El 2022 "ha de ser el año en el que termine la pandemia de COVID-19, pero también el comienzo de una nueva era de solidaridad", señaló hoy el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Al evaluar el segundo año de pandemia en la que posiblemente será su última rueda de prensa de 2021, Tedros afirmó que "fueron 12 meses muy duros para todos, pero no podemos permitir que sea un año echado a perder", por lo que pidió que la comunidad global aprenda las lecciones de un año en el que murieron más de 3,5 millones de personas por covid-19, más incluso que en 2020.
"El año 2021 nos dio muchas razones para tener esperanza, en forma de vacunas que indudablemente salvaron muchas vidas, pero por otra parte la desigualdad en el reparto de dosis costó también muchas vidas", afirmó.
"La COVID-19 continúa causando unas 50.000 muertes por semana y a medida que ómicron va convirtiéndose en la variante dominante tenemos que tomar precauciones extra", advirtió el experto etíope.
La mitad de países logra 40 % de vacunados a fin de año
Sólo la mitad de los países del mundo han conseguido llegar a la meta que había fijado la OMS de vacunar al menos al 40 % de sus poblaciones contra la covid-19 antes de final de año. Este fracaso en los objetivos se da "mientras algunos países distribuyen vacunas de refuerzo para toda su población", denunció el máximo responsable de la OMS, quien a mediados de este año ya había pedido a los países más avanzados en la vacunación que retrasaran los planes de administración de dosis suplementarias.
Tedros también aseguró que con una mejor distribución, los más de 8.000 millones de dosis hasta el momento administradas en todo el mundo habrían bastado para alcanzar el 40 % deseado en todos los países, priorizando a grupos de riesgo tales como trabajadores sanitarios, personas mayores o con determinadas dolencias. "Es difícil de entender cómo es posible que, un año después de que las primeras vacunas contra la COVID-19 se desarrollaran, tres de cada cuatro trabajadores sanitarios en África estén todavía sin vacunar", agregó.
Pese a todo, el director general subrayó que poco a poco el programa COVAX, con el que la OMS redistribuye vacunas sobre todo en países en desarrollo, tiene cada vez más suministro, está acelerando su reparto, y en los últimos tres meses ha podido enviar unos 400 millones de dosis, aproximadamente la misma cantidad que en los seis meses anteriores. "Nuestros análisis indican que el suministro de vacunas será suficiente como para poder vacunar a toda la población global y dar dosis a todos los grupos de riesgo en el primer trimestre de 2022", proyectó Tedros.
Aunque la tasa media de vacunación en el mundo supera el 56 %, en los países de bajos ingresos ese porcentaje cae al 8 %, de acuerdo con los datos de las redes sanitarias nacionales. Entre los países con tasas de vacunación más alta en el mundo figuran Emiratos Árabes (90 % con pauta completa), Portugal (89 %), Singapur (87 %), Chile (85 %), Cuba (83 %), Corea del Sur (82 %) o España (80 %).
La mayoría de hospitalizados no se vacunaron
La "vasta mayoría" de las actuales hospitalizaciones y muertes por covid-19 en el mundo son de personas no vacunadas. "Debemos tener muy claro que las vacunas se mantienen efectivas tanto contra la variante delta como la ómicron del coronavirus", subrayó Tedros."Debe ser prioritario alcanzar un 40 % de tasas de vacunación en todos los países lo antes posible, y que esa tasa alcance el 70 % antes de mediados de año", añadió.
Tedros reiteró su oposición a los programas generalizados de administración de dosis de refuerzo a toda la población, advirtiendo que "podrían prolongar la pandemia en lugar de ponerle fin" ya que desvían el suministro que debería ir a países con bajos índices de inmunización contra la covid-19. Pese a ello, una de cada cinco dosis administradas actualmente en el mundo es de refuerzo o adicional.