En un edificio de cuatro pisos ubicado a pocos pasos de la carretera longitudinal de la sierra sur —la vía más importante y transitada de Huancayo— se reciben y distribuyen los alimentos que consumen los estudiantes de casi dos mil escuelas públicas de la región Junín. Desde allí salen toneladas de productos industrializados que forman parte del desayuno escolar en esta zona del país, donde muchos alumnos provienen de comunidades asháninkas, nomatsiguenga y yanesha.
La empresa encargada de proveer estos alimentos, Procesadora de Alimentos del Centro (Pacsac), fue fundada en 2012 por Carlos Castro Yangali y, cuatro años después, se convirtió en proveedora del programa estatal Qali Warma (hoy Wasi Mikuna), responsable de la alimentación de más de cuatro millones de escolares del país. Entre 2016 y 2018, con sus primeros contratos ganados, su capital creció a S/ 1,003,000 y Eduardo Castro Yangali se convirtió en accionista. En noviembre del 2017, Carlos Castro Yangali creó Cadisel, una segunda empresa con el propósito de convertirla también en proveedora de Qali Warma, y sumó a Eduardo como accionista mayoritario y gerente general. Actualmente, ninguno figura como gerente. Ese rol lo ocupa Juan Espinoza Untiveros tanto en Cadisel como en Procesadora de Alimentos del Centro.
Hasta ahora, los negocios de los hermanos Eduardo y Carlos Castro Yangali con Qali Warma habían sido manejados con discreción. Su imagen está asociada, principalmente, a los campeonatos de rally, un deporte en el que destacan desde el 2009.
Solo entre 2021 y 2024, sus empresas Procesadora de Alimentos del Centro y Cadisel obtuvieron el 60% de las compras de alimentos de Qali Warma en Junín, con contratos que superan los S/ 195 millones, según un análisis de Salud con lupa basado en la revisión de contratos del programa. Su dominio del negocio de desayunos escolares de colegios del Estado se extiende también a las regiones de Huancavelica y Lima, donde obtuvieron S/ 186 millones en el mismo período. Sin embargo, los Castro Yangali han entregado productos que no pasaron los controles de calidad de la Dirección General de Salud Ambiental e Inocuidad Alimentaria (Digesa). En noviembre de 2023, esta negligencia provocó una intoxicación masiva de estudiantes por el consumo de leche contaminada en un colegio del distrito de Perené, en Junín.
Aunque este hecho provocó que Cadisel no pueda volver a contratar, los hermanos Castro Yangali han mantenido sus negocios con la otra empresa familiar, Procesadora de Alimentos del Centro, que para este año ya ganó 12 contratos con Wasi Mikuna por más de S/ 21 millones en las regiones de Junín y Huancavelica.
Enlatados de mala calidad
Por varios años, Procesadora de Alimentos del Centro se mantuvo como proveedora de Qali Warma pese a sus graves antecedentes.
En diciembre de 2019, la Dirección General de Salud Ambiental e Inocuidad Alimentaria (Digesa) determinó que sus conservas de pollo y pavita importadas de los Estados Unidos tenían alteraciones fisicoquímicas en el envase. Las latas desprendían metales pesados considerados contaminantes como hierro y estaño, además de otras sustancias como fósforo y azufre. Todas se hallaron en diferentes concentraciones en los envases revisados. Esto hizo que el producto no fuera apto para el consumo de miles de niños de colegios de la región Junín.
El informe final de la Digesa, publicado en febrero del 2020, concluyó que las latas de conserva marca Crider —fabricadas en Illinois por la empresa Crider INC— no garantizaban una protección adecuada del alimento que contenían. Sin embargo, la investigación contra Procesadora de Alimentos del Centro recién finalizó en febrero de 2024 y con solo una multa de S/ 5,150.
Cabe indicar que Procesadora de Alimentos del Centro pudo traer los alimentos enlatados de Crider INC gracias a una directiva de Qali Warma implementada en 2019 que exigía, específicamente, que las conservas de pollo, pavo o pavita ya no contengan almidón.
Este requisito provocó el reclamo de otros proveedores que solían entregar conservas de la marca peruana San Fernando. En ese momento, solo tres empresas estaban autorizadas en el país para importar las conservas Crider: Industria Alimentos y Servicios Gedual, Soraya y Procesadora de Alimentos del Centro.
Ante las quejas, el entonces director ejecutivo de Qali Warma, Fredy Hinojosa, negó que se hubiera modificado alguna característica de las conservas para direccionar la licitación pública, ya que —según su declaraciones de ese año— “existían otras alternativas en el mercado”.
