Un informe publicado por la Contraloría en junio revela que tres redes prestacionales del Seguro Social de Salud (EsSalud) no tienen medicamentos suficientes para tratar a los pacientes con cáncer y aliviar sus síntomas. Esto pone en riesgo su salud, ya que una demora en el inicio de la terapia o su interrupción disminuye la posibilidad de que se recuperen y recorta su calidad de vida.
La Defensoría del Pueblo ha venido alertando de la falta de medicamentos para el tratamiento del cáncer desde inicios de año. A través de una nota de prensa, la entidad comunicó que había mantenido reuniones de trabajo con el Ministerio de Salud (Minsa) y con EsSalud en las que se conversó sobre las medidas que estaban adoptando para hacer frente a este problema. Sin embargo, en mayo la escasez continuaba. “Los resultados de nuestras supervisiones evidencian que estas medidas no son suficientes, pues persisten los problemas de desabastecimiento”, precisó la entidad.
El 14 de junio la Contraloría General de la República emitió un informe a partir de una evaluación realizada al suministro de medicamentos oncológicos en el Hospital Nacional Edgardo Rebagliati, Hospital Nacional Guillermo Almenara y Hospital Nacional Alberto Sabogal. La institución solicitó los stocks hasta el 20 de mayo de medicamentos oncológicos incluidos en el Petitorio Farmacológico de EsSalud, que cuenta con 82 items.
Los principales medicamentos agotados o con stock crítico —es decir, una cantidad que no podría cubrir la demanda de dos meses— fueron ciclofosfamida, que se usa para linfomas, mieloma, leucemias y cáncer oftalmológico en niños; docetaxel, que sirve para tratar cáncer de seno, de pulmón, de próstata, de estómago y de cabeza; filgrastim, que se emplea para evitar infecciones y fiebres provocadas por la quimioterapia; ifosfamida, para cáncer testicular, de cuello uterino, sarcomas y linfomas; paclitaxel, para el tratamiento de cáncer de ovario, de pulmón y otro tipo de tumores cancerosos sólidos; y etoposido, para el tratamiento de un determinado cáncer de pulmón.
En el Hospital Rebagliati se encontró que había un desabastecimiento de 17 medicamentos: 10 de ellos eran agentes quimioterápicos, 2 productos paliativos y 5 biológicos. Algunos de los fármacos son el ciclofosfamida, cisplatino, interferón alfa 2b, docetaxel, carboplatino, entre otros. Asimismo, el hospital tenía un stock crítico de 19 medicamentos.
La Contraloría detectó que el Hospital Almenara se encontraba desabastecido de 19 medicamentos oncológicos. De hecho, el fármaco mitomicina de 20mg estaba agotado desde el 14 de febrero de 2020, y melfalán de 50 mg, desde el 17 de diciembre del 2021. A través de una verificación al almacén del hospital, se comprobó que 4 medicamentos tenían un stock crítico. Finalmente, en el Hospital Sabogal, la Contraloría identificó 23 medicamentos agotados, entre ellos, 21 quimioterápicos, 1 biológico y 1 inmunoterapia. Además, 18 fármacos estaban con stock crítico.
EsSalud indicó a este medio que esta situación se debe a la crisis económica mundial por la pandemia, que generó escasez de materias primas, problemas de fabricación y de transporte internacional que repercutieron en el mercado nacional. Además, que la reactivación de los servicios de salud para poder atender toda la demanda no atendida durante la emergencia ha originado que se incrementen las atenciones, y a su vez, que aumente el consumo de medicamentos.
“Algunos compromisos contractuales se vieron afectados, en el sentido [de] que los proveedores señalaron imprevistos para la continuidad de las atenciones, ya sea por una limitada capacidad de atención por parte de sus propios proveedores, producto de las crisis sanitarias, o el personal para el desarrollo de actividades presenciales en las plantas de fabricación”, precisó EsSalud.
