En todo hospital, la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) es el área donde ingresan los enfermos de mayor gravedad y que requieren una vigilancia y una atención continua y específica. Ahora estas salas están muy tensionadas, con su capacidad habitual multiplicada hasta por cuatro y con profesionales exhaustos ante una pandemia que no cesa. Durante unos minutos, el doctor Jesús Valverde, médico intensivista del hospital Dos de Mayo en Lima y presidente de la Sociedad Peruana de Medicina Intensiva, detiene sus actividades para conversar por teléfono con Salud con lupa. De fondo, se escuchan las voces del personal de salud que resuelve contra el tiempo las emergencias por COVID-19.
El doctor Valverde tiene 20 años de experiencia como experto en cuidados intensivos. Estudió en la Universidad de Ica e hizo un postgrado en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Hasta antes de la crisis por la pandemia desatada por el nuevo coronavirus, su más grande reto sanitario fue el incendio del emporio comercial de Mesa Redonda, donde murieron más de cuatrocientas personas. Era entonces un médico residente y el desastre que le tocó enfrentar fue una prueba de fuego para responder de manera rápida y eficaz en situaciones complicadas.
Se ha dicho ahora que el éxito o fracaso de un país frente a la tasa de mortalidad por COVID-19 se decidirá en la disponibilidad de especialistas en las unidades de cuidados intensivos con ventiladores pulmonares mecánicos, esos equipos altamente necesarios cuando un paciente en estado crítico pierde la capacidad de respirar por sus propios medios. El doctor Jesús Valverde hace un diagnóstico de las asfixiadas UCI en el Perú.
¿Cómo encontró la pandemia las Unidades de Cuidados Intensivos en el Perú?
Mal, como toda la salud pública del país. No tenemos la suficiente cantidad de camas en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), no tenemos equipos médicos y faltan profesionales altamente calificados. Algunas UCI tienen más de 30 años y sus equipos han sido renovados pocas veces.
¿Cuántos médicos intensivistas tenemos?
Somos 700 médicos intensivistas registrados, y alrededor de 2.000 enfermeras especializadas para esta área registradas (...) Actualmente tenemos 106 Unidades de Cuidados Intensivos en el país. Se ha elevado el número de salas de cuidados intensivos, pero en el sector privado. En el sector público (Ministerio de Salud y EsSalud) no hubo un incremento importante en los últimos años. Solo hay dos hospitales nuevos: el de Villa El Salvador y el de Ate - Vitarte, en Lima. En las regiones, las carencias son mayores porque no hay profesionales especializados, médicos y enfermeros intensivistas.
¿Esa cifra de médicos intensivistas y de salas de cuidados intensivos incluye a todos los sectores?
Sí. Al Ministerio de Salud, EsSalud, las fuerzas armadas, la sanidad policial y las clínicas privadas. Esa es la estadística que tenemos en la actualidad.
¿Cuál es es el déficit?
Necesitamos ser el doble. Es decir, requerimos otros 700 médicos en cuidados intensivos. De igual modo, necesitamos duplicar el número de enfermeras preparadas para UCI (...) En forma paralela a la emergencia por COVID-19, tenemos que atender a otros pacientes con enfermedades que los llevan a cuidados intensivos. Entonces, necesitamos reforzar el número de profesionales preparados para manejar los casos en UCI.
Se ha reportado también la falta de camas y ventiladores mecánicos para atender a los pacientes con COVID-19...
Contamos con alrededor de 820 camas de cuidados intensivos y tenemos 900 ventiladores mecánicos para todo el país. Esas son las estadísticas que manejamos ahora, pero también hay que tener en cuenta de que el porcentaje de ocupación de camas en UCI es bien alto. El 90% de las camas está ocupado. La pandemia de COVID-19 nos encontró con las camas UCI ocupadas. Entonces, solo disponemos de un 10% para estos pacientes.
La estadía de un paciente en cuidados intensivos es de 7 a 15 días. ¿Es igual con los pacientes que tienen COVID-19?
Este paciente es muy especial porque tiene una dependencia del ventilador mecánico y en promedio puede estar de tres a cuatro semanas en cuidados intensivos. Es un período bastante largo. Te ocupa un ventilador durante todo ese tiempo.
¿Se ha calculado cuántas camas en cuidados intensivos se necesitan ahora?
El doble de las que tenemos. Ahora tenemos 2 camas UCI por cada 100 mil habitantes. Lo ideal es tener 10 camas UCI por cada 100 mil habitantes. Estados Unidos tiene 35 camas UCI por cada 100 mil habitantes. Es decir, nuestra cantidad de camas UCI es muy baja. Somos uno de los países de América Latina con el menor número de camas UCI por cada 100 mil habitantes.
¿Qué otro tipo de equipos e insumos necesitan la Unidades de Cuidados Intensivos?
Lo más valioso es el recurso humano calificado. No cualquier médico puede hacer las funciones de un médico intensivista (...) Tenemos que atender a pacientes muy graves y el personal debe estar familiarizado con la tecnología que hay en las UCI.
Los equipos biomédicos...
Hay equipos biomédicos que se compran como los ventiladores mecánicos, pero no hay planificación para la reposición. Me refiero al hecho de que el equipo vence y la recomendación internacional es que cada cinco años se cambie, pero esto no sucede en el Perú. Acá se cambian cada 10 años o cada vez que se acuerdan. No hay una planificación correcta del equipamiento.
¿Por eso nos faltan ventiladores mecánicos?
Un ventilador mecánico de alta gama no baja de 30 mil o 40 mil dólares en el mercado. Si es muy sofisticado puede llegar a los 70 mil dólares. Entonces, se tiene que hacer una inversión muy grande. Si fallan y no se reparan, están amontonados a la espera de repuestos. Por eso, nos falta una planificación del mantenimiento preventivo y correctivo. Y ni qué decir de los insumos y fármacos que cada cierto tiempo escasean en las UCI. Tenemos que hacer maravillas para sacar a un paciente de una condición muy grave.