Actualmente, Hinojosa, quien ocupa el cargo de vocero de la presidenta Dina Boluarte, está bajo investigación de la Fiscalía por presunta corrupción cuando estuvo a cargo de Qali Warma tras el escándalo del caso Frigoinca, una empresa que vendió conservas de carne adulterada. La indagación de la Fiscalía se ha enfocado en Hinojosa debido a los audios que entregó Noemí Alvarado, extrabajadora de Frioginca. En estas grabaciones, que difundieron los medios La República y Cuarto Poder, Carlos Guillén, personaje cercano a la presidenta Boluarte, asegura que Carlos Castro Yangali habría pagado S/ 250,000 a Fredy Hinojosa para supuestamente favorecerlo en las licitaciones de Qali Warma. En una reciente conferencia de prensa, Hinojosa negó conocer o tener algún tipo de relación con los hermanos Castro Yangali.
En Estados Unidos, donde funciona Crider INC, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) también encontró un problema similar en los enlatados de la empresa. En octubre de 2021, dos años después de la advertencia que dieron las autoridades sanitarias de Perú, la FDA informó que sus lotes de conserva de carne tenían niveles peligrosos de plomo y ordenó retirar del mercado norteamericano 310 toneladas del producto con fecha de vencimiento octubre de 2022 - marzo de 2023.
En Perú, el problema detectado por la Digesa a las conservas Crider no motivó que Qali Warma sancionara a Procesadora de Alimentos del Centro. En realidad, la empresa nunca fue incluida en la lista de postores impedidos para contratar porque esta sanción no estaba vigente cuando se supo la mala calidad de estos productos. Así, la empresa pudo continuar como proveedora del programa Qali Warma en 2024 y ganó más de S/ 62 millones en licitaciones en un solo año. En total, se le adjudicaron trece contratos que abarcaron los desayunos y almuerzos de 130 mil estudiantes de inicial y primaria de más de dos mil colegios de Junín, incluyendo escuelas de los pueblos asháninkas y nomatsigenga.
Si bien Procesadora de Alimentos del Centro perdió en enero del 2024 el registro sanitario de las conservas Crider, hoy tiene la autorización para vender otro producto importado: las conservas de carne de pollo en agua y sal de la marca “White Premium Chicken”. Este alimento es fabricado en la ciudad de Evansville, en Indiana, Estados Unidos, por la empresa Ameriqual Foods, famosa por vender desde hace más de tres décadas comida empaquetada a las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos.
Además, la empresa de los Castro Yangali es titular de otros tres registros sanitarios de alimentos: arroz pilado, arroz fortificado y azúcar de la marca “María”, que no se encuentran en mercados o supermercados en Perú. Es decir, que solo produce para Qali Warma.
Escolares intoxicados
Cadisel, la segunda empresa creada por los hermanos Castro Yangali en 2017, fue sancionada por Qali Warma por la intoxicación con leche en mal estado de por lo menos 26 estudiantes del colegio Santa Ana en el distrito de Perené, en Junín, en noviembre de 2023. La mayoría de niños llegó con fuertes dolores estomacales, náuseas y mareos al centro de salud del distrito y tres fueron enviados al Hospital Regional para estabilizarlos.
En diciembre de ese mismo año, la investigación de Qali Warma concluyó que la leche marca “Bonlé” que entregó Cadisel a los escolares había sido la causa de la intoxicación debido a que no era apta para su consumo. Por este caso, la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Chanchayamo inició una investigación por el presunto delito de contaminación, adulteración de bienes o insumos. Sin embargo, hasta la fecha, no se ha formalizado ninguna acusación contra su actual gerente, Juan Espinoza Untiveros.
La Digesa inició también un proceso de investigación administrativo, pero solo contra la empresa Gloria, fabricante de la leche “Bonlé”, y le impuso una sanción de S/ 30,900 por fabricar productos en condiciones inadecuadas y no efectuar el control de calidad sanitaria e inocuidad.
Antes de que ocurriera la intoxicación de los estudiantes del colegio Santa Ana de Junín, Qali Warma ya tenía pruebas de que Cadisel había infringido en otra ocasión los estándares de calidad de sus insumos. En 2021, la empresa falsificó certificados de análisis fisioquímicos y microbiológicos de laboratorio de arroz, azúcar y quinua de la marca “María”, productos registrados por Procesadora de Alimentos del Centro, el otro brazo de los negocios de los Castro Yangali.
