Cuando Mía se enfermó de dengue, sus padres la llevaron a la posta de salud más cercana a su casa en el distrito de Querocotillo, una zona donde abundan los bosques de algarrobos de la región Piura. Allí un médico le recetó jarabe de paracetamol para controlar los síntomas de la infección como fiebre y malestar general, pero su estado se complicó y requería con urgencia atención especializada. El 11 de mayo, la pequeña de tres años tuvo que ser trasladada al Hospital de Apoyo N° 2 de Sullana, pero no había ni una sola cama de cuidados intensivos pediátrica disponible. Un problema que dilató que fuera auxiliada y que terminó con su muerte por un cuadro de hemorragias e insuficiencia respiratoria que la debilitaron en forma acelerada.
“El hospital lanzó una alerta para trasladarla a un servicio médico que tuviera UCI pediátrica, pero tuvo una respuesta recién una semana después. Cuando la niña fue trasladada a Lima ya estaba grave, en muy mal estado”, recuerda Luis Espinoza, médico infectólogo del hospital de Sullana que ha tenido que trasladar a otros cuatro niños con dengue grave hacia hospitales de Piura y Lima para intentar salvarles la vida.
Mía fue internada en el Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) de Breña, pero falleció el 22 de mayo. Entre enero y lo que va de junio, más de 50,900 niños y adolescentes se han infectado de dengue, lo que representa el 30% del total de casos registrados en la peor epidemia de esta enfermedad en una década en Perú. La mayoría ha pasado por cuadros leves, pero un grupo se ha complicado y 25 han muerto en las regiones Piura, Ucayali, Lambayeque, La Libertad, Ayacucho, Junín y Lima. Otros ocho casos están por confirmarse, según datos del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC) del Ministerio de Salud.
Estudios en Asia y América Latina han demostrado que tanto la carga de la enfermedad como el riesgo de resultados clínicos graves son mayores en los niños pequeños que en los adultos. Los niños menores de cinco años tienen una probabilidad significativamente mayor de morir de dengue. “Su evolución es impredecible en varios casos”, señala Javier Díaz, médico del equipo técnico de dengue en el Instituto Nacional de Salud del Niño de Breña. Si a eso se suma la falta de cuidados intensivos pediátricos, el escenario es crítico en el país. En el Perú, solo hay 237 camas UCI pediátricas en servicios públicos y están distribuidas en 14 de las 25 regiones, de acuerdo al Repositorio Único Nacional de Información en Salud.
Otro de los factores que aumentan los riesgos de complicaciones por dengue en la población infantil son los problemas de malnutrición, añade el doctor César Munayco, director del CDC. La última Encuesta Demográfica y de Salud Familiar muestra que el 12% de los niños y niñas menores de cinco años del país padece de desnutrición crónica, principalmente en el área rural. Mientras que el 42% de los que tienen entre seis a 35 meses de edad sufre de anemia.
El dengue grave se observa también en bebés menores de un año en entornos de alta transmisión. Además, las mujeres embarazadas infectadas con dengue pueden transmitir el virus a su feto, y algunos estudios han demostrado que durante la gestación tienen un mayor riesgo de resultados fetales adversos, con bajo peso al nacer y parto prematuro.
Clases escolares suspendidas
En Piura, una de las regiones más golpeadas por el dengue en el país, hay seis camas pediátricas de cuidados intensivos. Todas se encuentran en el Hospital Santa Rosa y cuando la pequeña Mía necesitó una estaban ocupadas por otros niños en estado grave.
“Si nuestros niños necesitan respiración mecánica, tenemos que rezar para que un hospital de Chiclayo, Trujillo o Lima los acepte. Y los trasladamos en un estado crítico, intubados con el riesgo de que fallezcan en el camino”, dice el doctor Luis Espinoza. Se ha estimado que Piura requiere al menos 20 camas UCI pediátricas: 10 en el Hospital Santa Rosa y 10 en el Hospital de Sullana.
A medida de que el Fenómeno de El Niño prolongue la temporada de mosquitos, muchos niños y adolescentes peruanos estarán más vulnerables al dengue. "Las tasas de casos de dengue en niños son notablemente preocupantes. El país necesita un liderazgo nacional más fuerte para poner en marcha políticas que prevengan y respondan a epidemias como ésta. Hay que dar prioridad a los niños y adolescentes, así como mejorar la inversión en salud pública", señala Verónica Valdivieso, exdirectora de Save the Children en Perú.
