El tecnopor está presente en varias de nuestras actividades cotidianas: en el vaso de café que compramos en una máquina dispensadora, en el envase del pollo a la brasa que llega por delivery a casa y hasta en los empaques de medicinas que utilizan algunos hospitales.
De textura liviana y precio económico, el tecnopor -llamado técnicamente poliestireno expandido- es un derivado del petróleo, al igual que todos los plásticos. Sin embargo, su fácil fabricación contrasta con el problema de su degradación y los daños al ambiente que provoca su incorrecto manejo tras ser tirado a la basura. Su reciclaje es costoso, ocupa demasiado espacio en los rellenos sanitarios y a menudo se divide en pedazos que terminan en botaderos de ríos y mares. Por eso, al menos 99 ciudades en el mundo ya han prohibido su uso.
En Perú, a solo dos meses de que venza el plazo para el uso de recipientes de tecnopor, el legislador Jorge Morante, del partido político Fuerza Popular, presentó un proyecto de ley que plantea aplazar esta norma por dos años más. Los motivos, según el congresista, son la preocupación por los micro y pequeños empresarios de venta de comida que se han visto afectados económicamente por la pandemia de la covid-19 y que utilizan este tipo de empaque para ofrecer sus productos. Sin embargo, la oposición a la regulación del uso del tecnopor tiene una larga historia dentro de la bancada fujimorista.
A través del portal público de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (Onpe) sobre el financiamiento a campañas electorales, Salud con Lupa halló que, en 2011, Ricardo Antonio Echegaray Llerena aportó más de 15 mil soles al partido fujimorista, en ese entonces llamado Fuerza 2011. El 18 de mayo hizo entrega de 14 766 soles y cinco días después, de 275.60 soles.
Echegaray Llerena es un empresario ligado al negocio del tecnopor y ocupa la gerencia general de Peruana de Moldeados S.A.C (Pamolsa) desde 2017, una de las empresas líderes de esta industria en el país. También es el actual vicepresidente del Comité de Plásticos de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) para el periodo 2021-2023.
Salud con Lupa intentó comunicarse con el empresario, pero desde la Sociedad Nacional de Industrias se negaron a responder.
La SNI se ha mostrado a favor de la iniciativa del congresista Jorge Morante de postergar la ley que prohibirá el tecnopor a partir de diciembre próximo. De hecho, en 2020 este gremio pidió al Gobierno prolongar dos años más el plazo para seguir usando plásticos de un solo uso, entre ellos envases de tecnopor, a través de una solicitud enviada al Ministerio de Producción, según las notas de prensa que aparecen en su sitio web.
Echegaray no es el único aportante a la campaña fujimorista en el 2011 vinculado con la industria del tecnopor en Perú. Javier Antonio Vallejos Miranda, quien figura como uno de los apoderados de Pamolsa, entregó 15 047 soles el 17 de mayo.
Por estos aportes, Echegaray y Vallejos fueron citados por la Fiscalía para rendir sus testimonios a fines del 2018 como parte de la investigación por lavado de activos que se sigue en contra de Fuerza Popular. Sobre Pamolsa se sabe que es una empresa peruana, del grupo Carvajal Empaques, con más de 28 años de actividades. Entre sus marcas figuran Fiesta y Vaso TK, que se ofrecen en bodegas, mercados y supermercados del país.
En noviembre de 2018, cuando congresistas de los diversos partidos políticos votaron a favor de debatir el proyecto de ley que establece restricciones para su uso en el país, ninguno de los 61 legisladores de Fuerza Popular se mostró a favor.
Pese a ello, a fines de ese año se aprobó la ley 30884, que regula el plástico de un solo uso y los recipientes o envases descartables en el país.
Un retroceso
En la ley 30884 se contempla la reducción progresiva de la entrega de bolsas no reutilizables a reutilizables en los supermercados, mercados o bodegas, así como el cobro por bolsa entregada al consumidor, que sí se ha venido cumpliendo desde la entrada en vigencia de la norma.
Dicha ley apuntaba también a que a partir del 19 de diciembre de este año empezara a prohibirse el tecnopor. Sin embargo, con el proyecto del congresista Jorge Morante se busca que este plazo se extienda hasta finales del 2023. El legislador ha negado conocer a los empresarios de la empresa Pamolsa y de haber planteado su iniciativa por algún vínculo con el gremio de plásticos de la SNI.
El proyecto de Morante cuenta con el respaldo de los congresistas de Fuerza Popular Hernando Guerra García, Vivian Olivos, César Revilla, Jeny López y Rosángella Barbarán. Aún se desconoce cuándo pasará a ser revisado en la Comisión de Producción del Congreso.
Esta propuesta también podría tener apoyo de la actual presidenta del Congreso, Maricarmen Alva. Salud con Lupa halló que su suegro, Eric Farah Hayn, es el actual presidente de la Asociación Peruana de la Industria del Plástico (Apiplast). Además, fue presidente del Comité de Plásticos del SNI en el 2012. Su esposo, Eric Farah Bote, fue parte de la empresa Envases Industriales, en liquidación desde 2019, dedicada a la producción de bolsas de plástico.
Según el Ministerio del Ambiente, durante el 2019 se dejaron de usar 1000 millones de bolsas y envases descartables de tecnopor, pero durante la pandemia de la covid-19 aumentó el uso de estos empaques para ofrecer el servicio de ventas de comida a domicilio.
Los daños ambientales
Los plásticos de un solo uso, entre ellos el tecnopor, son materiales que pueden demorar cientos de años en degradarse. La ONG Oceana Perú indica que una cañita de plástico puede tardar en degradarse 200 años, las bolsas de plástico, 400 años, y los envases de tecnopor, 500 años.
Al ser casi imposible de reciclar, el tecnopor es desechado en cualquier botadero informal y finalmente en los mares. Allí representan un grave problema para las especies marinas que pueden confundir estos materiales como su alimento y luego sufrir daños en su organismo. Esto, a su vez, es un problema de salud pública porque podemos estar consumiendo peces con microplásticos.
En el artículo “El tecnopor: la amenaza invisible”, la bióloga Amalia Delgado, del Centro para la Sostenibilidad Ambiental de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, alerta sobre la existencia de estudios que relacionan al tecnopor con la causa de linfomas o potencial cáncer al entrar en contacto con nuestros alimentos. En la fabricación del tecnopor se usa poliestireno, un derivado del estireno que figura en la lista de posibles agentes cancerígenos, según la Agencia Internacional de Investigación de Cáncer (IARC).
Al ser consultado sobre el tema, el Congresista Morante aseguró tener conocimiento, pero comparó su uso con el de las mascarillas que necesitamos para prevenir el contagio de la covid-19.
Sin embargo, hay alternativas para reemplazar el tecnopor y que podrían evitar el riesgo a la salud pública. Entre ellas, los envases hechos de bambú, caña de azúcar, fécula de maíz o cartón. Como consumidores, podemos también llevar nuestros recipientes biodegradables antes de solicitar el servicio de delivery de algún restaurante.
A través de sus redes sociales, el excongresista Daniel Olivares ha compartido un espacio en internet para que los ciudadanos dejen sus comentarios acerca de la iniciativa presentada por el congresista fujimorista. También se puede ver el estado del proyecto de ley: https://wb2server.congreso.gob.pe/spley-portal/#/expediente/2021/399
