Entrevistas

Ganemos tiempo hasta poder controlar COVID-19 como enfermedad estacional

El epidemiólogo peruano y miembro del equipo de respuesta de Unicef para COVID-19 explica el panorama de la pandemia y los escenarios que se pueden esperar para ganarle la batalla.

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Teleconferencia con el epidemiólogo Hugo Rázuri en la sede de Unicef, en Lima.

Hasta hace unas semanas, se conocía poco sobre el nuevo coronavirus que brotó en China, pero el panorama hoy es mucho más claro, sobre todo en tres aspectos que indican la peligrosidad de un virus: la forma de transmisión, la mortalidad y la capacidad de contención y necesidad de atenuar sus efectos. Al respecto, conversamos con el epidemiólogo Hugo Rázuri, miembro del equipo de respuesta del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en una teleconferencia realizada en el local de Unicef-Perú. 

Hugo Rázuri está ahora en Nueva York con este equipo global para dar respuesta al coronavirus. Estudió Medicina en la Universidad Cayetano Heredia y tiene una maestría en Salud Pública de la Uniformed Services University de Estados Unidos en Maryland. Es parte del área de salud de Unicef y ha enfocado su carrera en la investigación de enfermedades prevalentes en el Perú. 

¿Tenemos ahora suficiente información para conocer el comportamiento del nuevo coronavirus que brotó en China?

Sabemos que es un virus que en cuanto a su naturaleza de enfermar a las personas está ocasionando algunas neumonías severas, principalmente, en los adultos mayores. El porcentaje de contagiados con edades de 60 años a más tiene una tasa más alta de mortalidad. Esto es lo que hemos visto en China. 

Lo otro que vimos es que los hombres son más afectados que las mujeres, pero todavía no sabemos si esto tiene relación con alguna conducta que tienen los hombres y no las mujeres. Se está investigando más.

Los otros parámetros que forman parte de la definición de la enfermedad es su forma y capacidad de transmisión. Ahora hay varios estudios que han estimado que se transmite fácilmente. No es de las enfermedades que se transmite más rápido y fácil como el sarampión, pero es más rápida su transmisión que la de la gripe común. La transmisión tiene que ver también con las acciones de las personas en cada país para colaborar con el control de la enfermedad.

"La principal herramienta de control es el seguimiento estricto de casos de contagiados, su identificación y aislamiento".

Por eso, varios países ya están en emergencia sanitaria...

En una situación normal, cada año nos enfermamos de gripe y si no tomamos precauciones, seguimos asistiendo al trabajo, le damos la mano a la gente, agarramos las cerraduras de la puerta,  transmitimos la enfermedad a dos o tres personas. Pero ya que este coronavirus es más contagioso, las medidas para reducir las posibilidades de contagio deben ser mayores para hacer más lenta su propagación. Esto ha sucedido en China y Corea del Sur.

Sabemos ahora que esta enfermedad puede contenerse. A diferencia de la influenza que ocurre cada año y es difícil contenerla, cerrarla en ciertos grupos, identificar los casos y seguirlos, en el caso del COVID-19 todavía tenemos la esperanza de que en ciertos grupos pueda contenerse. Por eso el llamado de la OMS a los países a tomar medidas de contención y mitigación para hacer más lenta la propagación del virus y poder manejarlo. Necesitamos demorar la propagación del coronavirus hasta que podamos controlarlo como una enfermedad estacional.

El aislamiento de los infectados y la distancia social son claves...

Todos los países tienen que seguir aplicando las medidas de contención necesarias, que tienen que ser balanceadas según la idiosincrasia de la población y que no deben en ningún caso vulnerar los derechos humanos. 

¿Cuándo una persona con COVID-19 comienza a contagiar a otras? 

Lo que se ha visto con este coronavirus y lo que hace que sea un poco más difícil de controlar es que las personas comienzan a excretar el virus en sus secreciones (nasales, oculares, salivares) en una etapa muy temprana de la enfermedad. Incluso, en algunos pacientes, hay algunos datos específicos que indican que pueden excretar el virus antes de que comiencen a tener los síntomas. Esto es muy diferente a lo que pasó en la epidemia del coronavirus SARS en 2003. En el SARS los pacientes empezaban a contagiar el virus en el quinto o sexto día de la enfermedad. 

¿Un problema son las personas contagiadas sin síntomas?

Hay mucha preocupación sobre que este nuevo coronavirus es transmitido por muchas personas que ni siquiera sabemos que tienen la enfermedad. Pero sabemos que la mayor cantidad de contagios ocurre a través de gente que está enferma y tiene los síntomas, que está tosiendo, estornudando, que se toca la cara y toca superficies que luego van a ser tocadas por otras personas. Por eso, la principal herramienta de control es el seguimiento estricto de casos de contagiados, su identificación y aislamiento para que no puedan contagiar a otras personas. 

¿Tiene alguna influencia el clima en el comportamiento de la enfermedad?

No se sabe si el COVID-19 va a ser afectado por el clima. Si esto va a tener más impacto cuando llegue el calor o el frío. Este dato todavía no tiene una base científica (...) Otros virus que provocan infecciones respiratorias se comportan de distinta manera en el invierno y en el verano, pero hay que recordar que esto sucede en países donde los climas son más extremos y depende de las  características del virus, de qué tanto baja la inmunidad de una persona porque está respirando aire muy frío o de cómo se comportan las personas en lugares en las épocas frías. Tiene mucho que ver que en estos lugares cuando hace frío la gente está en su casa, las reuniones de personas en lugares pequeños aumentan y por tanto las posibilidades de contagio.

