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La fase de los sueños es mágica; esto es lo que saben los expertos

Soñar, memorizar, resolver problemas: durante la fase más activa del sueño ocurren muchas cosas.

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Ilustración: Ana Galvañ/The New York Times

Cualquier monitor de sueño te mostrará que el sueño ligero está lejos de ser un proceso pasivo y ninguna etapa del sueño lo demuestra mejor que la del movimiento ocular rápido o MOR, a la que por lo general se le llama fase de los sueños.

“También se le llama sueño paradójico o sueño activo, porque la fase MOR es muy parecida a estar despierto”, afirmó Rajkumar Dasgupta, especialista en medicina del sueño y neumología de la Facultad de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California.

Antes de la década de 1950, cuando los científicos descubrieron la fase MOR, no estaba claro que en el cerebro ocurriera gran cosa por la noche; sin embargo, los investigadores actuales entienden el sueño como un proceso muy activo compuesto por distintos tipos de descanso, incluida la fase MOR, que en cierta manera no parece descanso en absoluto.

Mientras que el cuerpo suele permanecer “apagado” durante la fase MOR, el cerebro está bastante “encendido”, ya que está generando sueños vívidos y sintetizando recuerdos y conocimientos. Los científicos siguen trabajando para desentrañar cómo funciona exactamente este extraño estado de consciencia.

“Es justo decir que aún hay mucho por aprender sobre el sueño MOR”, afirmó Dasgupta, pero por lo que saben los investigadores, la fase MOR es fundamental para nuestra salud emocional y nuestra función cerebral, e incluso quizás para nuestra longevidad.

¿Qué lugar ocupa el sueño MOR en el ciclo del sueño?

A lo largo de la noche, “entramos y salimos de este patrón rítmico y sinfónico de las distintas fases del sueño: no-MOR 1, 2, 3 y MOR”, señaló Rebecca Robbins, profesora de Medicina de la Facultad de Medicina de Harvard y científica adjunta del departamento de trastornos circadianos y del sueño del Brigham and Women’s Hospital.

Al dormitar, entras en la primera fase de sueño no-MOR. Dura menos de 10 minutos y se considera un sueño ligero. La respiración y el ritmo cardiaco se ralentizan y los músculos se relajan al entrar en la segunda fase del sueño no-MOR, en la que la temperatura corporal baja y las ondas cerebrales se ralentizan. A continuación, entras en la tercera fase, conocida como sueño profundo, en la que el cuerpo repara huesos y músculos, fortalece el sistema inmunitario, libera hormonas y recupera tu energía.

Después empieza la fase MOR, en la que aumentan el ritmo cardiaco, la respiración y la actividad cerebral. Las regiones cerebrales que procesan las emociones y la información sensorial (del mundo de los sueños) se encienden. Mientras tanto, el cerebro paraliza los músculos de los brazos y las piernas, lo cual impide que el paciente actúe sus sueños, explicó Dasgupta.

Lo ideal es pasar por las cuatro fases en ciclos de 90 a 110 minutos que se repiten de cuatro a seis veces en una noche habitual. Después del último ciclo MOR, despiertas descansado y alerta, dijo Indira Gurubhagavatula, especialista en sueño de Penn Medicine y profesora adjunta de Medicina en el Centro Médico VA de Filadelfia.

¿Cuáles son los beneficios de la fase MOR?

Si alguna vez te has ido a dormir enojado por algo y te has despertado mucho menos molesto, es probable que se deba al procesamiento emocional y la reconsolidación de la memoria que tienen lugar durante la fase MOR. Está demostrado que el cerebro separa los recuerdos de su carga emocional y elimina los “bordes afilados y dolorosos” de las dificultades de la vida, señaló Matthew Walker, profesor de Neurociencia y Psicología, y fundador y director del Centro para la Ciencia del Sueño Humano de la Universidad de California en Berkeley. La fase MOR es “una especie de terapia nocturna”, afirmó Walker.

La fase MOR también nos hace mejores a la hora de aprender. Durante esta fase del sueño, el cerebro refuerza las conexiones neuronales formadas por las experiencias del día anterior y las integra en las redes existentes, explicó Robbins.

Walker añadió: “Tomamos esos fragmentos nuevos de información y empezamos a confrontarlos con nuestro catálogo de información almacenada. Es casi una especie de alquimia informativa”.

Por supuesto, después está la fase de los sueños: la mayoría de nuestros sueños vívidos tienen lugar durante la fase MOR. Algunos expertos sospechan que los sueños son un mero subproducto de la fase MOR, la manifestación mental del trabajo neurológico, pero otros creen que pueden ayudar a las personas a procesar experiencias dolorosas, aseveró Walker.