Recién en enero del 2023, Qali Warma tomó acciones contra Cadisel y le impidió seguir participando en las licitaciones del programa. Sin embargo, Eduardo Castro Yangali solicitó una medida cautelar en representación de la empresa y de otros siete proveedores que también falsificaron documentos ante el Juzgado Civil de Lurín. Así, en agosto del 2023, el juez Julio César Arbieto Huansi anuló la sanción.
Con esta resolución, los ocho contratos que había ganado Cadisel para entregar una lista de alimentos (aceite, azúcar, arroz, fideos, galletas, leche, trigo, conservas de pescado, de carne de res, pollo y sangrecita, etc.) a 1,870 colegios de la región Junín, así como otros 19 contratos para entregar desayunos a 557 colegios de Lima (Ate, Lurigancho, Santa Anita y San Juan de Lurigancho) se mantuvieron sin problemas en 2023.
Solo a raíz del escándalo de intoxicación por la leche “Bonlé” en Junín, Qali Warma volvió a sancionar a Cadisel en 2024 y la inhabilitó de la lista de proveedores de Qali Warma. Cadisel ya no registra actividades comerciales con el Estado al mantenerse vigente su sanción, pero los Castro Yangali han usado a Procesadora de Alimentos del Centro para continuar sus negocios con Qali Warma. En 2024, su empresa ganó 13 contratos en Junín y 11 en Huancavelica (como miembro del Consorcio Proalfa) por un valor de S/ 99 millones.
Además, durante la primera convocatoria lanzada en enero de este año por Wasi Mikuna, el nombre con el que se rebautizó a Qali Warma tras las denuncias de corrupción, Procesadora de Alimentos del Centro fue elegida para repartir desayunos en 1,919 colegios de la región Junín y 770 de Huancavelica por más de S/ 21 millones. La empresa no tuvo competidores en la licitación y ni siquiera tuvo que presentar un compromiso de compra de alimentos frescos a la agricultura familiar para tener un puntaje adicional. Este criterio había sido anunciado en diciembre pasado por el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, responsable de Wasi Mikuna, con el aparente propósito de incluir a los pequeños agricultores.
El viernes 24 de enero, Salud con lupa visitó la planta de Procesadora de Alimentos del Centro, ubicada en la ciudad de Huancayo, para solicitar una entrevista con su representante legal. El personal que nos recibió en la entrada dijo que sus representantes responderían nuestras preguntas por correo electrónico, pero hasta el cierre de este informe no obtuvimos respuesta alguna. El programa Wasi Mikuna también declinó brindar declaraciones para este reportaje.
Alimentos procesados
Las dos empresas de los hermanos Castro Yangali, Cadisel y Procesadora de Alimentos del Centro, han entregado alimentos procesados a los estudiantes de Qali Warma. Solo en 2024, por ejemplo, Procesadora de Alimentos del Centro entregó hasta 37 alimentos industrializados —es decir, que pasaron por una transformación o tienen varios ingredientes agregados— como barras de cereales, galletas y chocolate para taza a más del 60% de colegios públicos de Junín.
Una parte de las escuelas que recibieron estos alimentos pertenecen a las comunidades asháninkas, nomatsigenga y yanesha. De las tres etnias, el pueblo asháninka tiene la más alta tasa de integrantes con desnutrición y anemia, incluyendo niños y niñas en edad escolar, según el último censo del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). En Junín, el 21% de los niños menores de cinco años que acuden a un servicio de salud tiene desnutrición crónica y 44% está en riesgo de sufrirla, mientras que un 19% tiene anemia.
Este no es un caso excepcional. El modelo de alimentación que por años ha manejado Qali Warma en todo el país se compone principalmente de productos industrializados y no incluye frutas, vegetales, tubérculos y otros alimentos frescos que se cultivan en cada región. Esta situación tendría que cambiar con la Ley de Compras Estatales de Alimentos de origen en la Agricultura Familiar, aprobada en noviembre del 2020, que obliga a Qali Warma -así como a municipalidades y otras entidades públicas- a destinar el 30% de su presupuesto para compra de alimentos a favor de los pequeños agricultores. Sin embargo, en Junín, donde la familia Castro Yangali ganó la mayoría de sus contratos con Qali Warma, sólo dos organizaciones de agricultores y una productora de cuyes se han beneficiado con la ley.
