En las últimas semanas, la demanda por camas destinadas a unidades de cuidados intensivos (UCI) y oxígeno medicinal para pacientes Covid-19 ha vuelto a generar desesperación en familiares que recorren hospitales buscando salvar la vida de sus seres queridos.
La Superintendencia Nacional de Salud (SuSalud) publica desde abril de 2020 un reporte de las camas UCI con ventilador disponibles para pacientes Covid-19 a nivel nacional. Según su más reciente publicación, esa disponibilidad actualmente es igual a cero.
Esta entidad reporta también -desde el 18 de enero- la disponibilidad de oxígeno medicinal, y ahí las cifras generales parecieran ser más positivas: casi 80% de la reserva total de oxígeno en centros de salud aparece disponible. Sin embargo, la realidad dista del reporte.
Desde la semana pasada, decenas de personas vuelven a hacer colas a primeras horas de la mañana en puntos de venta de oxígeno medicinal. Además, Linde Gas Perú S.A. -una de las empresas que concentra el mercado de producción y distribución de oxígeno- informó que ya llegó al tope de su capacidad para abastecer a hospitales, pues la demanda por este gas medicinal creció en más de 300%.
Salud con lupa conversó con Alicia Abanto, adjunta para la Administración Estatal de la Defensoría del Pueblo, sobre el problema del oxígeno y los desafíos que se presentan en una segunda ola de Covid-19 que ha vuelto a cobrar más de 100 muertes al día.
En el monitoreo que realiza la Defensoría del Pueblo de la situación del oxígeno a nivel nacional, ¿cuáles son las principales dificultades que han encontrado?
Primero, que aunque se ha aumentado la capacidad instalada de infraestructura y de equipos necesarios para tener oxígeno, no necesariamente nos va a alcanzar ante una segunda ola más agresiva. A lo largo del país, se han adquirido más cilindros de oxígeno, más plantas de procesamiento, se han implementado también más camas de hospitalización y UCI. Sin embargo, todo este aumento no necesariamente nos va a alcanzar ante un aumento drástico de la demanda de oxígeno en un escenario grave de la escalada de contagios. Si la segunda ola es más alta, la capacidad instalada no nos va a alcanzar. En un mes, podríamos estar en una situación crítica.
Actualmente los reportes de Susalud muestran una demanda de oxígeno de 20% - 22 %, pero se ve también una tendencia al alza…
Sí, hay que tener en cuenta que este oxígeno tiene que ser entregado a los pacientes a través de balones de oxígeno. Y esto se tiene que entregar en camas de hospitalización. No puedes mantener sentado a un paciente mientras recibe el oxígeno, aunque hemos visto que de emergencia eso se hace. Por eso es crucial que no se acaben las camas de hospitalización. También que haya la suficiente dotación de cilindros, sobre todo en el primer y en el segundo nivel de atención.
Ahora, revisando el reporte de Susalud, dice que estamos al 20% de 805 mil metros cúbicos diarios. Pero de acuerdo a un documento del Minsa (el Plan de Preparación y Respuesta ante posible segunda ola pandémica por Covid-19 en el Perú), en una segunda ola leve necesitaríamos 1.3 millones de metros cúbicos, y en una segunda ola más agresiva necesitaríamos 3.5 millones de metros cúbicos.
Teniendo en cuenta, en primer lugar, que hay variantes del virus que pueden disparar las cifras de contagio a un ritmo y escala que no habíamos visto antes. En segundo lugar, que el propio Minsa en sus previsiones señala que necesitamos más oxígeno del que actualmente tenemos disponible, según el reporte de Susalud; y en tercer lugar, que en la población en general aún no se observa un cambio de actitud rotunda… entonces, la verdad nos preocupa que en un mes podamos estar en una situación adversa de disponibilidad de oxígeno. Hoy estamos ante un escenario de incremento de demanda de oxígeno, pero en un mes podríamos estar en una situación de escasez.
Justamente estos días hemos vuelto a ver la odisea de familiares de pacientes Covid-19 para conseguir una cama UCI
Por eso creo que es importante que este reporte que ha sacado Susalud se siga enriqueciendo de nueva información. Por ejemplo, en la parte final se menciona el detalle de cada establecimiento médico, pero no se pone si el establecimiento está en verde o en rojo. Creo que si el establecimiento tiene menos del 50% de disponibilidad sí debería estar de otro color.
La explicación que me dieron es que un día el hospital puede estar en rojo, pero al día siguiente le llega la dotación de oxígeno. Pero es importante que se sepa si un día estás en rojo. Porque, ¿qué pasa si no llega tu provisión? Hay tanques y estos son llenados por empresas que transportan por la carretera, ¿qué pasa si hay un accidente y ese oxígeno no llega? Una cosa es lo que está en el papel, y otra cosa es el oxígeno que tienes en el tanque.
De tal manera, se puede comprender mejor la situación a nivel individual de los establecimientos, porque los promedios esconden las carencias concretas. Si hay gente yendo a comprar al privado, es porque en el público ya no hay. También creo que hay que seguir implementando mecanismos para que la gente pueda acceder gratuitamente al oxígeno.
