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Médicos en la emergencia por dengue: automedicarse aumenta el riesgo de hemorragias

Salud con lupa conversó con tres médicos infectólogos de Piura y Lambayeque que narran la crisis de los hospitales por la falta de personal especializado y de camas para atender los casos graves. Varios pacientes se complican por automedicación y hasta la fecha han muerto 131 personas.

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Pacientes con dengue en la Unidad de Vigilancia Clínica del Hospital de Sullana.
Foto: Hospital de Sullana

Dentro de una carpa del Hospital de Apoyo-II de Sullana, en la región Piura, dos enfermeras revisan la evolución de los pacientes que llegan con síntomas de alarma por dengue, una epidemia que se ha complicado en el Perú. Este espacio que sirvió antes para recibir a los infectados por covid-19 es ahora una de cuatro Unidades de Vigilancia Clínica (Uviclin) del hospital para recibir a los enfermos de la infección viral que causa la picadura del mosquito Aedes aegypti.  

“Las unidades de vigilancia clínica necesitan personal entrenado. Los pacientes con dengue que se complican necesitan ser monitoreados cada hora”, dice Luis Espinoza Venegas, médico infectólogo de este hospital donde hasta el jueves se habían contagiado de dengue 68 trabajadores de salud. Con estas bajas, el personal operativo está al límite para atender a los 10 a 15 pacientes que llegan a diario con complicaciones por esta enfermedad.

El doctor Espinoza, el único infectólogo del Hospital de Apoyo-II de Sullana, ha tenido que capacitar a 12 médicos generales que ahora están bajo su cargo. Siete fueron prestados de otras especialidades y cinco provienen de centros de salud de Sullana, pero aún así hacen falta más profesionales que ayuden a controlar y vigilar los síntomas de pacientes graves que presentan hemorragias y daños de los órganos.

Desde febrero, 20 regiones se encuentran en estado de emergencia para frenar los contagios de dengue. Los casos detectados sumaban 106 mil 179* en todo el Perú hasta la última semana de mayo, según el Ministerio de Salud. Esta cifra ha superado el número de casos reportados durante el brote de dengue durante el Fenómeno El Niño Costero en 2017.

Actualmente, el 90% de personas contagiadas tiene un cuadro leve de la enfermedad, pero 10% presenta complicaciones que requieren cuidados hospitalarios. Piura, Lima, Ica y Lambayeque son las regiones con más casos severos. Hasta la fecha, han muerto 103 personas por dengue en el país, de acuerdo al último reporte del CDC-Perú.

La implementación de Unidades de Vigilancia Clínica y la contratación de personal de salud temporal han sido las últimas medidas del Ministerio de Salud, pero el alto número de enfermos que llega a los hospitales hace que el personal especializado disponible se desborde. Esta semana, Salud con lupa conversó con tres médicos infectólogos de Piura y Lambayeque para conocer sus necesidades y recoger también las recomendaciones que necesitamos tomar en cuenta para cuidarnos de contraer la enfermedad. 

Aprender a identificar los signos de alarma 

Como no hay un tratamiento específico para el dengue, lo habitual es aliviar los síntomas de la infección: fiebre, tos (generalmente seca), dolores en los músculos y articulaciones, de cabeza y garganta, intenso malestar y abundante secreción nasal. "Contra ellos se prescribe a menudo paracetamol, pero deberían evitarse los antiinflamatorios como el ibuprofeno y la aspirina, porque aumentan el riesgo de hemorragia", explica el doctor Luis Espinoza. Esta advertencia aparece también en las guías de la Organización Mundial de la Salud (OMS). 

El médico señala que debemos prestar atención a los síntomas que se presentan en las tres fases del dengue porque cada una necesita un manejo distinto. Hay que tener en cuenta también que la mayoría de personas que contraen esta infección no tiene síntomas.

En la mayor parte de los casos, el enfermo se cura en una o dos semanas. No es necesario que acuda a un hospital, ya que puede controlar los malestares en casa con el analgésico acetaminofén (paracetamol), reposo e hidratación con sueros caseros, sopas de dieta, agua o sales de rehidratación oral. Pero a veces la enfermedad se agrava y requiere hospitalización.

