Latinoamérica en
Cuidados Intensivos

En la etapa más crítica de la pandemia, la capacidad de las unidades de cuidados intensivos va llegando a su límite en la región. Para salvarle la vida a los pacientes graves con COVID-19, se necesita incrementar el número de ventiladores mecánicos y, sobre todo, cubrir el déficit de médicos y enfermeras intensivistas. Las únicas beneficiarias de la crisis son las corporaciones de dispositivos médicos que elevaron el precio de sus respiradores de 15 mil a 70 mil dólares.

27 de abril de 2020

A medida que la curva de la pandemia de coronavirus avanza hacia su pico más alto en Latinoamérica, hay una necesidad sin precedentes de ventiladores mecánicos- equipos que proporcionan oxígeno a los que no pueden respirar por sí mismos- y de personal de salud entrenado para reanimar a los pacientes que llegan a las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).

En Perú, Ecuador, Colombia, Chile, Argentina y México se han tomado medidas de emergencia para aumentar las camas UCI y reforzar al personal de salud en la primera línea de acción. Sin embargo, el factor tiempo juega en contra de la vida de millones de personas: las compras de equipos están retrasadas por la alta demanda internacional, mientras que el déficit de médicos, enfermeros y técnicos intensivistas no se puede cubrir con personal sin previo entrenamiento.

“La pandemia encontró sistemas de salud que ya funcionaban al borde de la crisis”, dice Jesús Valverde, presidente de la Sociedad Peruana de Medicina Intensiva. Por cada 100 mil habitantes un país debe tener por lo menos 10 camas UCI. Lo mínimo aceptable son 6 camas, dice el doctor Valverde, pero varios países de la región estuvieron siempre fuera del rango mínimo. (Ver cuadro adjunto)

País ▲ Nro. camas UCI Nro. camas UCI por 100 mil habitantes Nro. de ventiladores mecánicos ▲
Antes ▲ Al 31/05/2020 ▲ Antes ▲ Al 31/05/2020 ▲
Según la Sociedad Peruana de Medicina Intensiva, por cada 100 mil habitantes deberíamos tener por lo menos 10 camas UCI. Lo mínimo aceptable son 6 camas UCI, pero varios países de la región estuvieron siempre fuera del rango mínimo.

En medio de la emergencia sanitaria global, las corporaciones de dispositivos médicos son las grandes beneficiadas: el precio de los respiradores se elevó de 15 mil a 70 mil dólares por unidad en los últimos tres meses. Esta industria ha triplicado su producción y varias empresas se han aliado para ampliar su capacidad y líneas de negocios. Incluso, las compañías automotrices General Motors y Ford, están fabricando respiradores artificiales para pacientes COVID-19.

¿Quiénes llegan a UCI?

La mayoría de pacientes con COVID-19 que llega a cuidados intensivos tiene enfermedades crónicas previas: diabetes, hipertensión, obesidad, insuficiencia renal crónica y asma. Según su estado, necesitarán ser conectados a un respirador mecánico y monitores, con catéteres y dispositivos, bajo sedación o aislamiento.

Su estancia en cuidados intensivos puede durar entre 27 y 30 días. No pueden ver a sus familiares en todo ese tiempo.

Actualmente, se vive mucha tensión y un esfuerzo sobrehumano en estas áreas. Por cada seis pacientes en UCI debe haber 1 médico, 3 enfermeras y 2 técnicos intensivistas, conforme a las normas vigentes. Sin embargo, las autoridades están aumentando el número de camas con respiradores sin incrementar el personal de salud.

“Es demasiado el sobreesfuerzo físico y psicológico. Todos los días nos damos ánimos de distintas formas para seguir adelante”, dice un médico del hospital Edgardo Rebagliati de Lima.

