Si la indecisión fuera un partido político ganaría el 11 de abril con holgura. El 40% del electorado no sabe todavía por quién votará en estas elecciones atípicas donde ningún candidato ha conseguido el 20% de aceptación. Los debates influyen para tomar decisiones, pero también sus planes de gobierno al alcance de todos en los portales oficiales.
Por eso, ahora que los comicios electorales están en cuenta regresiva, es conveniente darles una mirada para saber qué proponen en materia de salud y sobre todo en este contexto de crisis sanitaria a raíz de la pandemia. Una crisis sanitaria que nos acompañará por un buen tiempo si no se toman las medidas correctas. A continuación un análisis sobre los planteamientos de ocho partidos políticos.
Acción Popular: incremento del gasto en salud
El partido de la Lampa, que tiene a Yohny Lescano como su carta presidencial, ubica a la salud como el último de los ocho pilares de su plan de gobierno y desarrolla en apenas tres párrafos su estrategia para luchar contra la covid-19. Medidas generales donde no se dan cifras exactas ni se profundiza cómo se llevarán a cabo: distribución de bienes sanitarios y medicinas gratuitamente a sectores pobres, distribución de equipos de bioseguridad a todo el personal de primera línea, provisión suficiente de oxígeno medicinal, fortalecimiento y equipamiento de centros médicos, compra de pruebas moleculares masivas. Tanta es la imprecisión que se menciona que se comprará la vacuna en el tiempo más breve.
Al respecto conversamos con Giovani Delgado, uno de sus principales asesores en salud. Delgado es un médico cirujano, que ocupó la jefatura de la Dirección de Salud II de Lima Sur durante el gobierno de transición de Valentín Paniagua a inicios de 2000, y que en el último tiempo fue coordinador nacional y secretario de gobiernos locales y regionales de Acción Popular. “La pandemia no nos encontró bien puestos a nacional. Por eso debemos fortalecer los primeros niveles de atención y trabajar de una manera orgánica y transversal con los gobiernos locales. Es preciso también ampliar las camas UCI. Para eso incrementaremos el gasto público en salud y lo pondremos al promedio latinoamericano que es el 7.7% del PBI (Producto Bruto Interno)”, dice Delgado quien además promete una mejor eficacia del gasto.
Delgado, por cierto, ha sido un defensor de la ivermectina durante esta crisis sanitaria. “Evita la reproducción del virus en etapas tempranas”, asegura a pesar de que este antiparasitario no cuenta con evidencia científica y cuyo uso ha sido desaconsejado recientemente por la Organización Mundial de la Salud, entre otros organismos. Creencias que van en sintonía con las del candidato Lescano quien insiste en que la covid-19 puede curarse con sal y cañazo.
Entre otras medidas sanitarias Acción Popular propone reducir a cero la desnutrición crónica en niños menores de cinco años (en el primer semestre de 2019 era 16.3% según el INS), así como reducir la anemia infantil a un dígito durante su eventual Gobierno (en el 2019 fue de 40.1% según Endes). Además, plantean que las historias clínicas de los pacientes se interconecten a toda la red asistencial entre postas y hospitales a nivel nacional.
Renovación Popular:
ninguna estrategia contra la covid-19
La agrupación que le cambió los colores a Solidaridad Nacional, liderada por Rafael López Aliaga, menciona tan solo una vez la palabra covid-19 en todo su plan de gobierno. Y lo hace tan solo para mencionar el incremento del desempleo a raíz de la pandemia. La única dimensión que le da Renovación Popular a esta crisis sanitaria es la económica. No causa extrañeza a propósito de un candidato que durante su campaña proselitista no ha tenido pudor en aparecer sin mascarilla y que ha defendido el uso de la ivermectina.
Salud con Lupa conversó con Neldy Mendoza, la candidata a la primera vicepresidencia que López Aliaga ha intentado inútilmente sacar de su camino a raíz de sus declaraciones donde culpa a las mujeres de sufrir casos de violencia, entre otras perlas. Neldy Mendoza es enfermera de profesión y vocera del colectivo Con mis hijos no te metas en Arequipa. Y aunque se ha allanado públicamente a la decisión de López Aliaga no ha podido dejar su cargo pues el plazo para el retiro de un candidato concluyó el 10 de febrero.
“De ser gobierno nosotros implementaremos debidamente los centros de atención primaria. Incrementaremos el número de profesionales. Y fortaleceremos las visitas domiciliarias. Además armaremos un kit con todo lo necesario para contener los primeros síntomas de la covid-19. Tendrá azitromicina e ivermectina”, dice Mendoza. Lo dice a pesar de que en octubre de 2020, el Ministerio de Salud retiró la azitromicina de sus kits ambulatorios y dejó la ivermectina a criterio del médico tratante.