Los signos de alarma que aparecen en la segunda fase del dengue son dolor abdominal, vómito persistente, hemorragias de las encías o la nariz, agitación, respiración acelerada y debilidad. Con este cuadro, se requiere atención hospitalaria urgente. Uno de los problemas que están viendo los médicos que reciben a estos pacientes está en las complicaciones que sufrieron por haberse automedicado.  

“Tenemos varios pacientes con hemorragia digestiva por abuso de paracetamol y naproxeno. Cuando tienen dolor en las articulaciones, comienzan con paracetamol, van a la farmacia porque no les pasa y les dan supracalm. Si siguen teniendo malestar, toman naproxeno”, dice el doctor Luis Espinoza.

Las complicaciones pueden desencadenar cuadros de dengue grave, como dengue hemorrágico o síndrome de choque por dengue. Esto ocurre cuando los vasos sanguíneos se dañan y tienen fugas, y cuando disminuye la cantidad de plaquetas en el organismo. Un estado que puede llevar al paciente a un sangrado interno, deterioro grave de los órganos e incluso la muerte. 

Cuadros que requieren hospitalización

La doctora Sofía Cavalcanti, infectóloga del Hospital de la Amistad Perú-Corea Santa Rosa II-2 de Piura, enfrenta la epidemia de dengue en su región junto a otros tres colegas que se turnan en la Unidad de Vigilancia Clínica. Cavalcanti, quien tiene diez años de experiencia en el manejo de enfermedades infecciosas, cuenta que hay pacientes que han llegado en estado grave luego de haber intentado llevar tratamientos domiciliarios aún cuando sus síntomas eran graves.

“Hay pacientes que contratan a alguien que les pueda poner suero por vía intravenosa sin siquiera saber cuánto volumen de suero hay que pasar por hora, sin controles para medir el volumen de glóbulos rojos en la sangre”, señala la doctora Cavalcanti.

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Los hospitales de Piura y Lambayeque carecen de médicos especializados para el manejo del dengue.
Foto: Minsa

La Unidad de Vigilancia Clínica del hospital Santa Rosa solo tiene doce camas y todo el tiempo están ocupadas. Para tratar de resolver el problema, hay pacientes con dengue que están hospitalizados en las camas de las salas de Ginecología, Pediatría y Emergencia. El personal de salud recibe entre 15 y 20 pacientes con dengue a diario, varios con urgencia de internamiento para salvar su vida.

Cuando no pueden hospitalizarlos en esta sede, se les refiere a los centros de salud Consuelo de Velasco, Los Algarrobos, San Clemente de La Unión y Catacaos que cuentan con Unidades de Vigilancia Clínica. Esos servicios, aunque corresponden al primer nivel de atención de salud, han sido adaptados para tratar a pacientes con dengue con signos de alarma. 

En abril, el Ministerio de Salud emitió dos decretos supremos para asignar S/34 '010,329 a las regiones declaradas en estado de emergencia e instalar 42 Unidades de Vigilancia Clínica, así como para contratar a 3,400 profesionales de salud y cubrir otros gastos para el manejo de la epidemia de dengue.

Sin embargo, a diferencia de otros hospitales del norte, el Hospital de Sullana no fue incluido en ese presupuesto. Mientras que el hospital Santa Rosa no recibió recursos para contratar personal de salud temporal. Esta epidemia nos ha recordado que más de tres años después de la pandemia de covid-19, la mayoría de hospitales del Estado sigue en una situación precaria: 225 de 247 hospitales no han mejorado su infraestructura y equipos, según un reciente diagnóstico oficial. 

Entrenar médicos contra el tiempo 

Desde hace once años, el doctor Miguel Villegas Chiroque trabaja en el Hospital Regional de Lambayeque y ha enfrentado anteriores emergencias por los fenómenos climáticos y los brotes de dengue. Sin embargo, Villegas dice que los casos que atiende por estos días son una carga diez veces mayor a la que vivó durante el Fenómeno El Niño Costero de 2017.  

Según los datos del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC) del Minsa, Lambayeque ha registrado 2382 casos de dengue, lo que representa un 50% más que la cifra de infecciones detectadas durante todo el 2017 en esa región.

