❝En febrero tenía que empezar mi radioterapia en el Hospital Almenara. Pero todos los meses me dicen que tengo que esperar, que hay muchos pacientes en lista de espera❞ .
Juliana Céliz, de 47 años, tiene cáncer de mama que se ha extendido hasta los ganglios. En febrero de este año, luego de una operación y quimioterapia, debió realizarse seis sesiones de radioterapia en el Hospital Nacional Guillermo Almenara, uno de los principales servicios del Seguro Social de Salud (EsSalud) en Lima. Sin embargo, le han dicho que las radioterapias no están disponibles y que espere. No sabe cuánto tiempo, solo que su nombre está “bien abajo” en una lista de espera que alcanza a unos 300 pacientes.
En esta relación están incluidas mujeres con cáncer de cuello uterino y mama, personas con metástasis cerebrales, tumores de cabeza… Casos que, por su gravedad, deberían ser considerados emergencias oncológicas. Pero en el Almenara, lo urgente se ha vuelto cotidiano: la espera para recibir una sesión de radioterapia puede superar los seis meses.
El Hospital Guillermo Almenara no tiene un servicio propio de radioterapia. Hasta el año 2013, derivaba a sus pacientes al Hospital Rebagliati Martins, también de EsSalud. Sin embargo, ese año una avería en el acelerador lineal del Rebagliati colapsó su capacidad de atención, lo que obligó a cerrar las citas.

Desde entonces, el Almenara terceriza el servicio de radioterapia mediante contratos de un año para atender la alta demanda de usuarios: su área de radioterapia recibe 300 pacientes oncológicos nuevos por mes, con un incremento del 10% mensual.
El contrato más reciente para tercerizar el servicio de radioterapia fue firmado por S/ 5.8 millones en agosto de 2023 con el Consorcio Braquiterapia Perú 23 —integrado por la compañía Oncología y por el consorcio de las empresas Tomografía Médica y la Clínica San Pablo—. Sin embargo, venció hace un año y hasta ahora no se concreta otro.
Pacientes en riesgo por trabas administrativas
En noviembre pasado, EsSalud lanzó un concurso público para tercerizar el servicio de radioterapia y braquiterapia, pero no concluyó porque “se presentaron algunos factores que generaron vicios de nulidad”, dijo el seguro social a Salud con lupa. Cuatro meses después, en marzo de 2025, publicó una nueva convocatoria que tampoco fue exitosa: el proceso quedó desierto por la falta de postores. Frente a ello, el Seguro Social de Salud tramita una tercera convocatoria que debería ser publicada la próxima semana.
Mientras los trámites administrativos continúan, la atención de los pacientes no puede esperar. ¿Qué alternativas se les está dando a los más de 300 pacientes con cáncer que esperan sus sesiones de radioterapia en el Hospital Almenara? EsSalud señaló —sin mencionar una cantidad específica— que está tercerizando las atenciones a diversas clínicas privadas y que algunos casos se derivan al Hospital Rebagliati.
Sin embargo, no todos los pacientes están siendo atendidos a tiempo. Cada orden puede tardar semanas o meses en salir, explica un profesional de la salud del Hospital Almenara que prefiere mantenerse en el anonimato. Señala, además, que hay pacientes con metástasis cerebral o tumores que comprimen la columna o las vías respiratorias que deben recibir radioterapia en menos de 72 horas. Y sin ella, no hay nada qué hacer.
“Nosotros cargamos con la frustración. Los pacientes lloran en consulta, nos ruegan… y no hay cómo ayudarlos”, dijo la fuente.
Juliana Céliz siente también frustración y teme que su enfermedad avance. El año pasado le detectaron un tumor de 25 milímetros —el ancho de una moneda de un sol— en su mama derecha, pero le programaron una cita varios meses después, en noviembre, en el Hospital Aurelio Díaz Ufano y Peral de San Juan de Lurigancho. Ante el temor de que el tumor se expanda, organizó varias actividades para recolectar dinero y se operó en octubre de 2024 en una clínica privada.
Luego de la cirugía recibió quimioterapias, pero el tratamiento no terminó allí. Juliana llevó todos sus papeles al Hospital Almenara y los médicos le programaron seis sesiones de radioterapia, pero hasta ahora sigue esperando. “El doctor me dijo que ni bien terminé la quimio debí empezar la radioterapia, porque ese cáncer es agresivo. De repente ya se propagó”, explicó Juliana.
Haber iniciado un tratamiento sin la posibilidad de finalizarlo la deja con incertidumbre. La única solución para ella es esperar, porque no puede pagar las sesiones en un servicio privado, que puede costar unos S/ 350. Juliana no tiene S/ 2,100 para pagarlas. Además, es madre soltera y debe hacerse cargo de sus cuatro hijos.
La promesa de una área de radioterapia propia
La radioterapia —junto con la cirugía y la quimioterapia— es un pilar fundamental en el tratamiento contra diversos tipos de cáncer. Se utiliza, por ejemplo, para destruir las células cancerosas que pudieron haber quedado después de extirpar un tumor. Y en algunos tipos de cáncer, como el de cuello uterino, es el tratamiento principal.
“Una mujer con cáncer de cuello uterino necesita al menos 25 sesiones de radioterapia. Si recibe el tratamiento completo, la tasa de curación puede alcanzar entre el 60% y 70%. Sin radioterapia, la enfermedad avanza”, señaló nuestra fuente.
Este tratamiento, así como los demás que necesitan las personas con cáncer, debería estar cubierto por EsSalud, ya que su financiamiento proviene del aporte obligatorio del 9% del sueldo bruto que los empleadores pagan todos los meses por cada uno de sus trabajadores.

Entonces, ¿por qué uno de los principales hospitales del país no cuenta con su propio servicio de radioterapia? A inicios de 2011, se inscribió en el banco de inversiones del MEF un proyecto de S/ 53 millones para implementar esta área en el Hospital Almenara. Sin embargo, como ocurre con muchos proyectos en el Perú, quedó paralizado.
EsSalud asegura que este año se ha retomado la convocatoria del proyecto, pero podrían pasar varios años antes de que se concrete. Mientras tanto, cientos de pacientes oncológicos, como Juliana Céliz, siguen esperando desde hace meses por sus sesiones de radioterapia.
Tomógrafos inoperativos
La situación en el Hospital Almenara es aún más crítica cuando se suman otras carencias: entre ellas, la falta de tomógrafos operativos. Estos equipos son fundamentales para obtener imágenes internas del cuerpo y detectar distintos tipos de tumores. Aunque el hospital cuenta con cuatro tomógrafos, solo dos están en funcionamiento.
Con esos dos equipos activos, se realizan alrededor de 350 estudios diarios. Sin embargo, la demanda supera ampliamente la capacidad instalada, y muchos pacientes llevan meses esperando una tomografía.
“Hay pacientes que están esperando tomografías desde hace cinco meses. Vienen de provincia, de diferentes partes de Lima, y de condición muy humilde”, explicó una fuente a Salud con lupa. En servicios privados, este examen puede superar los S/ 500, un costo inaccesible para muchas personas.
Según informó EsSalud, los dos tomógrafos inoperativos estarán nuevamente en funcionamiento en un plazo estimado de 15 días hábiles.