Mendoza, en sintonía con López Aliaga, considera que debe analizarse el uso de la mascarilla. Sí, pone en discusión el primer escudo sanitario contra el nuevo coronavirus. “Mucha gente se ha identificado con López Aliaga porque les molesta la mascarilla como a él. ¿Por qué el Gobierno no investiga los efectos adversos de usar mascarilla? Si no se puede limitar su uso al menos se debería proponer ejercicios respiratorios”, anota.
Otras de las propuestas de Renovación Popular es la creación de un sistema de tambos para el abastecimiento de medicinas y alimentos. “Los tambos en nuestra cultura inca eran grandes depósitos de reserva. No seremos un gobierno asistencialista, pero usaremos los locales comunales para almacenar medicinas y alimentos de primera necesidad no perecibles. ¿Quiénes estarán a cargo? Un gran voluntariado pues la burocracia del Estado no ha funcionado”, agrega.
El partido de los conservadores promueve también un Plan Nacional de Promoción de la Salud, con acento en Salud Familiar. “Ellos se encargarán de elaborar una ficha familiar y estar pendiente de los antecedentes de los pacientes de su comunidad”.
Fuerza Popular: rastreo de infectados
por bluetooth y call centers
A diferencia de los partidos anteriores que puntean las últimas encuestas, Fuerza Popular le ha dedicado un capítulo extenso a la salud, tomando en cuenta otras bisagras como la innovación y la investigación científica. La agrupación que apuesta por el tercer intento presidencial de Keiko Fujimori considera cuatro puntos para controlar la pandemia: detección temprana mediante el uso masivos de pruebas moleculares, aislamiento domiciliario a los infectados otorgándoles ayuda alimentaria, administración adecuada y paulatina de vacunas y rastreo de contactos de los infectados mediante el uso de call centers y aplicativos de celulares vía bluetooth.
Sobre estos puntos conversamos con el bioquímico Ernesto Bustamante, candidato al Congreso por Fuerza Popular y exjefe del Instituto Nacional de Salud que en la primera quincena de marzo apareció en un canal de televisión para poner en duda la eficacia de la vacuna de Sinopharm al punto de compararla con agua destilada. Luego Bustamante acabó retractándose.
Al respecto del rastreo de contagiados que proponen dijo lo siguiente: “Hay que impedir que la gente se enferme. Por eso rastrearemos los contactos de los asintomáticos. Y lo haremos interrogándolos con la ayuda de un personal de call center. Pero además innovaremos en el uso del bluetooth. Si se activa la función, cuando salgamos a la calle nuestro celular establecerá contacto con los celulares cercanos y eso quedará grabado en la ‘nube’ gracias a un software. Así sabremos de forma más rápida y eficaz con quiénes hemos tenido contacto y podremos tomar medidas. No queremos que la gente siga desperdigando el virus”, dice Bustamante sin tomar en cuenta a las zonas alejadas sin conexión.
Una de las otras medidas de Fuerza Popular es dejarle bolsas de comida y medicina a los contagiados en las puertas de sus casas durante su periodo de cuarentena. “La idea es aislarlos, pero proveerlos de lo esencial. Contaremos con la ayuda del Ejército, organizaciones religiosas y empresas privadas que tengan la logística armada. La Villa Panamericana no alcanza para aislar a los infectados. Y no se les puede abandonar diciéndoles quédate en casa, cobra tu bono y vive de tus ahorros”.
Aunque en el último debate la candidata Keiko Fujimori anunció la construcción de 100 plantas de oxígeno, lo cierto es que esta propuesta no está contemplada en su plan de gobierno. Apenas hay una oración al respecto: “Ya no podemos construir centros de atención médica temporales, sino hospitales debidamente edificados, implementados con sus plantas de oxígeno, que aseguren un tratamiento compatible con la medicina moderna y la dignidad humana”. Una generalidad.
Juntos por el Perú: Programa de
tratamiento de las secuelas del virus
Hasta la fecha, 1′533.121 personas se han contagiado en suelo peruano. Y en las últimas 24 horas se registraron 1.461 infectados. Más de 380 días después, la crisis sanitaria persiste. En ese sentido, Juntos por el Perú ha dispuesto la creación de un Programa de tratamiento de las secuelas de la covid-19. “Muchos pacientes que logran salvarse luego de haber permanecido muchos días en cuidados intensivos ven afectados sus pulmones y quedan con dificultades para respirar. La idea es que todos ellos ingresen a un programa de tratamiento y terapia. Eso será cubierto por el sistema de salud. De esta manera el proceso de recuperación no afectará los bolsillos de las familias”, asegura Mario Ríos Barrientos, abogado con maestría en salud pública, candidato al Congreso por Juntos por el Perú y excoordinador del Foro Salud.
