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Al menos 150 mil vacunas de AstraZeneca que vencían el 30 de abril no fueron utilizadas

El 25 de marzo, la Contraloría advirtió que más de dos millones de vacunas AstraZeneca tenían como fecha de vencimiento el 30 de abril. Sin embargo, desde aquella advertencia hasta el fin de abril, solo se aplicaron 1 855 009‬‬ vacunas de dicho laboratorio. Un problema que se suma a la pérdida de dosis pediátricas reportada en los últimos días.

vacunas AstraZeneca
La Contraloría había informado que más de 8500 vacunas de AstraZeneca vencieron a fines de febrero.
Giovanni Cancemi / Shutterstock

Al menos 150 621 vacunas del laboratorio AstraZeneca quedaron sin aplicar al terminar el mes de abril. Así lo demuestra una revisión de las cifras consignadas en Plataforma Nacional de Datos Abiertos, en contraste con las advertencias de vencimiento reportadas por la Contraloría General de la República.

El 25 de marzo, la Contraloría había alertado que 2 005 630 vacunas de AstraZeneca expiraban el 30 de abril. Sin embargo, en ese lapso —desde el 26 de marzo hasta el 30 de abril— se aplicaron 1 855 009 vacunas de dicho laboratorio, según datos del Ministerio de Salud (Minsa). ¿Qué pasó con el resto?

“En la práctica, lo que está pasando es que los lotes llegan y, en vez de ser distribuidos, se quedan en los almacenes de Cenares porque los almacenes de las regiones ya están llenos. No hay donde más poner las vacunas. Y como la velocidad de aplicación es muy baja, el tiempo que tienen para aplicarse no es suficiente y terminan por vencerse. ¿Cómo están manejando ese vencimiento en el Minsa? Usando al máximo el factor pérdida", señala el epidemiólogo Antonio Quispe.

"En un inicio, la idea del factor pérdida era que si tenías un vial con diez dosis, y al término del día no habías podido aplicar cinco, la norma te permitía desechar esas cinco. Pero, ahora, abren un vial, aplican dos o tres dosis y el resto lo tiran a la basura. La forma en que están desechando las vacunas se puede contrastar viendo las cifras de cuántas vacunas llegan y cuántas se aplican. Y toda esa brecha, o se ha incinerado, o se ha utilizado como factor pérdida”, añade.

La Contraloría había informado que más de 8500 vacunas de AstraZeneca vencieron a fines de febrero en los almacenes de las direcciones regionales de salud (Diresa) de San Martín, Tacna y Madre de Dios. Pese a esta alerta, el ritmo de vacunación no avanzó lo suficiente como para evitar que otras miles de vacunas se desperdicien en abril.

Durante el mes de abril se aplicaron en promedio 40 mil vacunas de AstraZeneca al día. Aunque al inicio del mes se aplicaron más de 100 mil dosis diarias, el ritmo fue decayendo y hacia los últimos días de abril se inocularon entre 5 mil y 7 mil. Un descenso que tuvo como consecuencia el desperdicio de vacunas.

“La acumulación de vacunas de AstraZeneca que no se aplica es un problema que el Minsa viene cargando desde que empezó el año. A fines de marzo, según datos del Cenares [Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos en Salud], habíamos recibido alrededor de diez millones de vacunas de AstraZeneca, de las cuales solo el 50% se había aplicado. En una situación así, o vacunas a un ritmo muy elevado, o inevitablemente vas a perder vacunas”, sostiene Juan Carbajal, ingeniero electrónico y analista de datos.

La situación había empezado a agravarse en marzo. Seis días antes de terminar el mes, la Contraloría informó que había 2 443 400 vacunas de AstraZeneca por vencer el 31 de marzo. Es decir, que en menos de una semana debía inocularse esa cantidad de dosis para no perderlas. Solo se aplicaron 546 891.

Como se ha visto, el problema se repitió en abril, aunque en menor proporción. En palabras de la Contraloría, esto significó una importante “afectación a los recursos del Estado”.

Las dosis pediátricas perdidas

A la situación descrita, se suman las 114 290 dosis pediátricas de Pfizer que no se utilizaron y que tenían como fecha de vencimiento el 30 de abril. Así lo reconoció ante la prensa María Martinez, jefa de Inmunizaciones del Minsa.

El 23 de abril, Martinez había advertido que tenían 300 000 dosis pediátricas aún sin aplicar, que vencían el 30 de ese mes. Sin embargo, en esa semana solo se aplicaron 185 710. De nuevo, la lentitud en el proceso de vacunación pasó factura, esta vez en perjuicio de los más pequeños.

“Ya desde febrero se veía una caída importante en la vacunación infantil. Sigue habiendo más de un millón de niños sin primera dosis. El ritmo ha estado por los suelos y las consecuencias las vemos cuando, finalmente, hay cientos de miles de dosis que vencen sin usarse”, señala Carbajal.

Según el Repositorio Único Nacional de Información en Salud (Reunis) del Minsa, a inicios de febrero se administró la primera dosis, cada día, a unos setenta mil niños, de entre cinco y once años. En la última semana de abril, el promedio diario bajó a siete mil. Es decir, disminuyó a una décima parte en menos de dos meses. Salud con Lupa ya había informado sobre esta caída en marzo.

De acuerdo al Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos en Salud (Cenares), hasta el 5 de mayo se distribuyeron 7 021 000 vacunas pediátricas en todo el país. Hasta esa misma fecha se aplicaron 4 792 846.

Para Quispe, las dificultades en el proceso de inmunización en niños se deben a una gestión ineficiente. “Los principales responsables de esto son el exministro Condori y su sucesor en el cargo, Jorge López. En la gestión anterior, se habían hecho esfuerzos por garantizar la vacunación pediátrica. Pero cuando se cambió la gestión, entró gente que ignora la complejidad de dirigir programas y gestionar recursos en salud”, opina el especialista.

Si bien las cifras refieren una pérdida importante de dosis pediátricas, el 3 de mayo, el ministro de Salud, Jorge López, negó ante la Comisión de Salud del Congreso que alguna de ellas hubiera vencido. Aseguró que el abastecimiento de vacunas para menores de edad está asegurado.

Al cierre de este informe, 1 430 466 niños y niñas, en todo el país, continúan sin recibir siquiera su primera dosis de la vacuna contra la covid-19. En esa población objetivo (4 201 842), la cobertura de la primera dosis no alcanza el 70%.

Hace falta transparencia

De acuerdo a los especialistas, el primer paso para resolver estos problemas es sincerar la información. “A pesar de todo lo que vemos en el análisis de los datos, el Minsa sigue esforzándose en afirmar que no se pierden vacunas. Sacan comunicados celebrando que no se vencen las vacunas, pero por desgracia no es así”, refiere Carbajal.

“Podríamos destacar el gesto de la Geresa [Gerencia Regional de Salud de] Arequipa, que hace unos días reconoció un factor perdida del 29% de dosis pediátricas de Pfizer. Eso se llama transparencia, y el Minsa no lo está haciendo así”, agrega el ingeniero.

“Mientras los responsables de la vacunación, es decir el ministro López y su equipo, mantengan como estrategia echarle la culpa a la gestión anterior, no habrá un repunte en los niveles de vacunación, que es lo que necesitamos. Y bueno fuera que hicieran el esfuerzo de enmendar los errores, pero no los reconocen y mienten. Ese grado de irresponsabilidad hace que el liderazgo del Minsa se pierda y que la población no les crea”, coincide Quispe.

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