Carlos Almonacid, jefe del Programa del Derecho a la Salud de la Defensoría del Pueblo, comentó que desde finales del año pasado se ha monitoreado el desabastecimiento tanto en el Minsa como en EsSalud. “Según la versión que tuvimos del Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos en Salud (Cenares) del Minsa, como existen problemas de desabastecimiento en EsSalud y las sanidad de las fuerzas armadas, esa población estaría acudiendo a los establecimientos de salud del Minsa y de los gobiernos regionales. Entonces, se está incrementando la demanda, y la proyección que se tenía parece indicar que va a ser insuficiente para las siguientes semanas”, señaló.
En una reunión que la Defensoría mantuvo con los encargados de la Central de Abastecimiento de Bienes Estratégicos (Ceabe) de EsSalud, la institución les explicó que, además de los problemas logísticos de los proveedores nacionales, el desabastecimiento también respondía a las modalidades de compra. Por ejemplo, en las subastas inversas debe haber dos proveedores según el reglamento. Sin embargo, se presentaba uno solo o ninguno, por lo que el proceso se tenía que volver a realizar y esto demoraba meses. “En ese aspecto, nos preocupó que Essalud no se juntara con el Minsa para participar de la compra internacional que realizaron. Nos dijeron que fue por unos problemas normativos”, cuenta Almonacid.
EsSalud indicó a Salud con lupa que el problema de desabastecimiento “se viene superando” ya que en el transcurso de los próximos días ingresarán a los almacenes órdenes de compra de los productos oncológicos desabastecidos o en condición de críticos. No precisó qué medicamentos y en qué cantidades. No obstante, sí detalló las acciones que se ha tomado para revertir la situación.
Se afirmó que Ceabe está gestionando procesos abreviados de compra en coordinación con las redes asistenciales; además de reunirse con los productores e importadores de productos farmacéuticos para conocer qué obstáculos les impiden participar en los procesos. También, se afirmó, sin mayores precisiones, que se ha sostenido reuniones con representantes de algunas embajadas para facilitar el acceso a los productos escasos. Asimismo, se ha gestionado una autorización excepcional de importación ante la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid), para adquirir en el extranjero aquellos medicamentos oncológicos que no se encuentran en el mercado nacional.
EsSalud comentó que viene coordinando permanentemente con Cenares para “un apoyo recíproco de productos farmacéuticos”, lo que significa que está recibiendo medicamentos del Minsa para cubrir la demanda. De hecho, Almonacid, adjunto de la Defensoría, contó también que en la última reunión que mantuvieron con Cenares, el 22 de junio, se les informó que EsSalud había requerido un nuevo préstamo de medicamentos oncológicos.
La Defensoría resalta la necesidad de que la Ley Nacional del Cáncer se termine de implementar, ya que su reglamento ha establecido mecanismos más eficientes e innovadores para comprar medicamentos del petitorio.
“Pero eso no se puede implementar en tanto no se aprueban varios instrumentos como la conformación de algunos equipos, el tema de evaluación de tecnologías, el tema de un umbral para saber qué medicamentos pueden entrar por determinados mecanismos de compra. Con ello, a futuro, se podría solucionar la incorporación de nuevos medicamentos y su compra de manera mucho más oportuna”, explicó Almonacid.
El desabastecimiento de medicamentos es una de las maneras en que la pandemia ha afectado a los pacientes con cáncer. Según el Observatorio Global de Cáncer (Globocan) 2020, en Perú se diagnostican 70 mil casos nuevos y fallecen 35 mil personas cada año por esta enfermedad. De acuerdo con el Centro de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC), hasta el 2019 el cáncer era la principal causa de muerte en el país.
Este año, por el Día Mundial contra el Cáncer, asociaciones de pacientes como Con L de Leucemia, Lazo Rosado, entre otros, publicaron la encuesta nacional El cáncer no espera. Los resultados mostraron que el 60,6% de pacientes oncológicos mayores de 18 años experimentó el retraso o suspensión de su atención durante la emergencia sanitaria. Asimismo, el 41,3% indicó que no estaba recibiendo el mejor tratamiento para su enfermedad, y de ellos, un 35% lo atribuyó al desabastecimiento de los fármacos.