En Piura y Lambayeque se han tenido que suspender las clases escolares presenciales en diferentes momentos porque el dengue afectó a cientos de escolares. De acuerdo con el CDC, dentro del grupo de menores edad, los niños y niñas con menos de once años han sido los más afectados por la enfermedad.
El pico de contagios de dengue en el norte del país se dio en la quincena de mayo. En Piura, el colegio inicial 010 del Asentamiento Humano Los Algarrobos suspendió temporalmente las clases presenciales porque cerca de 40 niños y niñas presentaban síntomas de la enfermedad. También lo hizo la escuela primaria Magdalena Seminario de Llirod. Pero no fue hasta el seis de junio, cuando unos 30 mil estudiantes de la región tenían síntomas de dengue, que la Dirección Regional de Educación de Piura decidió suspender las clases presenciales en todos los colegios durante diez días para que se realizaran las labores de fumigación.
Sin embargo, esta medida ha sido tardía y no tiene resultados eficaces. Las fumigaciones solo matan a los zancudos adultos y no a las larvas que viven en las tinas, floreros y demás recipientes donde se almacena el agua. Por eso es importante evitar el almacenamiento de agua (o cubrir los recipientes adecuadamente para evitar el ingreso de los mosquitos), pero no todas las familias acceden al servicio de agua potable. En Perú, se calcula que el 22% de la población no tiene servicio de agua potable y que el 42% de los colegios nacionales accede a ella a través de camiones cisternas, pozos, ríos o pilones.
El 19 de junio, mientras los alumnos piuranos retornaban a las aulas, Lambayeque regresaba a las clases virtuales para fumigar diferentes distritos. En esta región más de 3,800 escolares se han enfermado de dengue hasta inicios de junio, reportó el gerente regional de Educación, Daniel Suárez.
Alerta ante El Niño Global
Pese a que en las últimas semanas los casos de dengue han disminuido en el país, no se puede bajar la guardia. Sobre todo cuando el Centro de Predicción Climática de la Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) ha confirmado que el Fenómeno de El Niño ha iniciado a nivel global con una posibilidad de más del 50% de que sea fuerte. Así, puede aumentar el riesgo de fuertes lluvias e inundaciones, un escenario propicio para la reproducción del mosquito Aedes aegypti.
Las lluvias también pueden perjudicar el sistema de salud como ocurrió a inicios de año cuando inundaron y dañaron la infraestructura de los servicios de salud. Hasta mediados de marzo, el Ministerio de Salud informó que en todo el país más de 500 establecimientos de salud tenían problemas de infraestructura, principalmente en tres regiones del norte del país: Lambayeque, Piura y Tumbes. De todos los establecimientos, el 95% correspondía a servicios del primer nivel de atención; es decir, postas y centros de salud.
“Nuestro primer nivel de atención, que son las postas y centros de salud, colapsó. No tuvo las condiciones para atender a los pacientes y eso llevó a que fueran a los hospitales que también colapsaron”, dice el decano del Colegio Médico de Piura, Christian Requena. A eso se suma el desabastecimiento de agua en varias regiones del país, como Piura o Lambayeque, porque los sistemas de agua potable y alcantarillado también han sido impactados.
Por ello, el Gobierno destinó en junio S/ 225.7 millones a la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios para la descolmatación de canales, la limpieza de ríos, entre otras acciones que ayuden a reducir los impactos de El Niño en Tumbes, Piura, Lambayeque, La Libertad, Áncash, Lima e Ica. También transfirió S/ 975 millones a la Autoridad Nacional del Agua para la limpieza y descolmatación en los cauces de ríos y quebradas, entre otras tareas.
Además, recientemente Unicef recibió $2.2 millones de la Unión Europea y de Naciones Unidas para ampliar la ayuda a familias de Piura y Lambayeque. “El dengue no se transmite de persona a persona, siempre es a través del mosquito. Por tanto, si tenemos en casa a un niño o un familiar enfermo, no contagiará a otros integrantes, pero debemos aprender a reconocer las señales de alerta”, dice Carlos Albrecht, Oficial de Salud de Unicef.
En el caso de los niños, tenemos que estar muy atentos a los signos de alarma como fiebre intensa que persiste, dolor abdominal permanente acompañado de vómitos, conducta irritable, y si notamos algún tipo de sangrado por la nariz o las encías debemos acudir inmediatamente un servicio de salud.