama similar se reporta en Colombia, Venezuela, México, Panamá, Honduras, Ecuador y Chile, donde se han reportado casos en aves de corral y silvestres. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha calificado a la alta cantidad de brotes en la región como “una situación nunca registrada”.
Se propaga rápido y a más áreas geográficas
Incluso entre las aves, el virus de la influenza aviar del tipo A(H5N1) actual también parece ser más infeccioso que los brotes anteriores. La mayoría de las aves silvestres son generalmente menos susceptibles a la infección que las aves domésticas, porque las diferencias celulares más dramáticas entre las diversas especies de aves en la naturaleza dificultan que el virus sea igualmente efectivo en todas.
Sin embargo, los brotes recientes se han extendido a especies de aves más inusuales, incluidas aquellas que pueden ser responsables de llevar el virus a nuevas áreas, explica Frank Wong, experto en gripe aviar de la Organización de Investigación Científica e Industrial de la Commonwealth de Australia. Las aves silvestres son un vector de enfermedades casi imposible de rastrear, ya que se mueven antes de que los investigadores puedan contar formalmente a las infectadas.
Hasta la fecha, la Organización Mundial de Sanidad Ambiental (OMSA) registra que el brote actual llegó a los mamíferos en diciembre de 2022, cuando se reportó un contagio en zorros y nutrias en Reino Unido. Luego, en enero pasado, se detectó el virus en visones, un mamífero de la familia de los hurones y nutrias, en España. Este último hecho ha generado una mayor preocupación para los científicos porque se trata del primer caso de transmisión comunitaria, es decir, de mamífero a mamífero.
Hay dos formas en que los virus pueden saltar entre especies, dice Wong. Es probable, por ejemplo, que los mamíferos mencionados en los informes recientes adquirieran el virus de los cadáveres de aves infectadas. Los cuerpos de pájaros muertos a causa de la gripe aviar tienen una alta carga viral. Si un zorro intentara comer estas aves, podría afectar su sistema inmunológico por el virus. Eso podría ser fatal para el zorro, pero no necesariamente podría transmitir el virus a otro zorro.
Un segundo tipo de salto del virus sería más preocupante. Por ahora, la gripe aviar rara vez afecta a las personas. Pero los virus pueden mutar rápidamente. Diferentes cepas pueden tomar secuencias genéticas entre sí, lo que podría ayudarlas a sobrevivir o propagarse. Si una nueva variante pudiera infectar mejor a los mamíferos, incluidos los humanos, podría propagarse entre ellos.
Eso sería una preocupación y bien podría ser el comienzo de otra pandemia. Pero aún no hay evidencia concluyente de que este salto haya ocurrido.
La amenaza para la salud humana
Durante el tiempo que ha existido el virus de la gripe aviar, ha habido casos de infección en humanos, de los cuales más del 50% han sido fatales. Pero los casos generales han sido bastante raros. Samantha Lycett, investigadora de la Universidad de Edimburgo que estudia cómo evoluciona y se propaga la enfermedad, explica que esto se debe principalmente a la forma en que los virus de la gripe se unen a las células durante el proceso de infección.
“Los receptores que explotan en el exterior de las células se ven un poco diferentes en cada clase de vertebrado, y los virus tienden a tener favoritos, evolucionando para adherirse a las células de ciertas criaturas con mayor eficacia que otras. Para H5N1, el objetivo son las aves”, apunta.
Aún así, “el hecho de que tenga una preferencia de unión al receptor aviar no significa que no pueda unirse en absoluto a las células humanas. Simplemente no lo hace muy bien”, añade Lycett.
En 2022 hubo un pequeño número de personas que dieron positivo a gripe aviar, incluido un hombre en Inglaterra que tenía 20 patos en su casa y una persona en los Estados Unidos que participó en el sacrificio de aves de corral que se creía que tenían el virus . Por eso, la vigilancia es crucial. Como hemos visto con el SARS-CoV-2, los virus pueden evolucionar para eludir los obstáculos biológicos.
Cuán preparados estamos para una nueva pandemia
Hasta el momento, el Estado peruano a través de varias instituciones de vigilancia sanitaria animal y humana, está trabajando en el monitoreo, manejo y diagnóstico de casos de gripe aviar. Sin embargo, aún queda pendiente sumar esfuerzos para que el país realice la vigilancia genómica de este virus.
El virólogo peruano Juan More Bayona señala que el Laboratorio de Patología Aviar de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos es el de mayor experiencia en esta labor. “Las autoridades deberían trabajar de la mano e invertir más en este conocimiento generado. Solo así podremos identificar tempranamente las mutaciones de importancia de este brote”, apunta. Para mejorar la respuesta a las epidemias, More recuerda la importancia del enfoque “una salud”, que reconoce que hay un vínculo entre la salud animal, humana y ambiental.
Además de la vigilancia, los expertos en salud pública señalan que el mundo necesitará vacunas, tratamientos y equipo de protección personal para evitar la propagación de la gripe aviar en las personas. Se sabe que están disponibles los antivirales para el virus de la influenza estacional, el más utilizado es el conocido por su nombre comercial Tamiflu, pero no está claro si funcionarán contra las cepas H5N1 circulantes.
En Estados Unidos, la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó una vacuna para H5N1 para personas de 18 a 64 años que tienen un mayor riesgo de exposición. La vacuna se puede adaptar, pero se necesitaría una rápida producción farmacéutica.
Por lo pronto, los esfuerzos necesitan centrarse en contener la propagación de la gripe aviar entre más especies y aumentar nuestra vigilancia genómica de esta enfermedad.
