La mayoría de nosotros se apoya en las cifras para entender cómo se va desarrollando la pandemia en nuestro país. Sin embargo, se ha demostrado que se necesita tener en cuenta diversos factores para comprender el verdadero significado detrás de los números. En Salud con lupa conversamos con César Munayco, director del departamento de Investigación Epidemiológica del Centro Nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud, para que nos aclare la situación actual del coronavirus en el Perú.
La próxima semana el área que dirige iniciará un estudio de prevalencia en Lima y Callao para conocer realmente cuál es la proporción de personas enfermas, y qué proporción continúa susceptible. Aunque para el Dr. Munayco lo peor ya pasó, resalta que es fundamental mantener las medidas preventivas pues los que aún no han enfermado son el insumo en potencia para que continúe la epidemia.
Hace una semana, usted declaró que la epidemia en el país está descendiendo significativamente. Sin embargo, el pasado miércoles superamos a Italia y nos convertimos en el séptimo país con más contagiados de coronavirus en el mundo. ¿A qué se debe esa aparente discrepancia?
Los contagios están descendiendo en varias regiones del Perú. Si ahora contamos más casos es porque como política decidimos hacer un tamizaje a gran escala. Si Italia realizara un estudio de prevalencia registraría más infectados. La epidemia en nuestro país está descendiendo. No debemos guiarnos solo de los números sino de las acciones que se han tomado. A nuestros fallecidos no podemos compararlos con los de Italia, porque cuando empezó la pandemia ellos tenían nueve mil camas en UCI y nosotros con las justas llegábamos a cien. Recién ahora tenemos 1.300. Son realidades diferentes. A veces se produce confusión cuando el presidente Martín Vizcarra dice la cantidad de casos que hay en el país durante sus alocuciones. Hay que entender que todos esos no son casos nuevos. La mayor parte datan de hace un mes o mes y medio.
Entiendo eso, pero el pasado miércoles sí se registraron 3.752 casos nuevos.
Sí, pero en realidad todos no son nuevos casos. Muchos de ellos son infecciones pasadas o regularizaciones [de datos] que hacen las regiones. Además, la gran mayoría son asintomáticos. No son personas que se han acercado al hospital porque se encuentran mal. Los hemos detectado al aumentar la cantidad de pruebas que hacemos en distintos sectores de la población. Son personas contagiadas que no lo saben porque no presentan síntomas. Nosotros consideramos casos nuevos solamente a las personas que se enferman y de las cuales podemos saber la fecha de inicio de sus síntomas. Son esos casos los que nos indican cómo se mueve la epidemia. Como este virus tiene un espectro bien amplio en su presentación clínica tenemos un buen porcentaje que son asintomáticos (entre el 25% y 30%). Si nos fijamos en los casos de acuerdo a la fecha de inicio de los síntomas en los últimos catorce días, es decir cuando los pacientes pueden contagiar, la curva nos indica que están disminuyendo.
Es difícil llevar un registro fidedigno de la epidemia, más cuando en nuestro país tenemos 25 regiones tan distintas entre sí.
El Perú por su diversidad geográfica y de gente tiene subepidemias, y cada una con diferente estadio. En el Centro de Epidemiología hemos dividido a las regiones en tres: donde se inició rápidamente la pandemia (Lima, Piura, Lambayeque, La Libertad, Tumbes), donde ha habido un incremento (Arequipa, Ica, San Martín, Junín, Huánuco), y donde el crecimiento ha sido lento (Moquegua, Tacna y casi toda la sierra). La suma de los tres tipos de regiones forma la curva nacional. La región que mueve la epidemia es Lima. En su pico más alto, Lima reportaba 1.200 casos por día. Ahora tenemos 400 por día. Es una disminución importante. Con Loreto y Ucayali pasa lo mismo. El pico de Loreto era de 200 casos y ahora es menos de 20. Mientras que Ucayali reportaba 150 casos y ahora presenta menos de 25 al día.
También existen dudas sobre la cifra total de fallecidos. Oficialmente se han registrado más de siete mil. Pero existe un margen de subregistro: usted mismo ha indicado que si se suman las muertes confirmadas con las sospechosas podríamos superar las catorce mil muertes.
Así es. Durante las pandemias es muy difícil definir cuántos fallecidos hay. Podemos sumar a los sospechosos, pero es probable que algunos de ellos no hayan tenido coronavirus. Como puede suceder al revés. Los médicos dictaminan en función a la información que el paciente les pueda dar y el examen. Pero como ya ha pasado en otras pandemias, al final puede haber un exceso de fallecidos sobre lo que uno espera. Nosotros analizamos todo, pero reportamos lo que nos pide la Organización Mundial de la Salud: casos confirmados.
¿Qué medidas se pueden tomar para llevar un conteo más real?
Las cifras más reales empezaremos a saberlas cuando se cierre el año. Hay médicos que no saben llenar el acta de defunción y colocan paro cardiaco. Pero quizás eso solo fue el resultado final de una enfermedad como la COVID-19 en el cuerpo. Lo que nosotros necesitamos saber es qué inició el proceso de muerte, y eso se llama causa básica. Antes nos demorábamos entre tres y cuatro años para cerrar un año de fallecidos. Ahora nos demoramos un año gracias a un software y al Sinadef (Sistema Informático Nacional de Defunciones). Pero eso solo ingresa el 70% de los casos. Hay un 30% que debemos hacer manualmente. Hay que verificar caso por caso si realmente falleció por lo que dice el certificado. Es todo un proceso. Y lo mismo va a pasar por la COVID-19.Cuando termine la primera ola recién podremos tener una idea de cuántas personas fallecieron por coronavirus.
¿Hemos llegado al pico de fallecidos por día?
El pico nacional ya se alcanzó. Ahora estamos descendiendo lentamente. ¿Por qué no descendemos tan rápido? Porque Lima y las zonas de la costa todavía concentran una gran cantidad de pacientes hospitalizados en UCI, y esos pacientes están luchando por su vida. Aún no definen su status. Pero el mayor número de casos los hemos tenido entre el 8 y el 13 de junio. Ya no hay picos puntiagudos sino más bien algo parecido a una pancita en la curva.
¿Cree usted que la población está tomando menos precauciones en el último mes? Quizás ya nos vamos acostumbrando a la pandemia y nos cuidamos menos.
Obviamente tenemos más personas en las calles. A partir del 11 de mayo colocamos algunas cámaras en distintos distritos de Lima que cuentan cuántas personas pasan cada treinta segundos de video. Pero a pesar de todo, lo interesante es que ha habido un cambio de comportamiento en la población. La gente está saliendo con mascarilla. Y ya se ha demostrado que si tienes mascarilla y estás cerca de otra persona que también tiene mascarilla tu riesgo de contagio es del 5%.
¿Qué debemos hacer los peruanos para que la curva de contagios siga descendiendo?
Hay que quedarse en casa todo lo posible. Evitemos visitar a nuestros familiares. Es una de las formas más comunes de transmisión. Tenemos documentados varios casos que surgieron en esos encuentros. En Piura incluso se han hecho fiestas, y el 70% de asistentes se infectaron. Por ahora acostumbrémonos a saludar por videollamada. Muchos piensan que sus familiares o amigos no tienen COVID-19 entonces los visitan. Hay que tener cuidado: cualquiera de nosotros puede estar infectado.