Robert Moncada ya tenía el pasaje comprado y el hospedaje reservado para venir a Lima a rendir el examen del concurso nacional de admisión al residentado médico cuando se enteró de que había sido excluido definitivamente. El médico de Ucayali se había inscrito para postular a una plaza de residente en la Universidad Ricardo Palma a través de la web. Moncada había enviado los documentos requeridos dentro del plazo y había recibido un mensaje de conformidad de la universidad.
Para su sorpresa, días después apareció en la lista de postulantes observados. La universidad le explicó que el archivo de su certificado de salud física no había cargado, pero que lo podría volver a enviar en la etapa de subsanación. “Yo llamé a la universidad y un chico muy amable me dijo ‘Doctor, mande el documento y aquí lo subsanamos’”, cuenta Moncada. Sin embargo, al día siguiente de enviarlo, recibió un correo de la institución donde le informaban que ese error era considerado “insubsanable”, por lo que estaba descalificado.
“Jamás nos especificaron qué documentos son subsanables o insubsanables”, se queja una médica que prefiere mantener su identidad en reserva. Ella presentó su postulación a través de la plataforma SIGESIN del Consejo Nacional de Residentado Médico (Conareme). Cuando estaba subiendo los archivos, se equivocó y envió uno del año anterior. Al darse cuenta de lo sucedido, trató de inmediato de reemplazarlo por el correcto. Pero la plataforma no le daba esa opción. “Nos dijeron que teníamos hasta el 2 de junio para subsanar. Uno entiende que va a poder corregir los documentos, así que pagué mis 100 soles, que es lo que cuesta la subsanación. Y al final me dijeron que no se podía hacer nada”, dice.
Estos dos casos son una muestra de los errores que han sido considerados como motivos de exclusión del residentado de este año. Luego de conocerse la lista de postulantes no aptos, más de doscientos de los médicos afectados se reunieron en un grupo de Whatsapp para realizar un reclamo conjunto. Documentaron más de cien casos y enviaron una carta al Jurado de Admisión de Conareme, pidiendo que se reconsidere su decisión y se precise qué errores sí son subsanables.
El grupo también se reunió con el decano del Colegio Médico del Perú, Raúl Urquizo Aréstegui, con el presidente de la Comisión de Salud del Congreso de la República, Hitler Saavedra Casternoque, y con asesores del ministro de Salud, Jorge López. “Hemos enviado documentos hace una semana a Conareme, solicitando que se pueda atender los reclamos de los más de 250 médicos que han sido excluidos del examen”, indicó Urquizo. Sin embargo, mañana, domingo 12 de junio, se llevará a cabo el examen nacional y aún no se les ha dado ninguna solución.
Errores de fondo
Otro grupo de postulantes han sido excluidos por falencias que no son responsabilidad suya sino del mismo sistema de salud. Es el caso de la médica Isela Rodriguez. Su inscripción fue descalificada ya que Conareme argumentó que entre sus documentos debía incluir una declaración jurada de renuncia a su puesto de trabajo. No obstante, desde febrero de este año Rodríguez no tiene ningún vínculo laboral.
Lo que sucede es que en el Registro Nacional del Personal de la Salud (INFORHUS) la médica aparece como trabajadora de un establecimiento, pues no está actualizado. Rodríguez dejó de trabajar en febrero precisamente para prepararse para el examen a tiempo completo. Ahora, Conareme la ha excluido por no presentar la renuncia a un trabajo que no tiene. La observación, claro está, también ha sido considerada insubsanable. “Les expliqué al respecto, que no tengo vínculo laboral, pero ellos respondieron que debí hacerlo [presentar la renuncia]. Los llamé en dos oportunidades pero se negaron a ceder”, cuenta.
Otro caso fue el de Roberto Choy, médico de Loreto que acudió al Hospital Regional para obtener su certificado de salud mental. El único psiquiatra del establecimiento firmó el documento. Choy comprobó en la página web de Sunedu que el profesional tenía todos sus títulos registrados, por lo que presentó el documento a la postulación. A pesar de ello, la Universidad Cayetano Heredia observó el certificado, señalando que el psiquiatra no contaba con Registro Nacional de Especialista.
Este correo, enviado luego que Choy les mandara la información de Sunedu, tiene como fecha el 2 de junio a las 11 p.m. Es decir, la última hora del día, del último día de subsanación. ¿En qué tiempo podría corregir la observación mencionada?
Aún así, Choy viajó inmediatamente a Lima y obtuvo un nuevo certificado en el Hospital Hermilio Valdizán. Lo envió a través del correo electrónico pero ya era muy tarde. Se había vencido el plazo. La institución no le volvió a responder.
Residentado para formar especialistas
El residentado médico es un programa de capacitación práctica de alrededor de tres años de duración, necesario para que el profesional pueda especializarse en un área de la Medicina. Esto es especialmente importante si tomamos en cuenta la gran brecha de especialistas a nivel nacional, problema que se hizo más tangible en el peor momento de la pandemia, cuando se requería con urgencia intensivistas.
La postulación al residentado se puede realizar a través de las universidades o a través de Conareme. No obstante, es Conareme la que organiza, dirige y supervisa el proceso de ingreso al residentado médico, según lo establecido en la Ley Nº 30453.
Al inicio del proceso de este año, las universidades estaban siendo más flexibles y alertaban de los errores a los postulantes para que pudieran subsanarlos a tiempo. No obstante, hay médicos excluidos del examen en las dos modalidades. De todos modos, Conareme presenta un porcentaje mayor de expedientes observados: aproximadamente el 15% del total de postulantes por esta modalidad (1375).
Ni bien terminó la etapa de inscripción, Conareme envió un oficio a todas las universidades para avisar que, de encontrar fallas en su labor —como aceptar documentos fuera de cronograma—, se recomendaría que, en el próximo concurso, la evaluación de sus expedientes pase a cargo del Jurado de Admisión del propio Conareme.
“Las universidades inicialmente permitían subsanar observaciones, pero luego que Conareme se comunica con ellos, ya comienzan a responder que no se puede hacer nada. Pero por cosas completamente burocráticas que no ameritan que a uno lo eliminen del concurso”, señala el doctor Michael Ortiz, uno de los voceros del grupo de postulantes excluidos.
Ortiz dejó su trabajo en el Seguro Social de Cajamarca hace seis meses para dedicarse exclusivamente a la preparación para el residentado de Inmunología. Varios de sus colegas que ahora pertenecen al grupo Whatsapp de los excluidos hicieron lo mismo. “Esto nos va a retrasar un año. Muchos se han dedicado exclusivamente a estudiar, han dejado de trabajar, han sacrificado el tema económico. Y ahora, por un documento insignificante que se debería poder subsanar, van a tener que descartar el proyecto de vida al que aspiraban”, dice Ortiz.
Cabe mencionar que cada postulación ha costado 368 soles, más un pago de 1018 soles para varias especialidades. En suma, más de 1300 soles por médico, y Conareme ya ha informado que no se devolverá el pago.