De los cuatro estudios que han realizado investigadores peruanos para evaluar la efectividad de la vacuna de Sinopharm y derrumbar los mitos sobre su poca protección frente a la covid-19, el primero en ser publicado hace unos días fue el liderado por el Instituto Nacional de Salud (INS), en colaboración con el Instituto de Evaluación de Tecnologías en Salud (IETSI) de EsSalud y la Universidad Científica del Sur. Esta investigación realizada en 398 110 trabajadores de la salud ha demostrado que esta vacuna tiene un 94% de efectividad para evitar las muertes por el coronavirus.
Para el epidemiólogo Percy Mayta-Tristán, integrante del equipo de estudio, este porcentaje de efectividad se encuentra en el mismo rango de otras vacunas que ya vienen siendo aplicadas a nivel internacional, razón por la que considera que la vacuna de Sinopharm sí salva vidas.
El estudio también analizó la efectividad en los vacunados con dos dosis para evitar la muerte por toda causa. Esto porque al ser un país con exceso de muertes por covid-19 podrían haber más fallecidos que los contabilizados. La efectividad para evitar la muerte por toda causa fue de 90.1%; es decir, un porcentaje similar al de la prevención de muertes por coronavirus. Ambos son considerados altos.
Sin embargo, la efectividad para prevenir la infección por SARS-CoV2 fue de 50.4%.“Es (un porcentaje) bajo, pero cumple con el estándar requerido por la Organización Mundial de la Salud (que es del 50%)”, se detalla en la investigación, realizada entre el 9 de febrero y el 30 de junio, en el contexto de la segunda ola de la covid-19, en la que predominó la circulación de las variantes Lambda y Gamma.
“Estas variantes tienen características de escape inmunológico. Por eso consideramos que podría ser un motivo para la baja prevención frente a la infección. En otras partes del mundo, las vacunas tienen porcentajes similares frente a la infección y el riesgo de muerte”, detalló el epidemiólogo.
En Argentina, por ejemplo, la vacuna de Sinopharm ha registrado una efectividad de 84% para prevenir muertes en su población de vacunados mayores de 60 años.
La efectividad indica qué tan bien funciona una vacuna para prevenir la enfermedad sintomática, grave o muerte en la población en general. Y se diferencia de la eficacia porque esta es medida como parte de un ensayo clínico, es decir con voluntarios en condiciones controladas de salud, edad o sexo.
Sin embargo, la vacuna de Sinopharm también ha obtenido un porcentaje alto (78.1%) de eficacia en ensayos clínicos fase 3 en los Emiratos Árabes, Bahréin, Egipto y Jordania.
La importancia de la aplicación de las dosis también es evidenciada en este estudio. La efectividad para prevenir la infección en los vacunados con una sola dosis es de 17.2% y para evitar las muertes por covid-19, es de 46.3%. Para prevenir la muerte por todo tipo de causas, la efectividad es de 51% en los parcialmente inmunizados. Es decir, un porcentaje mucho menor comparado al que se obtendría cuando se recibe el esquema completo.
“Queda claro que no es agua destilada. Ante una tercera ola, lo ideal es que nos encuentre con la mayor cantidad de población vacunada”, explicó Lely Solari, médica infectóloga del INS e investigadora principal del estudio.
Más variables
Inicialmente, el estudio pensó analizar a los más de 600 mil trabajadores de salud, entre los que recibieron la vacuna, y los que no fueron inmunizados. Sin embargo, se descartaron algunas personas que no contaban con información completa en sus registros, ya sea sobre comorbilidades, ocupación y otros factores. Entonces la cifra con la que se trabajó la investigación fue de 398 110, de los que 61 248 no estaban vacunados, 33 743 recibieron una dosis y 303 119 las dos dosis.
Con estas personas se midieron variables de edad, género, antecedentes de infección por covid-19, grupo profesional, región de procedencia y comorbilidades (obesidad, enfermedad pulmonar, diabetes, hipertensión y cáncer).
De estos grupos, el más alto porcentaje fue dado a quienes ya habían padecido la covid-19. En ese caso, la vacuna de Sinopharm ofreció un 81.2% de efectividad a los que se vacunaron con solo una dosis frente al riesgo de muerte por covid-19. Y de 95.9%, a los que tienen dos dosis.
Los que no tuvieron una infección previa, la protección frente a la muerte fue de 35.5%, para los que recibieron una dosis, y de 93.5%, para los que tenían el esquema completo.
El porcentaje más bajo se muestra en los vacunados que padecen alguna comorbilidad. Con una sola dosis, la efectividad fue de 48%, y con dos dosis, de 88 a 89%. La vacuna también tiene un similar efecto en los mayores de 60 años, en los que se tuvo una efectividad de 55.3% en los vacunados parcialmente, y de 91.1%, en los que tienen dos dosis.
Percy Mayta-Tristán aseguró que no pudieron estudiar de qué manera la vacuna de Sinopharm enfrenta el riesgo de una enfermedad grave porque no les brindaron los datos.
El estudio recuerda que ante el no tan alto porcentaje de la vacuna de Sinopharm frente a la prevención de la infección, se podría considerar la aplicación de una tercera dosis, pero siempre y cuando se haya conseguido que gran parte de la población ya haya recibido sus dos dosis.
El epidemiólogo recuerda que no existe ningún estudio científico que avale una tercera dosis y que si se aplica un refuerzo podría darse sólo en los trabajadores de salud, que se exponen a diario al contagio de covid-19, pero cuando hayan pasado seis meses desde su segunda dosis, lo que todavía se cumpliría en el mes de setiembre.
La investigación, que está aprobada por la Comisión Institucional de Ética del Instituto Nacional de Salud, se presentó a manera de un informe técnico y aún no ha sido revisada por pares, pero se espera su pronta publicación en una revista científica.