¿Cómo se cura una persona con COVID-19?

La mayor parte de la información basada en evidencia que tenemos viene de unos estudios que se hicieron sobre los casos en China. El 80% de personas que fueron diagnosticadas por un examen de laboratorio de coronavirus presentaron una enfermedad leve. ¿Qué significa una enfermedad leve? Una gripe, un resfrío, algo que te provoca fiebre y te tumba en la cama dos o tres días. Significa también que las personas empezaron a tener síntomas como dificultades para respirar. Ese 80% no necesitó que le pongan oxígeno ni una terapia endovenosa en el hospital ni un monitoreo estricto. Fue a su casa con indicaciones de mantener reposo, de tomar muchos líquidos, de alimentarse correctamente y de bajar la fiebre cuando sea necesario y con algunas medicinas para problemas específicos (...) Entonces, la mayoría de pacientes va a hacer una enfermedad leve o moderada que va a poder manejar en su casa como ha podido manejar otras gripes. 

"Podríamos tener una vacuna en un año y medio a dos años".

¿Qué pasa con el 20% restante?

El otro 20% está dividido entre un grupo de enfermos que tuvo que quedarse en el hospital por alguna característica, pero que no necesitó de ventilación mecánica o de terapia intensiva. Hay otro 5% que sí lo hizo. El tratamiento para una neumonía viral en general es un tratamiento de mantenimiento. Lo que se hace es mantener la función respiratoria del cuerpo hasta que el paciente pueda oxigenar su sangre por sí mismo y eso incluye la necesidad de colocarle oxígeno o un tratamiento de ventilación mecánica. En algunos países están probando tratamientos que tienen alguna evidencia de haber funcionado en laboratorio, en una pipeta, en un ensayo de laboratorio y son tratamientos que se usan como antivirales para otras enfermedades. La OMS hasta ahora no recomienda ningún tratamiento como una terapia oficial, pero es conocido por todos que muchos países están probando tratamientos. 

¿Cuántos estudios hay?

Hay ensayos clínicos randomizados o estudios clínicos que prueban la efectividad de una medicina para saber si sirve de algo usarla. En esos estudios también se prueba si son inocuos, cuántos efectos tienen, si curan o no curan. Hay más de cincuenta estudios que se están haciendo con diferentes drogas, algunos con una promesa un poco más sólida que otros. Nos toca esperar algunas semanas, algunos meses para saber si funcionan o no. 

La enfermedad se ha controlado en China en casi tres meses ¿Será esa la evolución para el resto de países con personas contagiadas?

En este país ya se ha controlado la enfermedad debido a las intensas medidas de bloqueo poblacional que se han aplicado. En la ciudad de Wuhan, donde se originó el brote, se ha disminuido el contagio con el aislamiento estricto de las personas contagiadas. Eso es lo que todos los países deberían lograr, tener una disciplina epidemiológica que logre identificar todos los casos importados y bloquearlos. La pandemia termina cuando el virus se comporta igual que una gripe estacional. Nosotros debemos aprender de eso. Tenemos que ver lo que ha hecho China para detener la enfermedad y ver cómo retoma sus actividades, cómo retoma su relación con los otros países.

El Ministerio de Salud del Perú lanzó una campaña de vacunación contra el neumococo que busca llegar a un millón de adultos mayores, la población más vulnerable frente al nuevo coronavirus. ¿Es una medida que pueda protegerlos del COVID-19?

La vacuna del neumococo siempre ayuda. Tanto el virus de influenza como el de la bacteria que causa neumonía son enfermedades que causan año a año muchas muertes, particularmente, en niños y en adultos mayores. Estas vacunas son armas que tenemos desde hace muchos años y que estamos usando para disminuir la enfermedad en estos grupos. Hay un efecto coadyuvante entre la vacuna de la influenza y del neumococo. La combinación de ambas estrategias salva muchas vidas. Pero sobre el efecto particular de la vacuna de influenza o neumococo sobre el Covid-19, todavía no tenemos información determinante de que estas vacunas tengan relación con la mejora del pronóstico. 

¿Cuánto tiempo podría tomar que se desarrolle una vacuna contra el COVID-19?

Necesitamos demorar la progresión de contagios de la enfermedad a escala global para tener un escenario ideal de fabricación de una vacuna (...) Las proyecciones más optimistas dicen que podríamos tener una vacuna en un año y medio a dos años. Todo depende de los resultados de las pruebas que se hagan. Está el tema también de la fabricación y distribución de la vacuna para que pueda distribuirse y las personas tengan acceso en niveles óptimos. 

¿Una persona contagiada y que se recupera puede contagiarse de nuevo?

No se tiene información al respecto. Esos estudios son un poco más complejos y toman mucho más tiempo. Es presumible que como otras enfermedades virales el cuerpo desarrolle inmunidad. Hay algunos reportes de pacientes que continúan teniendo el virus por un periodo largo. Todavía está en investigación si este tipo de pacientes se han contagiado de nuevo o se mantienen con el virus por varios días más. Estos son casos anecdóticos. El conocimiento relacionado con enfermedades anteriores nos dice que si el virus no varía, la persona es relativamente inmune. 

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