Perú es el país con la tasa más alta de niños y adolescentes en orfandad durante la pandemia. De acuerdo a un estudio publicado en la revista The Lancet, se estima que más de 98 mil menores en nuestro país perdieron a sus padres o cuidadores por la covid-19 hasta abril del 2021. Esta cifra, ya bastante alta, crece si se considera a quienes quedaron huérfanos por otras causas en estos dos años de emergencia sanitaria. Y ese es el nuevo objetivo del Gobierno y un grupo de parlamentarios: incluirlos a todos.
Hace ocho meses, se entrega a nivel nacional una pensión de orfandad que consiste en 200 soles mensuales para los niños y adolescentes cuyo padre o madre murió por coronavirus. “Se pide el certificado de defunción a causa del covid, pero ustedes saben bien que muchos compatriotas murieron en sus casas y no cuentan con eso. Por eso nosotros estamos sacando este requisito”, señaló la ministra Anahí Durand ante la comisión de la Mujer del Congreso.
Ese es uno de los cambios propuestos en el proyecto de ley que presentó el Poder Ejecutivo el 10 de noviembre con carácter de urgencia. Así, la pensión podría ser entregada a los niños que quedaron huérfanos durante la emergencia sanitaria, sin importar la causa. La iniciativa también plantea ofrecerles acompañamiento socioemocional y psicológico, y crear un Registro Único de Niños, Niñas y Adolescentes en Situación de Orfandad.
Dos proyectos con fines similares fueron presentados ese mismo mes. Uno es de autoría de la congresista Elizabeth Medina (Perú Libre), presidenta de la comisión de la Mujer. El otro fue elaborado por la comisión especial multipartidaria de Protección a la Infancia, cuya presidenta es la congresista Flor Pablo (Partido Morado).
El 13 de diciembre la comisión de la Mujer aprobó un dictamen para estas tres iniciativas, pero ya que el proyecto de la congresista Elizabeth Medina fue enviado a la comisión de Presupuesto, ahora los tres están siendo evaluados por ese grupo parlamentario.
“Lamentablemente no pueden dictaminar solo el que llegó, porque (sobre ese proyecto) la opinión del MEF [Ministerio de Economía y Finanzas] no ha sido favorable. Ese es el cuello de botella en que nos encontramos”, explica la parlamentaria Flor Pablo a Salud con lupa. Teniendo en cuenta que el proyecto del Ejecutivo sí cuenta con el visto bueno del ministerio de Economía, esperan que las tres iniciativas agrupadas logren dictamen pronto en esa comisión y puedan pasar a debate en el Pleno del Congreso.
Sin embargo, falta poco más de una semana para que termine la actual legislatura del Congreso, y no es seguro que la ley a favor de los huérfanos en Perú llegue a la agenda del Pleno en ese tiempo. Teniendo en cuenta el tiempo que toman las semanas de representación y otros procedimientos, la ley podría aprobarse recién en febrero o marzo.
Mientras tanto, se seguirá entregando la pensión a las familias que ya han presentado su solicitud al Programa Integral Nacional para el Bienestar Familiar (Inabif), pero no se podrá ampliar ese beneficio al total de huérfanos por la pandemia. Tampoco se podrá brindar a todos ellos el acompañamiento social y psicológico que necesitan. Es decir, que la asistencia que recibe este grupo vulnerable seguirá teniendo limitaciones.
Mejoras necesarias
Cuando Zoila* quiso conseguir la pensión de 200 soles para sus dos hijos, no esperaba que el trámite demoraría seis meses. Se había mudado a Lima luego de que su esposo falleciera por covid-19 en Ucayali en febrero del 2021 y trabajaba casi todo el día, así que la única manera que tenía de presentar la solicitud era a través de la página web del Inabif, y solo tenía internet en su celular.
Incluso con la ayuda de su cuñado, Zoila tardó días en poder hacer la solicitud, porque no entendía cómo subir los documentos a la plataforma virtual y la página web le arrojaba un error en el registro de sus datos. Finalmente, le confirmaron por correo electrónico que su solicitud había sido presentada. Era la segunda semana de abril.
Medio año después, en octubre, su nombre aún no había aparecido en los padrones de beneficiarios de la pensión de orfandad. Luego de muchas llamadas y mensajes de consulta, supo el motivo: Inabif no lograba verificar la muerte de su esposo en el Sistema Nacional de Defunciones (Sinadef). Zoila había enviado la constancia de defunción, pero Inabif no encontraba el registro en el sistema. Fue necesario que ella se comunicara con la mesa de ayuda del Sinadef para comprobar que sí existía el registro. Por fin, su hijo de cuatro años y su hija de diez fueron incluidos en el padrón de noviembre y diciembre.
Desde abril del año pasado, Salud con lupa ha recibido decenas de mensajes sobre las trabas en los trámites para solicitar la pensión de orfandad; en muchos casos por las dificultades para conseguir la documentación requerida. Esa situación no pasó desapercibida para el Ministerio de la Mujer, tal como se refleja en la iniciativa que presentó en noviembre, que elimina el requisito del certificado de defunción por covid-19.
“Haciendo una reflexión más profunda, la idea es que esta asistencia económica pueda ser cubierta para cualquier niño, niña o adolescente en estado de orfandad debido a cualquier causal. Esa es la primera pata del proyecto de ley”, señala la viceministra de Poblaciones Vulnerables, Lina Arenas, en conversación con este medio.
Según informó la ministra Anahí Durand en conferencia de prensa el día jueves, se busca atender a una población de 83 664 niños y adolescentes huérfanos por la pandemia, ya sea que sus padres hayan fallecido por covid-19 o por otros motivos.
