La compra de seis tomógrafos a la empresa Tecnasa, presuntamente concertada de manera ilegal, se conoce desde que estalló el escándalo del Club de las farmacéuticas en julio del año pasado. Pero un informe de la Contraloría General de la República, hecho público este mes, brinda nuevas revelaciones sobre cómo EsSalud pudo concretar esta adquisición: el Instituto de Evaluación de Tecnologías en Salud e Investigación (IETSI), a través de una ficha técnica express, fue el engranaje que puso a andar el proceso de contratación a favor de la compañía.
Este informe, además, completa el rompecabezas de cómo se llevó a cabo la contratación de Tecnasa, sumándose a las conversaciones telefónicas entre Manuel Altamirano y Fernando Obregón interceptadas por la Fiscalía, que ahora adquieren completo sentido. La historia es larga y se enmarca en la compleja burocracia estatal, pero es necesario conocer los detalles para entender por qué la Contraloría ha recomendado investigar penalmente a tres funcionarios del IETSI, un órgano de EsSalud que se supone debe evaluar la evidencia científica que respalda los dispositivos y equipos sanitarios que adquiera el seguro social.
Este caso empezó el 26 de junio de 2020, cuando el gerente de la Gerencia Central de Operaciones, César Carreño Díaz, envió un informe al gerente general del Seguro Social de Salud, Alfredo Barredo Moyano, solicitando la adquisición de seis tomógrafos para afrontar la emergencia sanitaria en distintos establecimientos de salud. Barreda aprobó el pedido y el 23 de julio EsSalud solicitó la cotización de equipos de “tomografía computarizada de 128 cortes”.
Fueron siete las empresas a las que se las invitó a participar. Sin embargo, solo tres enviaron sus propuestas: Philips Peruana, Tecnología Industrial y Nacional - Tecnasa y Cymed Medical. Tecnasa presentó la oferta más alta: más de 20 millones de soles por los seis equipos, y Philips, la más baja. El 29 de julio, luego de una evaluación técnica de las cotizaciones, se concluyó que ninguna cumplía con la totalidad de las características requeridas.
Sin embargo, sí había una diferencia fundamental. Una de las características más importantes del tomógrafo pedido era su resolución espacial. Según la ficha técnica del “Tomógrafo computarizado de 128 cortes”, en la cual se basaba el requerimiento, el equipo debía tener una resolución de 19,5 pares de líneas por centímetros (lp/cm). Estrictamente, ninguna la ofrecía: Tecnasa y Philips estaban muy por debajo de esa medida, y Cymed Medical, por encima. Cabe indicar que para que EsSalud pueda adquirir cualquier equipo, la ficha técnica de este debe estar incluida en el Petitorio Nacional de Equipos Biomédicos para Centros Asistenciales. El IETSI se encarga de elaborar esas fichas.
Al día siguiente de recibir las propuestas, el 30 de julio, el subgerente de Programación y Elaboración de Expedientes, Alexis Chinchay Guerrero, le envió un correo electrónico a Patricia Pimentel Álvarez, directora del IETSI, para contarle que las cotizaciones de dos de los tres proveedores participantes no cumplían con los requisitos y quería consultarle si era posible aceptar las propuestas de Tecnasa y Philips, a pesar de presentar menor resolución, “con la finalidad de propiciar la mayor pluralidad de postores y marcas”.
Pimentel, entonces, realizó la consulta interna. El especialista en Equipamiento Biomédico del IETSI, José Ayquipa Ávalos, fue claro al señalar que sí habría un problema al admitir esas ofertas: “La resolución espacial es uno de los parámetros más importantes (...) Bajar la resolución espacial a menos de 19,5 lp/cm podría repercutir en la calidad de algunas imágenes (...) Se sugiere que amplíen el estudio de mercado (...)”. Ayquipa decía que se debían agotar todas las posibilidades en el mercado local antes de considerar aprobar las opciones de menor calidad.
Esta opinión técnica fue remitida por correo el 31 de julio a la subgerente de la Subdirección de Evaluación de Dispositivos Médicos y Equipos Biomédicos del IETSI, Maribel Castro, quien a su vez la envió a la gerente de la Dirección de Evaluación de Tecnologías Sanitarias, Laura Larrea Matilla.
