En la primera línea de batalla, el personal médico chino sufrió al menos 3.300 bajas, entre contagiados y fallecidos durante la crisis por COVID-19 en China, que no hizo ninguna distinción en torno a edad o condición. Una enfermera de apenas 27 años, un doctor y una doctora de 29 y el oftalmólogo Li Wenliang, de 34, que fue censurado por avisar a sus colegas, integran la lista de muertos, que incluye al director del Hospital Wuchang de Wuhan, Liu Zhiming, de 51 años.
En el caso del personal médico, se cree que la principal razón de muerte no es la edad, sino la sobre exposición al virus, mientras que el número de contagios demuestra que en la primera línea, el riesgo de contraer la enfermedad pese a los cuidados, aumenta. Otros factores adversos fueron la sobrecarga de trabajo, el desconocimiento de un virus nuevo y la escasez de suministros como máscaras, trajes y equipo de protección durante las primeras semanas del brote.
Doctores y enfermeras optaron por pañales para adultos porque no había tiempo de ir al baño, pues esto implicaba un protocolo especial que restaba tiempo a sus labores.
Cuando China logró aplanar la curva de contagios hasta no reportar ningún caso nuevo local, la población se puso de pie para rendir homenaje a sus héroes y heroínas de esta batalla. El Gobierno anunció que el personal médico de todo el país recibirá aumentos salariales y los caídos en la lucha serán reconocidos oficialmente como mártires.
Desde entonces, varios hospitales designados para tratar pacientes de COVID-19 han cerrado, pero el personal médico no ha terminado funciones. Entre muchas otras labores, se han dedicado a recopilar la experiencia china en la primera línea para incrementar la información científica, ya que algo queda claro: este no es el último virus que enfrentamos. Quizás por eso, diversos equipos siguen elaborando guías médicas de prevención y control de COVID-19 orientadas al personal médico. Aquí incluyo el link de la mayor fuente de datos que pertenece a la Comisión Nacional de Salud (solo en chino).
Entre las muchas iniciativas que recogen la experiencia china destaca el manual informativo para médicos extranjeros que ha sido financiado por Jack Ma en colaboración con la Facultad de Medicina de la Universidad de Zhejiang (FAHZHU). El objetivo –según el documento- es compartir con la comunidad médica internacional los aprendizajes y las mejores prácticas en la lucha contra el coronavirus. La guía, que pronto estará traducida al español, ha sido elaborada a partir de la experiencia de doctores y enfermeras de FAHZHU en un hospital que admitió a 104 pacientes confirmados, incluidos 78 pacientes críticos, sin una sola muerte, diagnóstico erróneo o infección del personal médico.
Estas son las primeras recomendaciones para el personal médico, que señala la fuente china, cuando empiezan a aumentar los casos de contagio en un país:
- Elaborar el plan de emergencia, funciones y procedimientos del trabajo.
- Organizar la capacitación del personal sobre conocimientos y técnicas.
- Diseñar estrategias de seguridad para el personal. Las instituciones deben estandarizar el trabajo de desinfección, aislamiento y protección. Mantener y reservar los suministros de protección (productos desinfectantes, máscaras quirúrgicas y médicas, indumentaria de aislamiento impermeable, gafas, protectores faciales y guantes de látex).
- Prestar atención a la salud del personal. Turnos rotativos para evitar exceso de trabajo, dieta nutritiva para mejorar la inmunidad y control activo de la temperatura corporal.
- Fortalecer la gestión de residuos médicos en un nivel muy alto.
- Gestionar las unidades y zonas claves como: Unidad de Fiebre, Unidad de Emergencia, Zona para pacientes sospechosos, Zona para pacientes diagnosticados.
- Purificar continuamente el ambiente y ventilar salas y habitaciones.
- Utilizar el equipo de protección a través de un protocolo que empieza y termina con el lavado correcto de manos.
Finalmente, incluyo la plataforma del programa Global MediXchange para Combatir COVID-19 (GMCC), que tiene como objetivo proporcionar a los equipos médicos de primera línea los canales de comunicación necesarios para compartir experiencias prácticas e información sobre la lucha contra la pandemia.
Patricia Castro Obando es doctora en Antropologia China y periodista residente en Beijing. Entre 2001 y 2004 fue corresponsal de El Comercio (Perú) durante las guerras de EE.UU. en Afganistan e Iraq. Hasta el 2012, fue corresponsal en China para el mismo diario. También trabajó en la cadena china CGTN entre 2003 y 2005. Salud con lupa reproduce este columna con autorización expresa de la autora.