En la pequeña localidad de Masma, un distrito de menos de 3,000 habitantes, la municipalidad compró carne de cuy a la Asociación Agropecuaria de Productores Orgánicos “Mi Cuy Masma” y papa nativa a la Cooperativa Agraria “Intirun Pachata Micuchisun” para beneficiar a 100 estudiantes de 7 colegios del programa Qali Warma. Mientras que en el distrito de Mito, la productora Gissela Alegría Toscano ha logrado vender carne de cuy a la municipalidad para que complemente los desayunos de Qali Warma a un total de 135 estudiantes de 6 colegios.
La papa nativa que producen las mujeres de la cooperativa agraria “Intirun Pachata Micuchisun” es cultivada sin agroquímicos, mientras que los productores de “Mi Cuy Masma” y la empresa Inafor de Gissela Alegría alimentan a sus cuyes con alfalfa y pastos limpios, sembrados sin pesticidas, para garantizar una alimentación saludable a los estudiantes. Ambos productos tienen un alto valor nutricional, ya que aportan vitaminas, proteínas y minerales. Este ejemplo de alimentación sustentable y con productos locales ha conseguido, solo entre 2023 y 2024, una mejor aceptación de los desayunos en los estudiantes.
“Aquí, los niños son vulnerables, sus padres no tienen recursos económicos, trabajan en la chacra y les pagan muy poco. Algunos no desayunan en casa. Su alimentación es muy deficiente. Con la carne de cuy podemos apoyarlos de algún modo”, dice Vilma Gómez, directora del colegio “Señor de la Ascensión” del distrito de Mito, que visitó Salud con lupa en enero de este año.
A pesar de los beneficios que demuestran las compras a la agricultura familiar, esta práctica no se replica en todos los colegios de Junín. El principal problema está en que Qali Warma prioriza alimentos industrializados por encima de los frescos. En 2024, la cooperativa agraria “Intirun Pachata Micuchisun” solicitó a Qali Warma que incluyera en los procesos de compra una mayor variedad de vegetales como zanahoria, alcachofa, vainitas y arvejas, pero la dieta del programa no varió.
Además, las empresas que participaron en las licitaciones de Qali Warma en Junín presionaron para que se retire la papa nativa del menú escolar y lo consiguieron, según fuentes que hablaron con Salud con lupa. En efecto, para el año 2025, la papa nativa ya no figura en la programación de alimentos para las escuelas de Junín. Las únicas regiones donde sí se ha considerado este producto son Ayacucho, Cajamarca, Huancavelica y Pasco.
Un sistema de compras vulnerable
Luego del escándalo de las conservas en mal estado vendidas por Frigoinca y el pago de sobornos a funcionarios de Qali Warma, han ido apareciendo más casos de productos adulterados que terminaron en manos de los estudiantes más pobres del país.
Por lo menos ocho empresas —que integraron los Consorcios Sumacc Mikuy, San Antonio de Padua e Illary Andina— entregaron conservas que no eran fabricadas con carne de res, sino que contenían más de 60% de carne de caballo a escolares de Ayacucho y Puno. Un análisis de laboratorio encargado por el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social a siete productos halló este resultado el 10 de enero de este año.
En noviembre del 2024, el entonces ministro de Desarrollo e Inclusión Social, Julio Demartini, dijo que se mejorarían los filtros para seleccionar a los proveedores de Wasi Mikuna. El ministro fue reemplazado el viernes 31 de enero por la abogada Leslie Urteaga, quien fue ministra de Cultura en el gobierno de Dina Boluarte.
Sin embargo, la Fiscalía ha llamado a declarar a Julio Demartini y lo investiga por presuntamente haber ofrecido sobornos, a través de un tercero, para interferir en las indagaciones fiscales a la empresa Frigoinca. Este no es el único caso de vulneración del sistema de compras de alimentación escolar que pone en riesgo a los escolares. Entre 2022 y 2024, durante su gestión como ministro, 71 proveedores entregaron documentación falsa o adulterada y otros cinco (Alimentos Andinos Derivados, Industrias Daye, Operaciones Logística Israel, Abrill Negocios Avícolas y Frigoinca) incurrieron en prácticas corruptas.
En el nuevo programa Wasi Mikuna se han modificado las reglas de evaluación de proveedores con el fin de incluir un puntaje adicional a las empresas que se comprometan a entregar alimentos provenientes de la agricultura familiar. Pero el mecanismo no garantiza que los agricultores serán beneficiados directamente. Por ahora, no hay una ruta clara sobre las cantidades y tipos de alimentos frescos que se entregarán a los estudiantes o con qué regularidad llegará a las escuelas, ya que todo se deja en manos de las empresas que se presentan al programa. Por eso, la mayoría de contratos están en manos de negocios como los que han construido los hermanos Castro Yangali.