Ese mismo día, y contra la opinión del especialista, Patricia Pimentel pidió que se creara una nueva ficha técnica para un tomógrafo con menor resolución espacial: “el tomógrafo básico para emergencias”. Envió un correo al gerente de la Dirección de Evaluación de Tecnologías Sanitarias del IETSI, Fabián Fiestas Saldarriaga, en el que explicaba que Barreda se lo había pedido “para el día de hoy”, para que pueda ser adjudicado aquel mismo día. “La gerente de Ceabe [la Central de Abastecimiento de Bienes Estratégicos] nos va a enviar la indagación de mercado y la solicitud formal en unos momentos”, le dijo.
Sin embargo, esta indagación de mercado, que supuestamente iba a sustentar la nueva ficha técnica, nunca se entregó.
Al ser consultada por estos hechos por la Contraloría, Pimentel respondió que Barredo les había informado a ella y a Carolina Cabanillas, gerente de Ceabe, que no había suficientes proveedores que cumplieran las especificaciones que se pedían, y que estas compras eran urgentes. Agregó que ya se estaba coordinando con Ceabe así que IETSI debería de incluirlos. También señaló que las indicaciones de Barredo habían sido verbales, por lo que no tenía una prueba escrita. Pero lo que Pimentel no dijo era que había un proveedor que ofertó los equipos con mayor resolución e incluso a menor precio: Cymed Medical.
A pesar de ello, y con la elaboración de la ficha ya puesta en marcha en el IETSI, la gerencia de Adquisición y Ejecución Contractual emitió —el mismo 31 de julio— las tres órdenes de compra a favor de Tecnasa, por 20 millones de soles.
Tan solo 19 días después, Ceabe advirtió a la Gerencia Central de Operaciones que el Programa Nacional de Inversiones en Salud - Pronis, del Ministerio de Salud, había adquirido también seis tomógrafos similares pero a la mitad de precio: 10 millones 755 mil soles. ¿El proveedor? Cymed Medical. Las órdenes de compra de Tecnasa fueron anuladas. No obstante, el caso no terminó ahí.
“Independientemente que las tres órdenes de compra fueron anuladas, las acciones realizadas para concretar la adquisición de los tomógrafos a Tecnasa evidencian un direccionamiento en la adjudicación a favor de la empresa”, indicó la Contraloría.
Conversaciones delatoras
En paralelo a los papeleos de los funcionarios de EsSalud, dos personajes coordinaban vía telefónica acciones destinadas, igualmente, a favorecer a Tecnasa. Se trataba de Manuel Altamirano, dueño de Vía Ayaychan —otra de las investigadas por el caso del Club de las farmacéuticas— y gestor publicitario de EsSalud, y Fernando Obregón, ex funcionario de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) investigado por el caso "Gangsters de la Política".
Poco antes de que en EsSalud se discutiera anular las órdenes de compra, Altamirano le contaba a Obregón con preocupación que “la tía” (la entonces presidenta de la institución Fiorella Molinelli, según la Fiscalía) le había dicho que se había reunido con unos expertos y habían hallado sobrevaloración en la oferta de Tecnasa. Dos días después, el 18 de agosto, Altamirano le comentó a Obregón que “Bobadilla” era el que “había movido todo”. En otra conversación, del 25 de agosto, Obregón le dijo a Altamirano que los tomógrafos de Pronis y Tecnasa eran diferentes. “Lo que les están vendiendo a Pronis son tomógrafos repotenciados”, se escucha en uno de los audios interceptados obtenidos legalmente por la Fiscalía. Refiriéndose a la diferencia de precios que había encontrado Ceabe.
De acuerdo a sus conversaciones, se puede concluir que ambos estaban al tanto de lo que ocurría en las diferentes gerencias de EsSalud y tenían información de primera mano sobre los obstáculos para el proceso de contratación de Tecnasa.
Si bien esas órdenes de compra fueron anuladas, el 26 de agosto se volvieron a solicitar cotizaciones para 6 tomógrafos, basadas en las especificaciones de la ficha “tomógrafo básico para emergencias''. La misma que había realizado IETSI para que la propuesta de Tecnasa pueda ser aprobada en la cotización anterior. Sin embargo, a la fecha, la ficha aún no estaba aprobada en el IETSI y, por lo tanto, no figuraba en el Petitorio Nacional de Equipos Biomédicos.
