Cuando el presidente Francisco Sagasti deje Palacio el 28 de julio y su Gobierno de transición haya concluido, el plan de vacunación que inició en febrero apenas habrá alcanzado la disponibilidad de apenas 20% del total de dosis que adquirió para inmunizar a todos los peruanos. El Plan Nacional Actualizado de Vacunación contra la covid-19 publicado hoy jueves 15 de abril en el boletín del diario El Peruano señala que, de acuerdo a la disponibilidad del mercado internacional, hasta el mes en el que el país cumplirá los 200 años de su independencia tenemos asegurada la recepción de 9.3 millones de dosis.
La mayor cantidad le corresponde a Pfizer, la vacuna de mayor efectividad que necesita una cadena de frío óptima: 6 millones en promedio. Le sigue 2.1 millones de dosis de Pfizer y AstraZeneca adquiridas bajo el mecanismo Covax Facility y finalmente un millón de vacunas de Sinopharm.
Recién en el segundo semestre del año, entre agosto y diciembre, se espera el arribo del 80% restante: 14.2 millones de dosis de Pfizer, 14.04 millones de AstraZeneca y otros 11.07 millones del programa Covax Facility. Un panorama preocupante que es el resultado de retrasos, negligencias e intereses. El resultado de cinco ministros de Salud y tres presidentes de la República en un año. Y, claro, del escándalo más desolador de un ensayo clínico en el mundo: el Vacunagate, la inoculación secreta de 470 funcionarios y personas influyentes.
Si bien el ministro de Salud, Óscar Ugarte, ha señalado que las negociaciones con el Fondo Ruso de Inversión por la vacuna Sputnik V de Gamaleya, así como Moderna, Johnson & Johson, Sinovac y Curevac sigue en pie, el documento es concluyente. En buen cristiano: el proceso de vacunación que por estos días se ha propuesto vacunar a todos los adultos mayores de 80 años de Lima y Callao (para luego continuar en provincias) no habrá protegido al grueso de la población como se había sostenido. Y por lo tanto, el descenso de infectados y fallecidos demorará más de lo previsto.
Será el próximo presidente de la República quien deba asumir un proceso de vacunación inconcluso, y acaso una tercera ola de contagios. Y aunque la adquisición depende de la disponibilidad en el mercado internacional, la política de distribución y aplicación recaerá en sus manos. ¿Serán las vacunas un bien gratuito y universal o por el contrario será un bien comercializado por el sector privado? Un escenario que quedará más claro luego del 6 junio cuando se lleve a cabo la segunda vuelta entre Pedro Castillo (Perú Libre) y Keiko Fujimori (Fuerza Popular).