Personal de UCI de un hospital de Lima se ayuda a vestirse y se toma de las manos para darse ánimo antes y después de una guardia.
Signos vitales Este monitor es básico y reporta la estabilización del paciente. Puede disparar alertas electrónicas, sonoras o visuales. Cama Es eléctrica y con especificaciones técnicas que facilitan y aseguran el manejo del paciente. La cama debe, por ejemplo, tener la opción de posición automática para reanimación cardiopulmonar y tener barandas laterales. Bombas de infusión Inyectan fluidos, medicinas o nutrientes en el sistema circulatorio del paciente. Monitores Hay monitores de respiración artificial, de presión arterial o para insuficiencia renal. Cada uno registra el comportamiento segundo a segundo. Los equipos Los cubículos están protegidos por cristales para que médicos y enfermeros mantengan contacto visual con los pacientes. En condiciones ideales, cada habitación debe estar dotada de un sistema que filtra el aire para evitar que enfermedades de transmisión volátil escapen del cubículo y contagien a otros.
Signos vitales Este monitor es básico y reporta la estabilización del paciente. Puede disparar alertas electrónicas, sonoras o visuales. Cama Es eléctrica y con especificaciones técnicas que facilitan y aseguran el manejo del paciente. La cama debe, por ejemplo, tener la opción de posición automática para reanimación cardiopulmonar y tener barandas laterales. Bombas de infusión Inyectan fluidos, medicinas o nutrientes en el sistema circulatorio del paciente. Monitores Hay monitores de respiración artificial, de presión arterial o para insuficiencia renal. Cada uno registra el comportamiento segundo a segundo. Los equipos Los cubículos están protegidos por cristales para que médicos y enfermeros mantengan contacto visual con los pacientes. En condiciones ideales, cada habitación debe estar dotada de un sistema que filtra el aire para evitar que enfermedades de transmisión volátil escapen del cubículo y contagien a otros.

¿Quién necesita un respirador mecánico?

El virus SARS-CoV-2 que causa COVID-19 destruye las células pulmonares. Por eso, los síntomas más comunes de esta enfermedad son tos seca, fiebre, neumonía o síndrome de distrés respiratorio. Esta última patología se produce cuando el virus daña un gran porcentaje de los alvéolos de una persona–bolsas diminutas de aire donde se produce el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono entre los pulmones y el torrente sanguíneo– y provoca una inflamación que impide que la respiración natural sea suficiente para mantener la vida. Ahí es cuando se hace necesaria la ventilación mecánica, es decir, un respirador artificial.

Existen varios tipos de respiradores, pero se pueden distinguir en dos grupos según la ventilación que realizan: invasiva (requiere intubación endotraqueal) o no invasiva (no requiere intubación). Los respiradores de cuidados intensivos usados para los pacientes con COVID-19 realizan una ventilación mecánica invasiva.

Ventilación invasiva Contiene el sistema de presión del aire y controles que dosifican el ritmo según lo requiera el paciente. Ventilación no invasiva Respirador Mascarilla sobre la boca y nariz, no hay intubación. Aire expulsado El paciente exhala dióxido de carbono que debe ser evacuado. Tubo insertado En las vías respiratorias. Aire enriquecido Oxígeno puro fluye hacia el paciente. Humidificador Regula el aire según la temperatura corporal y lo humedece.
Ventilación invasiva Contiene el sistema de presión del aire y controles que dosifican el ritmo según lo requiera el paciente. Ventilación no invasiva Respirador Mascarilla sobre la boca y nariz, no hay intubación. Aire expulsado El paciente exhala dióxido de carbono que debe ser evacuado. Tubo insertado En las vías respiratorias. Aire enriquecido Oxígeno puro fluye hacia el paciente. Humidificador Regula el aire según la temperatura corporal y lo humedece.

Los principales fabricantes de respiradores mecánicos

Empresa Sede Ingresos anuales CEO
Becton, Dickinson and Company Estados Unidos US$ 17.29 mil millones Vincent A. Forlenza
Koninklijke Philips N.V. Holanda US$ 19.61 mil millones Frans van Houten
Hamilton Medical AG Suiza --- Robert Hamilton
Fisher & Paykel Healthcare, Limited Nueva Zelanda US$ 1.19 mil millones Lewis Gradon
Draegerwerk AG CO. KGaA Alemania US$ 3.01 mil millones Stefan Dräger
Medtronic PLC Irlanda US$ 30.8 mill millones Omar Ishrak
GE Healthcare Estados Unidos US$ 19.78 mil millones Kieran Murphy
Smiths Group PLC Reino Unidos US$ 3.09 mil millones Andrew Reynolds Smith
ResMed Inc. Estados Unidos US$ 2.6 mil millones Michael "Mick" Farrell
Maquet Holding B.V. & Co. KG Alemania US$ 2.95 mil millones Mattias Perjos

En marzo pasado, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó una norma que facilita las condiciones a los fabricantes de dispositivos médicos y hasta de automóviles para aumentar la disponibilidad de ventiladores y accesorios durante la pandemia de COVID‑19. Solo entre el 25 de marzo y 24 de abril, la FDA autorizó a unas 25 empresas la fabricación de respiradores artificiales con varias adaptaciones de insumos.

