Luego del reportaje en el que evidenciamos la crisis del Cenares y los problemas en las compras de medicamentos esenciales, la Contraloría tomó acciones y constató en un reporte oficial la escasez de fármacos en los servicios de salud del país. Así, el 5 de julio le solicitó al ministro de Salud, César Vásquez, que informe las medidas adoptadas por su sector para enfrentar este grave problema que pone en riesgo la atención de 25 millones de afiliados al Seguro Integral de Salud (SIS).
La Contraloría verificó que al 3 de julio más de 8 mil establecimientos de salud del Minsa reportaban un substock de 70,918 medicinas (insuficientes para atender a los pacientes por más de dos meses) y el desabastecimiento de 30,790 medicamentos. La lista incluye sulfato ferroso para tratar la anemia; los antiinflamatorios ibuprofeno, paracetamol y naproxeno; y los antihipertensivos losartán potásico, nifedipino. También medicamentos para combatir las infecciones bacterianas, como tetraciclina, amoxicilina, ciprofloxacino, cefalexina y ampicilina.
Varios de estos medicamentos fueron mencionados por los usuarios de los servicios de salud con quienes reporteros de Salud con lupa conversaron para evidenciar el problema en las últimas dos semanas. “A mi esposo le han recetado losartán, amlodipino, espironolactona, atorvastatina y metformina para controlar su diabetes e hipertensión, pero en la farmacia no tienen ninguna”, dijo una usuaria desde el Hospital Las Mercedes de Chiclayo. “En este hospital falta de todo. Por ejemplo, no hay insulina NPH, tampoco insulina R. No hay gasas ni guantes”, comentó una trabajadora del Hospital Daniel Alcides Carrión de Huancayo.
El problema de escasez de medicamentos afecta también a los pacientes oncológicos y a las personas que viven con VIH. Recientemente, el Semáforo Oncológico alertó que a junio de este año por lo menos 44 medicamentos oncológicos no estaban disponibles en las postas y hospitales del país. Los colectivos de las personas que viven con VIH también han reportado la falta de antirretrovirales desde hace varias semanas.
En su informe, la Contraloría menciona que los servicios de salud carecían en total de 559 antirretrovirales y que 1,003 estaban en substock. La lista incluye dolutegravir + lamivudina + tenofovir, rifapentina, raltegravir y espironolactona. El desabastecimiento afecta la continuidad e inicio de los tratamientos de las personas que viven con VIH, “al ocasionar una falla terapéutica por la resistencia a dichos medicamentos y el posible aprovechamiento de enfermedades oportunistas como la TB o neumonía”, dice el órgano de control.
El Cenares, la central de compras del Ministerio de Salud, es responsable de la adquisición de medicamentos esenciales y dispositivos médicos a nivel nacional que necesitan los pacientes afiliados al SIS. Sin embargo, sólo compró 18 de los 586 productos programados para este año, porque se quedó sin presupuesto: los S/ 250 millones que recibió este año los utilizó, principalmente, para pagar las compras que hizo con retraso en 2023. Así quedó registrado en una reunión extraordinaria del pasado 19 de abril a la que asistieron 27 funcionarios del Minsa -entre ellos, el viceministro de Salud, Eric Peña, y el entonces director del Cenares, Iván Guillén- y que revelamos en Salud con lupa.
Para la Contraloría, esta reunión evidencia que el Ministerio de Salud tenía conocimiento sobre “la problemática para el abastecimiento de medicamentos esenciales a nivel nacional por parte del Cenares”. Más aún cuando autorizó a los establecimientos de salud a utilizar dinero de sus cajas chicas para comprar al menudeo de medicinas que no tienen y que necesitan sus pacientes. Por eso, le exige ahora al ministro César Vásquez que informe las medidas que adoptó para enfrentar el desabastecimiento de medicamentos a nivel nacional. La respuesta que la Contraloría espera del Minsa tiene un plazo: 12 de julio.
Los argumentos del ministro
Pese a que la mala gestión de la central de compras del Ministerio de Salud y la escasez de medicinas es una realidad que afecta a miles de pacientes, el ministro César Vásquez dijo hoy en La Libertad que se trata de una campaña financiada e impulsada por fuerzas oscuras y de intereses de las cadenas farmacéuticas.
En Salud con lupa rechazamos que exista intromisión alguna de farmacéuticas en nuestro trabajo. Al contrario, nosotros las investigamos. “Ha comenzado esta campaña financiada e impulsada por intereses oscuros. Las cadenas farmacéuticas no quieren que este mes aprobemos el reglamento de medicamentos genéricos”, dijo.
Los problemas en la central de compras del Ministerio de Salud ocasionaron que importantes adquisiciones de medicinas estén ahora en manos de los gobiernos regionales, como el propio ministro lo reconoció esta semana ante la prensa. Con esta medida existe el riesgo de que las compras se hagan con retrasos y a mayores precios, comparados a los que accedería a mayor escala el Cenares.
La mala gestión de la central de compras del #Minsa y la escasez de #medicinas es una realidad que afecta a miles de pacientes. Pero el ministro de Salud, César Vásquez, dice que es una campaña de fuerzas oscuras y de intereses de farmacéuticas. Esto es falso.🧵 pic.twitter.com/dOe63k9Mhl
— saludconlupa.com (@saludconlupa) July 12, 2024