Hace unos días, murieron 3 personas con COVID-19 por falta de ventiladores mecánicos en hospitales de Lima. ¿Fue solo eso lo que faltó?
El Ministerio de Salud dispone ahora de ventiladores mecánicos, pero falta recurso humano. Es decir, el hospital de Ate tiene una capacidad ahora para 55 camas, aproximadamente, pero solo están funcionando 20 debido a que faltan médicos, enfermeras y técnicos de enfermería. El hospital está equipándose, pero no hay recurso humano para que opere los equipos.
Usted forma parte del equipo COVID-19 del hospital Dos de Mayo ¿Cómo ha cambiado su rutina en estas semanas que está en la primera línea?
Esta enfermedad va a marcar un antes y un después en todo. Primero, es una enfermedad que no hemos visto antes, recién la estamos conociendo bien para enfrentarla. Recién estamos viendo cómo va la evolución. Se ha generado mucho temor por la alta transmisibilidad del virus que la causa. Por eso, estamos usando equipos de protección personal al máximo. Nos ven con el traje especial, con lentes, con cascos, algo que nunca antes habíamos usado en una UCI. Nuestra vida en una Unidad de Cuidados Intensivos, a pesar de las enfermedades graves que manejamos, era un poco más tranquila y sabíamos cómo cuidarnos. Ahora, las cosas han cambiado tremendamente.
¿Usted regresa a su casa a dormir? ¿Ha tenido que tomar algunas medidas para proteger a su familia?
Sí, antes de salir del trabajo me baño y me cambio de ropa. Al llegar a mi casa me quito los zapatos, los pongo sobre una bandeja donde haya lejía o desinfectante. Me cambio de nuevo de ropa. Tengo que tomar muchas medidas de protección. Además, el personal en primera línea pasa por exámenes semanales PCR para ver si tenemos el virus. Este tipo de medidas son muy necesarias porque tenemos mucho contacto con los pacientes enfermos.
¿Cuántos años de experiencia tiene como médico intensivista? ¿Esta es la peor crisis que le ha tocado enfrentar?
Tengo más de 20 años como médico intensivista. Me tocó enfrentar la tragedia del incendio de Mesa Redonda en el 2001, donde murieron unas 447 personas. Estaba haciendo mi residencia médica en el hospital Guillermo Almenara y fue impresionante (...) A medida que pasan los años uno se va forjando de mucha experiencia. Hay casos particulares, sobre todo, cuando un paciente al que le salvaste la vida vuelve y te reconoce después de haber estado en un estado muy grave. La satisfacción más grande es el agradecimiento del paciente.
En el Perú, más del 75% de pacientes que ingresa a las Unidades de Cuidados Intensivos se recupera de todo tipo de situaciones, incluyendo las de mayor riesgo. ¿Esto también sucede en el caso de los pacientes COVID-19?
Ahora la situación es muy crítica. Nosotros todavía no hemos tenido ningún caso de éxito en una UCI, es decir, no hemos sacado con vida a un paciente con COVID-19 que llegó en condición grave. La mortalidad es muy alta en el caso de los que ingresan a cuidados intensivos.
¿Pese a que se les pudo poner el ventilador mecánico y pasaron los días en cuidados intensivos?
Sí, todos esos pacientes han fallecido y esa es cifra diaria de muertos que entrega el presidente. Son de pacientes que fallecieron en las UCI. Algunos en sus domicilios porque no llegaron a un hospital, pero la mayoría murió en UCI.
¿En el Perú hemos llegado a la situación de España e Italia en que la que los médicos tenían que verse obligados a decidir a quiénes le colocaban el ventilador mecánico disponible y quiénes se quedaban sin ser conectados?
No, todavía no. Todavía hay ventiladores.
Ante la escasez de ventiladores mecánicos en el mercado internacional, el Gobierno anunció que la Marina fabricará ventiladores mecánicos ¿Se podrán incorporar y adaptar a estos equipos?
Lo que se fabricará en el Perú son prototipos que tienen variables básicas y no son para los pacientes COVID-19. La idea es que los respiradores que se fabriquen en el país sean usados en otros pacientes de UCI y liberar los ventiladores de alta tecnología que disponemos para los enfermos de COVID-19.
¿Por qué cree que faltan tantos médicos intensivistas en el país?
Primero, se trata de una especialidad relativamente joven en el Perú. Tiene alrededor de 30 años como especialidad. Cardiología que tiene 60 años y los cirujanos muchos años más. En ese lapso egresaron 1, 2 o 3 intensivistas por año. En la actualidad, tenemos, aproximadamente, 50 médicos intensivistas que egresan por año en el país. En el residentado médico se cubren todas las plazas de unidades de cuidados intensivos, pero es un trabajo a tiempo completo, quizás no sea muy atractivo en comparación con otras especialidades médicas. En esta especialidad estás en un hospital de manera permanente.
* El doctor Jesús Valverde nos dio hoy - 10 de abril - mayores detalles sobre la situación de los pacientes en las Unidades de Cuidados Intensivos: "Por información de los médicos intensivistas que están atendiendo en los hospitales del país hasta ahora ningún paciente COVID-19 que ingresó a UCI y que fue sometido a ventilación mecánica pudo ser dado de alta hasta el 8 de abril. Cuando las autoridades dan los reportes de fallecidos en Perú por esta enfermedad, la mayoría murió en UCI. Hay otros casos de pacientes que ingresaron a UCI pero su estado no necesitó ventilación mecánica. Esos son los que salieron de alta". Ampliaremos el tema con datos que solicitamos al Minsa.