Tecnasa volvió a presentar una oferta. Esta vez se enfrentó a dos empresas diferentes: GE Healthcare del Perú y Siemens Healthcare. La propuesta de Tecnasa fue la que ofrecía menor resolución espacial y, por mucho, la más cara: 17 millones de soles. Sin embargo, a las tres les faltaba acreditar con documentos ciertas características, por lo que les dieron tiempo para que las pudieran corregir.
Dos llamadas de Obregón y Altamirano explican claramente cómo Tecnasa consiguió, finalmente, esta compra. El 4 de setiembre, Obregón le dijo a Altamirano que la estrategia de Tecnasa iba a ser bajar drásticamente el precio de su oferta. “Yo con ellos simplemente lo que vamos a quedar es que van a tirar el precio hasta abajo”, le contó. “Sí, pues, ¿no tragón? Nosotros les vamos a decir con qué precio pueden ganar”, agregó Altamirano. “Habla bien con la gente a ver en qué más se puede apoyar [a Tecnasa]”, finalizó Obregón. El 7 de setiembre ya tenían la solución. “Comprar tres al precio de estructura de costo y (...) ya en los otros tres ya le meten la rata (...). La presión está fuerte para que los apoyen”, indicó Altamirano.
Tal como lo dijeron, el 10 de setiembre, Tecnasa —además de subsanar las observaciones— presentó una oferta 4 millones de soles menor a la anterior: S/ 13’380,000. Su propuesta fue declarada la única que cumplía los requisitos y ganó la compra directa el 14 de setiembre.
Ese mismo día, la directora del IETSI, Patricia Pimentel, emitió la resolución que disponía incorporar la ficha “tomógrafo básico de emergencia” al Petitorio Nacional de Equipos Biomédicos de EsSalud, “con eficacia anticipada al 31 de julio”. Día en que se emitieron las primeras tres órdenes de compra para Tecnasa. Según Contraloría, Pimentel no planteó ninguna objeción ni observación al informe, a pesar de que este no incluyó algún estudio de mercado que sustentara el desabastecimiento del otro tomógrafo, ni mostraba que fuera necesario incorporar la nueva ficha técnica. Presentar este sustento es obligatorio, según la directiva que regular los petitorios.
Justamente, una de las justificaciones para que el 10 de setiembre Tecnasa ganara la compra fue que "acreditaba el cumplimiento de las especificaciones técnicas del bien requeridas en la ficha IETSI". Pero esto no era cierto. Según un análisis de la Contraloría, Tecnasa no cumplía con un requerimiento y no había sustentado otros tres. Además, "si se hubiese aplicado la ficha técnica que estaba vigente al momento de la indagación de mercado, la empresa elegida [Tecnasa] no cumpliría con dicha especificación". Pese a esto, el 14 de setiembre, Marco Ortiz, gerente de Adquisiciones de Bienes Estratégicos, emitió las seis órdenes de compra.
Pero esto no fue todo. La Fiscalía encontró que la documentación de la compra no fue regularizada a tiempo y que los equipos tenían una sobrevaloración de 4 millones 831 mil soles.
Tecnasa, representada por Duilio Mesinas Dante Mesinas Chiabra y Jorge Máximo del Busto Herrera, era una empresa con antecedentes de incumplimientos y, según un informe de Salud con lupa, tuvo una buena racha de contrataciones durante la presidencia de Fiorella Molinelli en EsSalud. La compañía firmó 21 contratos por la suma de casi 31 millones de soles entre 2018 y 2021. Además, en 20 de estos no compitió con ningún otro proveedor: fue la única postora en las licitaciones públicas y la única compañía con cotización aprobada en las contrataciones directas.
La Contraloría ha recomendado investigar penalmente a Maribel Castro, subgerente de la Subdirección de Evaluación de Dispositivos médicos y Equipos biomédicos del IETSI, a Fabián Fiestas, gerente de la Dirección de Evaluación de Tecnologías Sanitarias, y a Patricia Pimentel, directora del IETSI. Salud con lupa buscó de comunicarse con Pimentel para esta nota, pero ella no contestó a las llamadas ni a los mensajes que se le dejó, en los que se indicaba el tema a consultar.