¿Cuántas personas han fallecido por covid-19 en Perú desde el inicio de la pandemia? ¿Por qué es importante saberlo con la mayor exactitud posible? Porque cada muerte es más que una cifra. Es un proyecto de vida inconcluso y la suma de todas representa para cada país la pérdida de una parte importante de su capital humano, la reducción de sus minorías étnicas y de grupos vulnerables como los adultos mayores, los indígenas, los enfermos crónicos y el personal en la primera línea de acción contra el coronavirus.
Como ocurrió con la gripe de 1918 -considerada la más grave del siglo XX al desencadenar 50 millones de muertes- se estima que la mortalidad de la covid-19 generará cambios demográficos importantes que aún son difíciles de medir como la caída de la fertilidad y la reducción de la fuerza laboral. Estas estimaciones sobre problemas a enfrentarse en el futuro requieren hacerse con cifras oficiales, oportunas y confiables.
Además, en el corto plazo, contar con estadísticas precisas de muertes ayuda a los gobiernos a rastrear dónde se concentra la gravedad de la pandemia y disponer medidas para controlar la diseminación del contagio, incluyendo toma de pruebas para detectar el virus y cuarentenas, así como la distribución de recursos humanos y equipos médicos.
Sin embargo, la pandemia evidenció en el Perú que es difícil contar las muertes por el nuevo coronavirus porque los sistemas de vigilancia epidemiológica y de registro de datos están fragmentados, saturados y desorganizados. En 2020, el desborde de casos de hospitalización provocó muertes en casas, en las colas de hospitales y en las calles. Estas muertes tardaron en ser registradas al igual que las ocurridas en hospitales, producto de la falta de personal autorizado para llenar certificados de defunción.
Hemos cumplido un año en emergencia sanitaria, pero las dificultades en el registro de defunciones no se han corregido. Un informe publicado el 24 de febrero por la Contraloría General de la República pone la lupa sobre los problemas que persisten en el procesamiento de información de las defunciones por covid-19 por parte del Ministerio de Salud (Minsa).
No es un problema nuevo
Hace más de tres meses, la Contraloría notificó al Minsa la propuesta de actualización del total de defunciones por covid-19. El Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC) revisó las muertes registradas al 8 de noviembre de 2020 y encontró que habían 42 mil 640 defunciones que debían ser añadidas a las estadísticas oficiales, ya que cumplían con los criterios de casos confirmados, compatibles o sospechosos de covid-19.
Ese día, la Sala Situacional del Minsa registraba solo 48 mil 253 muertes confirmadas o sospechosas de covid-19. Con la actualización, la cifra total sería de 90 mil 893. Una cantidad mayor a la reportada por el Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef) hasta esa fecha: 76 mil 390.
En febrero el CDC informó a la Contraloría que su equipo técnico de la Unidad Funcional de Inteligencia Sanitaria reportó nuevamente una actualización “como resultado de la revisión exhaustiva de las defunciones registradas de forma oportuna y extemporánea” tanto en el Sistema de Vigilancia Epidemiológica (Notiweb) a cargo del CDC, como en el Sinadef y el Sistema Integrado para Covid-19 (Sicovid).
Al 1 de febrero de 2021, la Sala Situacional del Minsa registraba 55 mil 337 defunciones por covid-19: 41 mil 354 confirmadas y 13 mil 983 sospechosas. La evaluación del CDC al revisar las bases de datos con las cifras de muertes fue que para ese momento existían 51 mil 869 defunciones que debían ser añadidas. Es decir, que la brecha de defunciones por actualizar era aún mayor que la encontrada en noviembre. En este caso, se encontró una diferencia de 15 mil 886 defunciones entre el total que reportaba el Sinadef y el total encontrado por el CDC en su proceso de actualización.
Según el informe de la Contraloría que revisamos, los hallazgos fueron remitidos por el entonces director general del CDC, Luis Rodríguez Benavides, al Viceministerio de Salud Pública, tanto en noviembre como en febrero. Sin embargo, no se actualizó la Sala Situacional Covid-19. “Se ha evidenciado que las cifras que reportan dichos sistemas tienen diferencias considerables, lo que genera que estas no se hayan contemplado para contabilizar la cifra total de fallecidos por covid-19”, se indica en el documento.
Salud con lupa solicitó entrevistas con miembros de la Unidad Funcional de Inteligencia Sanitaria del CDC, quienes se encargaron de actualizar las cifras de defunciones, pero el área de prensa de esta institución nos indicó que no darían declaraciones. No respondieron por qué.
Sin un sistema de datos unificado
El análisis que realizó el Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades hasta el 1 de febrero de 2021 alertó que las defunciones por covid-19 llegaron a 107 mil 206.
Este dato se encontró tras cruzar la información de Notiweb, Sinadef y Sicovid. Más de la mitad de las muertes coincidían en las bases de datos, pero había 36 mil 106 defunciones no consignadas en el Sinadef y 8 mil 757 no consignadas en Notiweb.
Además, se identificó y retiró defunciones que habían sido inadecuadamente registradas en estos sistemas como muertes por covid-19 pese a que no presentaban información clínica que lo pruebe. Algunos casos eran de personas con diagnóstico de covid-19 que habían muerto por otros motivos, indigentes fallecidos en la vía pública sobre cuyas muertes no había mayor información y personas que murieron en sus casas sin síntomas de neumonía por covid-19.
En una entrevista con Salud con lupa en febrero, el informático Ragi Burhum, del grupo Open Covid-Perú, explicó el grave problema de tener información duplicada en sistemas distintos. Un escenario que calificó como un desorden tecnológico. Como se recuerda, Open Covid-Perú envió una carta al presidente de la República, Francisco Sagasti, para alertar de distintos errores en el procesamiento de datos del Estado respecto a la evolución de la pandemia. En ese momento, la ministra de Salud, Pilar Mazzetti, indicó que sería ideal unificar las plataformas de registro pero que seguía siendo difícil.
Así, sólo con el cruce de las distintas bases de datos de los sistemas vigentes se puede contar con información real de los fallecidos por covid-19. Esa es la conclusión a la que llegó la Contraloría en su informe y se lo notificó al ministro de Salud, Óscar Ugarte, y al titular del CDC, para adoptar las medidas correctivas necesarias.
Ha pasado un mes desde la publicación del informe de la Contraloría, pero todo sigue igual: las cifras de defunciones en la Sala Situacional aún no se actualizan. No corresponden a la realidad.