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Al hospital de Lambayeque han llegado médicos de Iquitos para entrenar a sus colegas en dengue.
Foto: Geresa Lambayeque

Para entrenar el personal que falta en la atención de la epidemia, el infectólogo Miguel Villegas ha capacitado a otros médicos del hospital que han sido trasladados temporalmente a la Unidad de Vigilancia Clínica, pero el equipo especializado sigue siendo muy pequeño. En el Hospital Regional de Lambayeque hay dos infectólogos para guiar a los médicos generales que nunca antes han manejado casos de dengue.

Esta semana, Villegas recibió a dos colegas de Iquitos para capacitar al grupo. Al inicio, este hospital utilizaba los pasadizos del primer piso para atender los casos de dengue con signos de alarma que -hasta ese momento- eran pocos, pero a raíz de que el número de casos críticos aumentó, la sala de espera de Emergencias se convirtió en la Unidad de Vigilancia Clínica para casos de dengue.  

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La prevención y control del dengue se basan en el control de sus vectores. No hay un tratamiento específico para el dengue.
Foto: Minsa

“Preparar a los médicos generales y enfermeras para identificar si un paciente con dengue tiene signos de alarma o es un caso de dengue grave toma tiempo”, dice Villegas. Un tiempo escaso para que estén entrenados en el correcto monitoreo de los casos críticos, como evaluar el nivel de orina, la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la temperatura corporal en las extremidades para advertir si un paciente puede sufrir un síndrome de choque por dengue, una de las manifestaciones más graves de la enfermedad. 

Casos de coinfecciones 

En medio de la emergencia se están detectando también casos de coinfecciones de dengue con leptospirosis, influenza A (H1N1) y hepatitis. La fiebre es el principal síntoma que comparten estas enfermedades, pero el manejo del paciente se vuelve complejo. La leptospirosis es una enfermedad bacteriana que se puede contraer por contacto directo con la orina de los animales infectados. En las regiones de la selva, ya se han reportado casos de dengue y leptospirosis, pero en el norte del país suceden con menos frecuencia. “A un médico que no tiene experiencia viendo estos casos de coinfección, se le puede pasar por alto y si no se da  antibiótico para la leptospirosis, el paciente con dengue se puede complicar”, dice el doctor Luis Espinoza. 

Un paciente con dengue y leptospirosis o hepatitis puede sufrir fallas en distintos órganos y requerir una atención especializada. Por eso, cuando los médicos sospechan que un paciente con dengue tiene también síntomas de leptospirosis, deben evaluar la administración de antibióticos indicados para esta última enfermedad al mismo tiempo que monitorear los síntomas del dengue. 

El comportamiento de la actual epidemia de dengue ha sorprendido a varios médicos en Piura. La doctora Sofía Cavalcanti dice que, a diferencia del 2017, hay más casos de pacientes con inflamación del hígado y afectación del sistema nervioso debido al dengue. Un aumento en el número de personas que se han reinfectado de dengue podría explicar esta situación. 

En el Perú, circulan tres de los cuatro serotipos o variaciones del virus del dengue: DENV-1, DENV-2 y DENV-3. Cada una agrupa características diferentes y puede presentar variantes genéticas. Por esa razón, infectarse con un serotipo no genera anticuerpos para evitar la reinfección con otro. Esto podría estar detrás de las reinfecciones y complicaciones neurológicas, hepáticas y renales que sufren algunos pacientes, de acuerdo a una revisión sobre las manifestaciones atípicas en personas con dengue que se publicó en 2020 en la revista científica de la Universidad de Chile. 

La evolución de la actual epidemia de dengue en el país tendrá que ser evaluada pronto por las autoridades sanitarias para tener un panorama más claro de sus características y que puedan elaborarse respuestas más adecuadas y oportunas.

*Cifras actualizadas hasta la semana epidemiológica 22, de acuerdo al Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC) del Minsa.

Los grupos más vulnerables 

Las embarazadas, los menores de edad, personas adultas mayores, personas con enfermedades crónicas como hipertensión arterial, daño renal y diabetes tienen mayor riesgo de sufrir un cuadro de dengue con signos de alarma. En esos casos, se recomienda que acudan a un hospital tan pronto como aparezcan los síntomas de sangrado, dolor abdominal y vómitos. 

Los niños demandan un tiempo más corto de vigilancia por parte del médico para evitar complicaciones. Además de fiebre, es muy común que estén irritables, lloren constantemente y tengan diarreas.

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