El inusual brote de viruela del mono que hasta la fecha se ha reportado en unos doce países ha desatado comentarios que usan un lenguaje e imágenes que refuerzan estereotipos racistas y homofóbicos hacia los africanos y las personas de la población LGBTI, alertó en un comunicado el Programa Conjunto de la ONU contra el VIH/sida (ONUSIDA).
"Las lecciones aprendidas de la epidemia del sida muestran que el estigma hacia determinados colectivos pueden perjudicar la respuesta sanitaria", dijo el director ejecutivo de ONUSIDA, Matthew Kavanagh.
ONUSIDA recordó que, pese a que varios de los 92 casos del actual brote en doce países se han detectado en personas LGBTI, el riesgo de contagio no se limita a esa población, sino a toda persona que haya tenido contacto físico cercano con quienes que se hayan contagiado de la enfermedad. Su transmisión se produce a través del contacto con heridas, fluidos corporales, gotículas y material contaminado, y su periodo de incubación suele ser de seis a trece días, aunque puede llegar hasta las tres semanas.
Un "clima de miedo" - advirtió la organización- puede llevar a mucha gente a no acudir a los servicios de salud, dificultando los esfuerzos por rastrear nuevos casos.
La viruela del mono, endémica en África occidental y central, es menos peligrosa que la viruela convencional, erradicada a nivel global hace 40 años, y suele manifestarse con una fuerte fiebre que deriva rápidamente en erupciones cutáneas, especialmente en la cara.
Un brote inusual
El actual brote de la viruela del mono es el primero que se produce en varios lugares al mismo tiempo y en que los contagiados no están vinculados con viajes a África han reconocido este lunes expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). "Se han dado casos en los últimos cinco años en personas que procedían de África, pero es la primera vez que los registramos en distintos países a la vez", señaló la experta en viruela de la OMS Rosamund Lewis en una sesión de preguntas y respuestas sobre la enfermedad, emitida en redes sociales.
"Estamos trabajando de cerca con diversos países para analizar por qué este virus está viajando ahora con mayor frecuencia", subrayó Lewis, quien también consideró anómalo el alto número de casos registrados en áreas urbanas para una enfermedad que habitualmente se da en entornos rurales.
El experto Andy Seale, del departamento de enfermedades de transmisión sexual de la OMS, añadió que esta viruela del mono no es una de ellas, "ni tampoco una enfermedad ligada a la población homosexual", como algunos han afirmado en las redes sociales, porque cualquiera puede contraerla por contacto. "Es una enfermedad que se contagia por contacto cercano, no necesariamente sexual", insistió el experto.
La jefa de la unidad técnica anticovid de la OMS, Maria Van Kerkhove, añadió que es probable que con el mayor rastreo de casos éstos aumenten en los próximos días, pero aseguró que la situación se puede contener y recordó que la mayoría de los pacientes no muestran síntomas graves.
Ante la posibilidad de que el virus sea una variación del habitualmente detectado en África, Lewis afirmó que se trata de un virus de gran tamaño que en general "es estable y no tiende a tener mutaciones".
Los expertos recordaron que la vacuna contra la viruela convencional, una enfermedad de mayor gravedad y que durante siglos causó gran mortandad en el planeta, probó ser eficaz en un 85 % contra la viruela del mono. Sin embargo, la mayoría de las generaciones más jóvenes no están vacunadas contra la viruela, que se consideró erradicada a nivel global hace ya cuatro décadas, por lo que se detuvieron sus campañas de inmunización.