La Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos aprobó este sábado la autorización de emergencia de la vacuna de una sola dosis contra la Covid-19 de Johnson & Johnson (J&J) para acelerar el programa de inmunización contra la pandemia. La vacuna es segura y lo suficientemente eficaz contra el virus SARS-CoV-2 entre los mayores de 18 años.
En los ensayos clínicos se ha probado una eficacia contra el coronavirus del 66 %, por debajo del 94-95 % de las vacunas ya existentes, pero con una capacidad del 86 % para esquivar los casos graves de la enfermedad, hospitalizaciones y muertes, lo que ya es suficiente para proteger a la población.
Algunos de los miembros del comité evaluador de la FDA recordaron que Johnson & Johnson ha resuelto muchas de las dudas que existían hace seis meses y ha puesto en marcha un sólido plan de monitoreo y evolución continuada de su vacuna, que al igual que sus predecesoras se ha creado en un tiempo récord no visto antes en la historia.
No obstante, Johnson & Johnson ha sufrido ya su primer contratiempo y esta semana confesó en una audiencia en el Congreso de Estados Unidos que podrá entregar unas 20 millones de dosis antes de fines de marzo y no 25 millones como había previsto en un primer momento.
Una sola dosis
La inclusión de la primera vacuna monodosis debería contribuir a acelerar la campaña de vacunación al no requerir de una segunda dosis a las tres semanas, como ocurre con las inyecciones de Pfizer, Moderna, Sinopharm, Sputnik V y AstraZeneca, aunque Johnson & Johnson ha dicho que evalúa posibles recordatorios anuales.
La mayoría de las preguntas de los evaluadores de la FDA se centraron en conocer los planes de la farmacéutica a la hora de hacer frente a posibles variantes del coronavirus más resistentes a las vacunas, como es el caso de las variantes sudafricana, británica y brasileña.
La vacuna de J&J no requiere las extremas bajas temperaturas en el almacenaje como en el caso de Pfizer y Moderna, ya que no está basada en ARN mensajero, sino en instrucciones codificadas en una cadena de ADN transmitida a la célula en un adenovirus, una técnica menos expuesta a deterioro.
Por esta razón, puede ser conservada hasta tres meses entre temperaturas de 2 a 8 grados centígrados, algo que reduciría la complejidad de la cadena de suministro.