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¿Por qué los carbohidratos y el azúcar hacen que me duela la cabeza?

Una investigación reciente sugiere que lo más probable es que no sean los alimentos los que causen las migrañas, sino que sean las migrañas las que provoquen que las personas coman ciertos alimentos y que las desencadenen.

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Los expertos afirman que podemos estar equivocados respecto a lo que pensamos de los desencadenantes alimentarios de las migrañas y otros tipos de dolores de cabeza.
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Es habitual que las personas noten que les duele la cabeza después de comer ciertos alimentos, sobre todo, los abundantes en azúcar o carbohidratos refinados, como el pastel de chocolate o la pasta, están entre los sospechosos habituales. "Estos suelen ser señalados por las personas que padecen migrañas porque son desencadenantes de su dolor", dice Peter Goadsby, profesor de neurología del King’s College de Londres y de la Universidad de California en Los Ángeles.

A diferencia de los dolores de cabeza comunes causados por la tensión, y que la mayoría de la gente padece de vez en cuando, las migrañas (que se calcula que afectan al 18 por ciento de las mujeres y al 6 por ciento de los hombres cada año en Estados Unidos) son mucho más debilitantes, explica Rashmi Halker Singh, profesora adjunta de neurología y especialista en medicina del dolor de cabeza en la Clínica Mayo en Scottsdale, Arizona.

En un análisis de estudios publicado en 2018, los investigadores llegaron a la conclusión de que cerca del 30 por ciento de los pacientes que consumían determinados alimentos o tenían algunos hábitos alimenticios que les provocaban dolor de cabeza; sin embargo, una investigación reciente de Goadsby y otros sugiere que lo más probable es que no sean los alimentos los que causen las migrañas, sino que sean las migrañas las que provoquen que la gente coma ciertos alimentos.

En la fase inicial de un ataque de migraña (la fase premonitoria o pródromo, que puede comenzar entre unas horas y unos días antes de la fase del dolor de cabeza) las personas pueden presentar síntomas como fatiga, niebla mental, cambios de humor, sensibilidad a la luz, rigidez muscular, bostezos y aumento de la micción, explica Goadsby.

Durante este tiempo, las resonancias magnéticas cerebrales han demostrado que se activa el hipotálamo, una región del cerebro que regula el hambre, lo que hace que a la gente se le antojen ciertos alimentos. “Está bastante claro que esta zona cambia su actividad antes de que empiece el dolor”, dice Goadsby. Algunas personas quieren botanas saladas o sabrosas, mientras que a otras se les antojan los dulces y el chocolate.

Entonces, después de satisfacer su antojo y de que comienza la fase de dolor de cabeza de la migraña, es natural que la gente se pregunte si algo de lo que comió contribuyó al dolor, explica Halker Singh. “A veces las personas me dicen: ‘Comí un poco de chocolate y poco después comenzó mi ataque de migraña’”, lo que los lleva a suponer que el propio chocolate desencadenó el dolor de cabeza. No obstante, también pudo ocurrir que “el antojo de comer chocolate haya sido en realidad el inicio del ataque de migraña”, comenta Halker Singh.

El chocolate se encuentra entre los alimentos más señalados como desencadenantes de las migrañas, pero en un análisis de estudios publicado en 2020 en la revista científica Nutrients, los investigadores llegaron a la conclusión de que no había pruebas suficientes para afirmar que el chocolate puede causar migrañas. En el escenario anterior, dice Goadsby, la persona probablemente habría tenido dolor de cabeza tanto si comía el chocolate como si no lo hacía. Por lo tanto, si se te antoja una golosina durante las primeras etapas de un dolor de cabeza, dice, puedes disfrutarla.

Si sueles tener antojos de comida antes de las migrañas, sigue siendo una buena idea tomar nota de ellos, junto con otros síntomas de la fase prodrómica, para poder prepararte para lo que viene. Podrías aprovechar ese momento para buscar tu medicamento para la migraña y decidir acostarte temprano, anota.

Margaret Slavin, profesora adjunta de nutrición y estudios alimentarios en la Universidad George Mason, señala que los alimentos con alto contenido de azúcar o carbohidratos refinados también pueden provocar un pico de glucosa en sangre, lo que lleva a “una respuesta exagerada de la insulina”. La insulina ayuda a normalizar el azúcar en la sangre, pero un exceso de insulina puede sobrepasar el objetivo y provocar un descenso en los niveles de azúcar. A esto se le denomina hipoglucemia reactiva, y el dolor de cabeza es uno de sus síntomas, junto con la sensación de debilidad, temblor, cansancio y aturdimiento.

En el caso de las personas que padecen migrañas, también es posible que llevar con regularidad una dieta abundante en azúcares refinados y carbohidratos procesados pueda aumentar los niveles de inflamación en su cuerpo y hacerlos más susceptibles a los ataques, afirma Slavin. Hay algunas investigaciones reducidas que sustentan esta idea y podría valer la pena intentar reducir el azúcar añadido y consumir en cambio alimentos antiinflamatorios como las frutas, las verduras, los frutos secos, los frijoles, los cereales integrales y el pescado.

Saltarse las comidas y el ayuno también son factores desencadenantes de la migraña, por lo que Halker Singh les aconseja a sus pacientes que coman de manera regular y nutritiva, además de dormir lo suficiente, hacer ejercicio con regularidad y controlar el estrés.



c.2022 The New York Times Company

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