Salud con lupa realizó un recorrido por centros de salud del primer nivel, donde se supone que debe haber esa dotación de oxígeno, pero encontramos que esto no se cumplía.
Claro, ese es un tema importante que el reporte de Susalud no permite visualizar de manera clara. ¿Cuál es la disponibilidad de oxígeno entre el nivel I, II y el III, no? El nivel I, donde primero corre la gente, es el más descuidado. Ahí probablemente no hay cilindros o hay muy poco, y es donde la gente está yendo primero a buscar oxígeno.
Además vemos en el reporte que los pocos centros de primer nivel son de EsSalud o son privados, no se ven de la red del Minsa.
Sí, en este listado hay pocos del nivel I, y varios están en cero, en nada. El nivel I es el que menos cambios ha sufrido, sigue siendo la parte más débil.
Tampoco tenemos claridad de cuánto ha sido el nivel de inversión entre los distintos prestadores. Esa información nosotros no tenemos, cuánto ha invertido EsSalud, cuánto han invertido los gobiernos regionales, cuánto el Minsa, para poder determinar dónde hay una gestión más eficiente en cuanto al oxígeno.
¿Cuáles son las recomendaciones de la Defensoría para que estas entidades puedan garantizar el abastecimiento de oxígeno ante una situación más crítica?
Dentro de la recomendación general que comenté antes, para la Defensoría del Pueblo es clave que se siga invirtiendo en oxígeno, porque es un medicamento esencial para afrontar la segunda ola. La recomendación para todas las entidades de salud involucradas, incluso en el sector privado, es que inviertan más en tener la disponibilidad de oxígeno.
Ese incremento de inversión debería asegurar que el primer nivel de atención no esté tan desatendido como ahora. Se ve que hay muy pocos establecimientos del nivel I que reportan la disponibilidad de oxígeno, eso muestra que el primer nivel de atención. Ahí hay que fortalecer y seguir haciendo el esfuerzo de generar mayores mecanismos de acceso al oxígeno. Todo lo que sea posible para que haya distribución gratuita, sobre todo en los puntos del país donde hay mayor necesidad.
Además de los reportes de disponibilidad de oxígeno y camas UCI, hay un pedido de la ciudadanía para que se pueda transparentar la lista de espera por camas UCI. Porque una persona ve en el reporte que quedan dos camas, luego acude al centro de salud y le dicen que no hay ninguna. Eso crea una sensación de desconfianza.
Sí, esa es una recomendación que la Defensoría del Pueblo ha planteado hace quince días. Enviamos un escrito al Ministerio de Salud y Susalud, además de un oficio a todos los gobiernos regionales para solicitar formalmente que se tome en cuenta como parte de la estadística la lista de espera de pacientes para las camas UCI.
Si la segunda ola sigue escalando, también va a ser necesario que se ponga la lista de espera de pacientes por camas de hospitalización. Porque finalmente, si hay mucha demanda y una insuficiente oferta, se tiene que sincerar cuántas personas se ven afectadas por la falta de servicios. Necesitamos que se tome en cuenta este tema. Para destacar aquí, un gobierno regional que sí está publicando su lista de espera es el de Junín. La semana pasada había reportado 22 pacientes en lista de espera.
Esa información permitiría conocer la magnitud del colapso en el sistema sanitario
También es necesario porque, ahora con el reporte de Susalud, tenemos la información diaria de la oferta de servicios, pero no tenemos información diaria de la demanda de servicios. La lista de espera de pacientes UCI es la demanda del servicio. Es una información relevante para saber dónde hay mayor espera y mayor perjuicio, para reforzar medidas del Gobierno en atención a esta estadística.
La pandemia requiere una estrategia de focalización, pero para eso hay que tener claridad del nivel de colapso de las camas UCI y las camas de hospitalización. Una cosa es decir “no tengo camas UCI” y otra es “tengo 300 personas en lista de espera”. Ahí tendríamos que tener medidas más contundentes. La focalización requiere que haya mayor data de la que tenemos ahora.
Esa ha sido una de las críticas al manejo de la pandemia. Que no había un buen manejo y sistematización de información.
Desde luego hay que manejar mejor el análisis de los datos, la coherencia de los datos, la transparencia y la comunicación de esos datos. A mi me parece muy importante que Susalud esté publicando el reporte de las camas UCI y el oxígeno, pero esto se está haciendo por insistencia.
Desde la Defensoría del Pueblo hemos insistido harto para que Susalud lo publique disciplinadamente de forma diaria, porque esto no era así los primeros meses del año pasado. Pero no basta con publicar un reporte, hay que explicarlo a la población; para que en base a esa información, la población pueda reaccionar. Aquí la transparencia tiene que ser entendida como una obligación de comunicar adecuadamente a la población cuáles son las implicancias de esos datos. Hay que comunicar más y mejor al país.