La agrupación que le ha dado la posibilidad a Verónika Mendoza de postular a la presidencia de la República por segunda vez se ha fijado como meta en su plan de gobierno la vacunación de toda la población en el primer semestre de 2022. “Es un compromiso con la gente. Si el 80% de la población se vacuna el virus no seguirá proliferando. En las condiciones actuales la vacuna debe ser gratuita para todos”, dice Ríos. Sería un milagro, pues bajo el ritmo actual de vacunación (177 457 dosis semanales en la segunda quincena de marzo) todos acabaríamos por vacunarnos en el 2026.
Otra de las medidas que propone Juntos por el Perú es el incremento progresivo del financiamiento público en salud por encima del 6% del PBI (Producto Bruto Interno), combatir los monopolios y los oligopolios de las farmacéuticas, y la creación de una cadena de farmacias públicas. Sobre esta última propuesta Ríos sostiene que “resolverá el problema de la cadena de suministros. Una de las debilidades del Estado es el sistema de compras y entrega oportuna de los medicamentos”.
Como otros candidatos, Verónika Mendoza ha mencionado en el último debate organizado por el Jurado Nacional de Elecciones algunas medidas que no necesariamente forman parte de su plan de gobierno. Mendoza ha asegurado que de calzarse la banda presidencial tomará el control temporal del oxígeno medicinal para revertir los altos índices de mortalidad a causa de la pandemia, pero ello no figura en su documento base para gobernar el país.
Victoria Nacional: darle poder
a los privados sobre las vacunas
El candidato de Victoria Nacional, George Forsyth, posee la virtud de haberse ceñido a su plan de gobierno en sus declaraciones públicas y en el último debate presidencial. Sin embargo, persiste en una medida que por ahora no es posible: darle potestad a las empresas privadas de poder comercializar con las vacunas contra la covid-19.
“(…) La población que pueda pagar para poder tener la administración de la vacuna podría tener la opción de hacerlo por medio de los privados, de esa forma el trabajo y la administración de la vacuna puede ser más eficiente”, reza la página 20 de su documento. Pero lo cierto es que actualmente ningún Gobierno en el mundo ha tomado esa política de Estado. Porque las vacunas son un bien escaso y porque los privados no han mostrado su mejor cara en esta pandemia, inflando los precios de atención y endeudando a miles de familias.
La doctora Virginia Baffigo, expresidenta ejecutiva de Essalud y la principal asesora en salud del candidato Forsyth, señala “que debe tenerse una amplia gama de opciones para reducir la burocracia y aumentar la cobertura. Esta no debe ser solamente una acción del Estado sino de todo aquel que pueda ayudar. ¿Y por qué no el sector privado? Esa es nuestra línea para garantizar el derecho a la salud de todos los peruanos”.
Forsyth, en tanto, dice que de llegar a Palacio firmaría acuerdos con otros países que les sobren vacunas. Un dato inexacto por decir lo menos, dado el contexto de escasez mundial, y que tampoco está enmarcado en su plan.
Entre sus otras propuestas figura el fortalecimiento del binomio médico de cabecera-familia en todos los barrios, modernizar los servicios de salud digitalizándolos, proveer medicamentos a precios más bajos e instalar una red descentralizada de servicios de atención primaria.
Partido Morado: tecnologías de la información para controlar el virus
Aunque los últimos sondeos reflejen las pocas chances de Julio Guzmán, candidato del Partido Morado, a acceder a la presidencia de la República, lo cierto es que su plan de gobierno plantea una mirada digital para contener la covid-19. Entre ellas, la generación de alertas a quienes estuvieron cerca de un caso positivo mediante herramientas digitales para la geolocalización, trazado automático y confidencial de los contactos y notificación en forma privada.
“Nuestra propuesta de valor es aprovechar al máximo las tecnologías de la información. El tratamiento más efectivo es la información. Así puedes tomar mejores decisiones. Además porque la salud que demora en llegar no es salud. Necesitamos saber dónde ocurren los casos, qué tan graves son y mapearlos en el menor tiempo posible”, dice Alfredo Urquiza, subsecretario a cargo del plan de gobierno y médico general especializado en la investigación farmacéutica.