Hasta la fecha, la pensión de orfandad ha alcanzado a 18 096 beneficiarios, la mayoría de los cuales tiene entre 12 y 17 años. Para este año, se proyecta llegar a 25 099 menores. La inversión calculada para ese objetivo es de S/ 66 millones, que estarían dirigidos en mayor parte a continuar con la pensión, pero también a brindar un acompañamiento integral a los huérfanos y a sus familias.
Atención para el duelo
En los 21 meses desde que se declaró la emergencia sanitaria en Perú, miles de niños y adolescentes vieron a sus padres, madres o abuelos salir de casa para ir a un hospital, sin regresar. Otros los vieron morir en sus hogares. Esa fue la experiencia de al menos uno de cada cien menores en nuestro país. En medio de ese dolor, sumado a la necesidad, la pensión de orfandad ofrecida por el Estado resultó un apoyo necesario para las familias. Sin embargo, otra respuesta se hacía necesaria.
De acuerdo a los investigadores que elaboraron el estudio global publicado en The Lancet sobre orfandad asociada a la covid-19, los niños que pierden a sus cuidadores primarios tienen riesgos más altos de experimentar problemas de salud mental, violencia física, emocional y sexual, y pobreza en su familia. A su vez, estas condiciones elevan el riesgo de suicidio, embarazo adolescente, VIH, sida y enfermedades crónicas.
En el especial Crecer sin padres, Salud con lupa conversó con más de cuarenta familias que sufrieron la pérdida de un ser querido en la pandemia. Cada historia, aunque distinta, tenía al centro a niños y adolescentes que enfrentaban el duelo. Todos ellos expresaban el dolor de forma distinta: cambios de conducta, insomnio, dolores, incluso convulsiones. Pero pocos habían podido acceder a asistencia psicológica.
El Ministerio de la Mujer señaló en agosto del año pasado que tenían proyectado realizar pilotos de acompañamiento para brindar soporte emocional a las familias que recibían la pensión de orfandad. Ese objetivo ya está en marcha. En entrevista con este medio, la viceministra Lina Arenas informó que actualmente se cuenta con un grupo de casi cien familias en Lima, y el 15 de enero iniciará el piloto en Cajamarca. “Los pilotos son fundamentales para ir ajustando cosas en el modelo durante el primer semestre del año”, indicó Arenas.
Los gestores sociales a cargo de este acompañamiento trabajan en alianza con los centros de salud mental comunitarios, y coordinan asesorías en temas legales y educativos cuando es necesario. Además, hacen un seguimiento al gasto de la pensión que reciben las familias, para garantizar que cubran las necesidades más importantes de los niños y los adolescentes.
Zoila, quien empezó a recibir la pensión de orfandad para sus dos pequeños en noviembre, espera que pronto llegue a ellos la asistencia psicológica. “Y para mí misma. Cada vez que recuerdo a mi esposo, es duro. Lo veo y escucho su voz diciéndome ‘por favor, ayúdame, no quiero morir’”, cuenta. Le preocupa que su hija de diez años, quien es más consciente de lo sucedido, también tenga un trauma. Pero como muchas otras familias, no cuentan con dinero para pagar por una consulta médica.
Aunque ahora se trata de un piloto, si el dictamen de ley antes mencionado recibe aprobación del Congreso, ese acompañamiento psicológico llegaría para todos los niños y adolescentes que reciban la pensión de orfandad. Hasta el momento esta pensión se viene entregando a quienes la solicitan, con prioridad para las familias en situación de pobreza. Sin embargo, de aprobarse la ley, el Gobierno podría llegar a más familias que necesitan la asistencia económica y social, aún si estas no saben de la pensión y no la solicitan.
Un registro de orfandad
Algo que los tres proyectos de ley para niños y adolescentes en orfandad tienen en común es la propuesta de crear un registro de los menores que perdieron a sus padres en el marco de la pandemia. A la fecha, lo único que existe son los padrones de personas a quienes se entrega la pensión, pero una cosa distinta sería un registro oficial que identifique quiénes son y dónde están los niños y adolescentes huérfanos, para ofrecerles asistencia económica y social.
“Las coordinaciones necesarias en ese sentido son con Reniec, con Midis [Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social], con la ONP [Oficina de Normalización Previsional], con la SBS [Superintendencia de Banca y Seguros], con las Administradoras de Fondos de Pensiones… Es nuestro sueño, la interoperabilidad de los sistemas”, dijo la viceministra Lina Arenas, quien también precisó la importancia de la protección de los datos personales en ese registro.
A ello se suma la propuesta de la comisión de Protección de la Infancia del Congreso de crear un sistema integrado de monitoreo y acompañamiento para los menores huérfanos. Un cambio más que podría ser realidad si el Pleno aprueba la ley en base a las tres iniciativas ya señaladas.
Pese a las demoras, la parlamentaria Flor Pablo considera que hay voluntad en el Congreso para la aprobación de la ley. De hecho, es buena señal que entre los autores de los proyectos y quienes votaron a favor de su dictamen hay representantes de todos los partidos. “Es un trabajo conjunto del Ejecutivo y el Legislativo. Estoy muy segura que resueltos los pequeños obstáculos vamos a tener una ley de protección a la infancia en situación de orfandad”, señala.
Desde el Ministerio de la Mujer, las expectativas también son optimistas. Como comenta la viceministra Lina Arenas, sería poco comprensible que alguien se oponga a un proyecto como este. “La infancia no es el futuro, es el presente. Mientras tengamos claro eso, vamos a poder seguir trabajando en un horizonte común”, indica.
Actualización: El jueves 13 de enero el Pleno del Congreso aprobó la ley de protección integral para niños, niñas y adolescentes en orfandad, basada en las iniciativas mencionadas en este informe.