El derecho a la confidencialidad y la protección a la privacidad de las personas que participan en un ensayo clínico es parte integral de las normas que rigen este tipo de investigaciones. Así consta en el Reglamento de Ensayos Clínicos y en el consentimiento informado que firman los participantes antes de enrolarse en un estudio. Sólo la entidad patrocinadora del ensayo, el comité de ética y el Instituto Nacional de Salud, pueden tener acceso a la historia clínica de los sujetos de investigación, pero no tienen permitido violar esa confidencialidad.
A pesar de dichas pautas, una comisión del Congreso ha solicitado que se le entregue la lista de los 12 mil voluntarios del ensayo Sinopharm, en el marco de la investigación que realiza sobre el escándalo de vacunaciones irregulares conocido como ‘Vacunagate’. Fuentes con experiencia en ensayos clínicos indican que violar la confidencialidad que protege a los voluntarios sería una falta ética grave que podría viciar el estudio clínico.
La solicitud con fecha del 24 de marzo está dirigida al rector de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (aunque consigna el nombre del exrector) y procede de la comisión investigadora sobre la aplicación indebida de vacunas covid-19, creada a raíz del caso ‘Vacunagate’. Está firmada por el vicepresidente de dicho grupo parlamentario, Luis Castillo Olivas. Ante la consulta de Salud con lupa, el congresista precisó que ese y otros documentos relacionados fueron firmados por él debido a que el presidente de la comisión, Otto Guibovich, estaba en Semana de Representación.
“Es un acuerdo de la comisión, no procede de mi despacho. Nosotros lo que queremos es saber la verdad sobre la vacunación irregular del expresidente Martín Vizcarra y otros funcionarios. Lo que queremos es, con la reserva del caso, tener información de las personas para saber si corresponde realmente a los voluntarios. Esa es la interrogante que tenemos”, explicó Castillo.
El congresista dijo conocer que existe un proceso que se debe seguir respecto a esa información confidencial, pero que realizaron el pedido porque se suponía que para este momento ya se debía haber levantado el ciego. Cabe recordar que el levantamiento del ciego constituye revelar a cada participante del ensayo qué sustancia se le inoculó como parte de la investigación: vacuna o placebo. Sin embargo, el levantamiento del ciego no equivale al levantamiento de la confidencialidad sobre la identidad de los participantes.
Salud con lupa pudo conocer que la Universidad Peruana Cayetano Heredia ha trasladado el pedido de la comisión investigadora al Instituto Nacional de Salud. El oficio de la comisión hace hincapié en que la no entrega de la información se entendería como "una obstrucción a la función investigadora u ocultamiento de la información por parte de la entidad". El congresista Luis Castillo declaró que no podía revelar si han recibido una respuesta, recalcó que el acceso a esa información se realizaría en completa reserva y que la comisión actúa con apremio por los plazos que tienen, pues el 6 de abril vence el período de investigación y se ven obligados a presentar informes.