Dos propuestas que van de la mano en su plan son la implementación de la receta electrónica y el registro de pacientes en farmacias locales mediante un convenio entre EsSalud y el Seguro integral de salud (SIS) con el objetivo de evitar que las personas tengan que ir a los hospitales.
Por otro lado, en su plan han considerado la implementación de un único sistema de salud. “Tenemos un sistema fragmentado donde existen pacientes de segunda clase que son tratados de manera distinta. El sistema debe unificarse. Lamentablemente las fuerzas políticas lo plantean desde hace años pero sin preocuparse en el cómo. El proceso requiere estandarizar carteras de servicio, la homologación del personal de trabajo y la elaboración de la historia electrónica para que la información fluya”, añade Urquiza.
Partido Popular Cristiano:
la creación de la carrera sanitaria
A pesar de estar rezagado en todos los meses de campaña, la participación de Alberto Beingolea en el último debate ha inyectado una leve dosis de esperanza en el Partido Popular Cristiano. En su plan de gobierno, el equipo de Beingolea plantea seis ejes, muchos de ellos propuestos por otras agrupaciones: un sistema unificado en salud, aumentar el presupuesto en salud al 6% del PBI, fortalecer el modelo de atención en salud vigente, fortalecer el primer nivel de atención, cerrar brechas en recursos humanos, infraestructura y equipamiento y fortalecer el recurso humano en salud mediante la creación de la carrera sanitaria.
Esta última medida es, con seguridad, la más novedosa. ¿A qué estaría orientada? A institucionalizar la meritocracia y las líneas de carrera en las profesiones del sector salud en los niveles estratégicos de dirección, así como en los niveles asistenciales y en los niveles de soporte del sistema sanitario.
Carlos Virú, candidato al Congreso y médico de urgencias en hospitales de alta complejidad en España, es el principal asesor en salud del Partido Popular Cristiano. “Se necesita una reforma estructural, y por ello es necesario unificar el sistema de salud. Pero no se trata de improvisar sino de fortalecer. El primer nivel de atención, la capacidad resolutiva, los procedimientos, el número de atenciones”. Virú considera que las redes integrales de salud son el futuro.
Avanza País:
el plan que ha omitido a la pandemia
Los últimos sondeos han catapultado a Hernando de Soto, el experimentado asesor que candidatea a la presidencia de la República por Avanza País, al grupo de los favoritos en este 11 de abril. De Soto, quien ha dicho en diversas entrevistas que le dará la potestad a las empresas privadas para comercializar las vacunas contra la covid-19, no tiene una ruta clara para afrontar la pandemia de cruzarse la banda presidencial.
Una de sus grandes propuestas es “mejorar el control de la pandemia”. Una vaguedad. Al igual que el candidato Rafael López Aliaga, su enfoque de la crisis sanitaria es económico: “Consolidar la reactivación económica y superar los niveles de producción y empleo pre-pandemia a mediados de 2022”. No hay una línea sobre monitoreo de infectados, vigilancia genómica, pruebas moleculares. Y sobre la salud en general asegura que aumentará progresivamente el presupuesto anual hasta alcanzar niveles promedio latinoamericanos, así como una cobertura no menor del 90% de la población con servicios públicos de salud.
Hace apenas un mes, De Soto sumó a su campaña al doctor Luis Solari, exministro de Salud y exprimer ministro durante el mandato de Alejandro Toledo. Solari, quien se define como un socialcristiano, hace unos años se mostró en contra de un proyecto de ley que proponía despenalizar el aborto en casos de violación. También ha rechazado el enfoque de género pues sostiene que viola los principios de la educación.
“Con las relaciones internacionales que tiene De Soto nosotros calculamos que es factible vacunar a todos los peruanos mayores de edad antes de fin de año”, declaró Solari al diario El Comercio. Relaciones que lograron que su candidato se vacunara gracias al Gobierno norteamericano, aunque insista en no revelar en que estado lo hizo. Solari, por cierto, postuló al Parlamento en las Elecciones Extraordinarias de 2020 por Solidaridad Nacional, cuando Rafael López Aliaga aún no le cambiaba de color al partido, pero ya lo lideraba.
De Soto ha dicho que tiene previsto dos programas para que los sectores públicos y privados puedan abastecer de vacunas al país. Y que uno de esos planes estará a cargo de Solari. Plan que se ejecutaría en un plazo no mayor a seis meses para vacunar a todo el Perú. “Se debe realizar rastreo a través de los celulares. Cuarentenas con la focalización debida. Control de las aglomeraciones. Lanzar vigilancia genómica”, enumera Luis Solari. Ninguna de esas ideas figura en el brevísimo plan de gobierno de De Soto. Claro, si recién se sumó hace un mes.