¿Cómo se protegen los que trabajan en UCI?

Protectores para el rostro Bata impermeable - Mascarillas N95 y FFP2, que filtran polvos y partículas virulentas presentes en el aire. - Gafa protectoras con sello hermético. - Protector facial completo. - Gorro quirúrgico desechable. Es un mandil quirúrgico hecho de polipropileno, sin costuras o con costuras internas, y con elásticos en la cintura, así como en los remates de muñecas y tobillos. Botas impermeables y cubrecalzado Son zapatos ligeros, antideslizantes, elásticos e higiénicos. Además se emplean polainas o cubrecalzados, que son bolsas desechables de alta protección con refuerzos en costuras, diseñadas específicamente para salas de cirugía. Guantesdesechables Son hechos de látex. Para algunos procedimientos deben ser quirúrgicos o esterilizados, es decir, que deben tener un revestimiento adicional contra bacterias.
Protectores para el rostro Bata impermeable - Mascarillas N95 y FFP2, que filtran polvos y partículas virulentas presentes en el aire. - Gafa protectoras con sello hermético. - Protector facial completo. - Gorro quirúrgico desechable. Es un mandil quirúrgico hecho de polipropileno, sin costuras o con costuras internas, y con elásticos en la cintura, así como en los remates de muñecas y tobillos. Botas impermeables y cubrecalzado Son zapatos ligeros, antideslizantes, elásticos e higiénicos. Además se emplean polainas o cubrecalzados, que son bolsas desechables de alta protección con refuerzos en costuras, diseñadas específicamente para salas de cirugía. Guantes desechables Son hechos de látex. Para algunos procedimientos deben ser quirúrgicos o esterilizados, es decir, que deben tener un revestimiento adicional contra bacterias.
Unos 20 a 25 minutos toma ponerse toda la indumentaria de protección. Muchos usan cinta adhesiva para fijar correctamente los protectores faciales. También se colocan doble guante.
Ante la falta de equipos de protección, enfermeras y técnicos en Perú reemplazan los mandiles descartables por bolsas plásticas.

Después de una guardia, el personal de salud deposita su indumentaria en un contenedor de residuos clínicos (menos las gafas) para limpiarlos con lejía.

El equipo de protección genera que el personal transpire y necesite hidratarse. Pero varios optan por no beber mucha agua para evitar ir al baño y no tener que volver a colocarse todo el equipo.

¿Cuántos pacientes en UCI sobreviven?

Los primeros reportes sobre la sobrevivencia de pacientes con COVID‑19 conectados a respiradores mecánicos eran desoladores. En China, la tasa de mortalidad de quienes usaban estos aparatos al comienzo de la crisis fue cercana al 100%. Otro informe inicial estimó en 81% la mortalidad entre pacientes ventilados en los hospitales de Wuhan, la ciudad donde se originó el nuevo coronavirus.

Sin embargo, estudios más recientes en pacientes internados después de febrero tienen resultados más alentadores. Una investigación publicada a fines de marzo por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades del Gobierno chino concluyó que la tasa de mortalidad de los ingresados ​​en UCI se ubicó entre 49% y 61,5%.

Los reportes dan cuenta de que la supervivencia de los pacientes ventilados es variable y que "el tiempo de estancia en la UCI no es sinónimo de mayor o menor supervivencia de una persona", dice Jesús Valverde, presidente de la Sociedad Peruana de Medicina Intensiva.

La escasez de personal capacitado, equipos de protección personal y ventiladores influye ahora en la decisión de los hospitales de establecer un umbral sobre los pacientes que deben recibir ventilación y los que no. Esto tiene efectos en la tasa de mortalidad.


Créditos:
Texto: Fabiola Torres / Ilustraciones: Kipu Visual / Desarrollo: Jason Martínez.

Más en Noticias

Más en Salud con lupa