Y aunque la mayoría de los procesos físicos, como la reparación de los tejidos óseos y musculares, ocurren durante las fases de sueño no-MOR, algunos cambios hormonales se producen mientras una persona está en la fase MOR, explicó Walker, como la liberación de testosterona (que alcanza su punto máximo al inicio del primer ciclo MOR).

¿Qué sucede si no se tiene suficiente sueño de la fase MOR?

La genética y otros factores pueden influir en la cantidad de sueño que se necesita, pero la mayoría de los adultos deberían aspirar a dormir entre siete y nueve horas cada noche, lo que incluye unas dos horas de sueño MOR, dijo Gurubhagavatula.

En general, necesitas menos sueño a medida que envejeces, incluido un poco menos de sueño MOR; sin embargo, un déficit importante de sueño MOR, independientemente de la edad, puede privarte de sus beneficios psicológicos, comentó Dasgupta. Es posible que tengas más dificultades para aprender, procesar experiencias emocionales o resolver problemas.

El sueño MOR desregulado también está relacionado con problemas cognitivos y de salud mental, como la lentitud de pensamiento y la depresión, según Ana Krieger, directora médica del Centro de Medicina del Sueño de Weill Cornell Medicine. La falta de fase MOR, la fragmentación de la misma y el trastorno del comportamiento del sueño MOR (en el que no se produce la parálisis muscular y las personas actúan sus sueños, a menudo dando patadas o puñetazos) se asocian a problemas neurológicos, desde olvidos leves hasta demencia y enfermedad de Parkinson.

Un estudio realizado en 2020 con más de 4000 adultos de mediana edad y mayores reveló que cada 5 por ciento menos de sueño MOR se relacionaba con un 13 por ciento más de riesgo de morir por cualquier causa en las dos décadas siguientes. La falta de sueño en general se asocia con la muerte, pero la investigación sugiere que no entrar en la fase MOR lo suficiente “es el factor más importante de todas las etapas”, dijo Walker.

Walker y otros expertos no están seguros de qué pensar de esta relación entre el sueño MOR y la mortalidad. “No creo que comprendamos el sueño MOR lo suficiente como para decir en definitiva qué mecanismos están en juego”, afirmó. O, como dijo Gurubhagavatula, si la falta de sueño MOR es la causa real de la muerte.

¿Cómo saber si presentas esta carencia?

Según Gurubhagavatula, es difícil distinguir entre los síntomas de falta de sueño MOR y los de privación general de sueño. Si no has dormido, quizá te haga falta sueño MOR.

No obstante, ciertos comportamientos pueden comprometer el sueño MOR en específico. “Acostarte tarde y usar un despertador para levantarte puede ponerte en riesgo de privación crónica del sueño MOR”, señaló Gurubhagavatula. Esto se debe a que los periodos MOR más largos suelen producirse al final de la noche.

Los antidepresivos también pueden reducir el sueño MOR o desencadenar un trastorno del comportamiento del sueño MOR. Además, según Dasgupta, determinadas afecciones, como la narcolepsia, la apnea obstructiva del sueño y la depresión, pueden aumentar el riesgo de anomalías del MOR. Si padeces alguna de estas afecciones y sientes que te falta sueño, consulta a un especialista del sueño. Por ejemplo, en el caso de la apnea del sueño, “en cuanto iniciamos la terapia, la gente suele recuperar el sueño MOR”, explicó Dasgupta.

¿Es posible priorizar la fase MOR?

Aunque investigaciones recientes sugieren que la gente puede tener un poco más de sueño MOR en el invierno, que puedas elegir una etapa específica del sueño y mejorarla es un mito moderno. “Las personas quieren manipular el sueño y pasar más tiempo en esta etapa en particular, pero el cuerpo no funciona así”, dijo Krieger. La arquitectura natural del sueño no es algo que se pueda manipular, pero sí proteger.

“La manera de conseguir un sueño MOR saludable consiste en concentrarse en dormir bien en general y dejar que el cerebro haga el resto”, comentó Gurubhagavatula.

Levantarte y acostarte a la misma hora todos los días ayuda al cerebro y al cuerpo a saber cuándo deben descansar, lo que hace que el sueño sea más eficiente, explicó Robbins. Otros comportamientos que ayudan a regular tu reloj biológico incluyen tener un horario de comidas constante y no comer demasiado tarde, hacer ejercicio con regularidad, recibir un poco de luz solar por la mañana y evitar la luz azul por la noche.

Asegúrate de seguir otras buenas prácticas de higiene del sueño, como evitar el alcohol y estimulantes como la cafeína y la nicotina (sobre todo a última hora del día) y mantener un entorno de sueño oscuro, tranquilo y fresco, señaló Gurubhagavatula. Y no pases por alto la importancia de una rutina de relajación que te ayude a pasar de la acción a una noche de descanso y recuperación, incluido ese tiempo extrañamente ajetreado que tu cerebro pasa en la fase MOR.

c.2023 The New York Times Company

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