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Composición: Ro Oré
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El Minsa compró 29 mamógrafos a una empresa que incumplió su contrato y que ya era investigada por corrupción

El consorcio de las empresas Tecnología en Imágenes Médicas Perú y X Ray Sales and Service le vendió al Ministerio de Salud 29 mamógrafos por S/ 39 millones en agosto de 2023. Pero los equipos no fueron entregados ni instalados en los establecimientos de salud de 17 regiones conforme a los plazos del contrato. El proveedor ya tenía malos antecedentes: X Ray Sales and Service estaba siendo investigada por colusión en la Fiscalía e incumplió otros cinco contratos con el Estado. Ahora, el consorcio ha llevado al Minsa a un arbitraje para no pagar las penalidades.

En San Martín, una de las regiones con más alta incidencia de cáncer de mama en la Amazonía peruana, las mujeres que necesitan hacerse una mamografía entran en una cola de espera porque no todos los hospitales del Estado tienen un mamógrafo. Por eso, cuando se anunció la compra de un moderno mamógrafo 2D para el Hospital Banda de Shilcayo, las pacientes pensaron que al fin tendrían que dejar de viajar a otra ciudad para pasar por su chequeo oncológico. El equipo llegó en diciembre de 2023, pero no se instaló ni estuvo operativo con la urgencia que se requería. Antes de que pudiera probarse, dos de sus piezas fueron robadas, un hecho que se descubrió recién en mayo de este año cuando funcionarios de la Contraloría hicieron una inspección de rutina.

Aparentemente, nadie se había percatado del robo porque el mamógrafo seguía guardado hasta ese momento, cubierto con bolsas y almacenado en un ambiente del hospital. “No se había podido usar porque aún no se contrataba al personal especializado para la atención”, dijo Gladys Rodríguez, funcionaria de la Dirección Regional de Salud de San Martín. Al poco tiempo, la Policía identificó las piezas en fotografías que los ladrones tomaron para venderlas a través de páginas de Facebook y las recuperó con una rápida intervención. El nuevo mamógrafo tuvo que ser reparado incluso antes de inaugurarse y recién se puso al servicio de las pacientes a comienzos de junio de 2024.

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Estas son las dos piezas que se robaron del Hospital Banda de Shilcayo valorizadas en S/ 123 mil.
Foto: Sol TV

Este equipo es uno de los 29 mamógrafos comprados por el Ministerio de Salud en agosto de 2023 en un proceso exprés que no terminó bien. La inversión fue de S/ 39 millones y se adjudicó al consorcio integrado por las empresas Tecnología en Imágenes Médicas Perú (Timed) y X Ray Sales and Service.

Aunque a la fecha los equipos ya se encuentran en funcionamiento, Salud con lupa investigó esta compra y halló que desde su origen el proceso estuvo lleno de anomalías, varias de las cuales aún no se resuelven: el Ministerio de Salud no realizó una licitación pública como estaba planificada, sino que se cambió el procedimiento con un decreto de urgencia para que se pudiera seleccionar al proveedor que ofreciera el precio más bajo por equipo sin todos los procesos de un concurso público habitual. La celeridad estuvo puesta también en los plazos de entrega de los mamógrafos: se solicitaba a los postores entregarlos 60 días después de la firma del contrato y que estuvieran operativos en los siguientes 40 días. Por eso, tres empresas interesadas en la convocatoria advirtieron que el tiempo no era razonable o posible de cumplir tomando en cuenta los procesos de importaciones de los equipos, las inspecciones en los establecimientos de salud y los tiempos de traslado a las regiones donde se instalarían.

Solo el consorcio conformado por las empresas Timed y X Ray Sales and Service se presentó y ganó a pesar de que esta última compañía está siendo investigada en la Fiscalía por un caso de colusión en otra compra de equipos biomédicos y tiene un historial de incumplimientos de contratos con el Estado, como lo expondremos en detalle en este reportaje.

Con estos antecedentes, el riesgo de que el consorcio incumpliera con las cláusulas del contrato de los 29 mamógrafos era alto y fue exactamente lo que pasó. No respetó todos los plazos de entrega y de puesta en marcha de los equipos destinados a 17 regiones, lo que perjudicó durante al menos medio año la atención de miles de mujeres de Áncash, Apurímac, Ayacucho, Cajamarca, Callao, Cusco, Huancavelica, Junín, Lambayeque, Lima, Loreto, Madre de Dios, Pasco, San Martín, Tacna, Tumbes y Ucayali. Todas estas zonas del país tienen un déficit de mamógrafos en los establecimientos administrados por el Ministerio de Salud.

Según la Dirección de Prevención y Control del Cáncer del Ministerio de Salud, actualmente existe una brecha de 268 mamógrafos en Perú. Y hay regiones como Tumbes, Pasco y Madre de Dios donde no había mamógrafos hasta hace pocos meses. Esta es una de las razones por las que apenas nueve de cada cien peruanas de entre 40 y 59 años se realizan una mamografía anual, de acuerdo con la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES) de 2022. Con muchos casos diagnosticados en etapas avanzadas, el cáncer de mama mata a 5 de cada 11 mujeres al día, según datos del Observatorio Global del Cáncer (Globocan), y es la segunda neoplasia más frecuente que afecta a las mujeres a partir de los 35 años de edad.

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Mamógrafo del Centro de Salud José Leonardo Ortiz de Chiclayo que recién empezó a estar operativo en mayo de 2024.
Foto: Alicia Tovar / Salud con lupa

Por eso, la compra de los 29 mamógrafos era necesaria, pero no solo tardaron en llegar hasta los servicios de salud, sino que en varios casos los hospitales y centros del primer nivel de atención de salud que los recibieron no tenían ambientes habilitados para su funcionamiento y tampoco personal especializado para operarlos, situaciones que revelan la mala planificación de la compra. Sobre todo, la falta de coordinación entre la Dirección de Prevención y Control de Cáncer del Minsa y las autoridades regionales de salud.

Aunque declinaron dar una entrevista a Salud con lupa, los voceros de la Dirección de Prevención y Control del Cáncer respondieron un cuestionario por escrito en el que reconocieron que entre febrero y julio, la Contraloría detectó deficiencias en las instalaciones de los 29 mamógrafos comprados. Sin embargo, hasta la fecha solo se han resuelto las observaciones en 6 de los 29 establecimientos de salud, como lavaderos de manos inhabilitados, falta de interruptores diferenciados en los tableros eléctricos del aire acondicionado y cables eléctricos inadecuados que podrían generar cortocircuitos.

La compra exprés

El 21 de junio de 2023, el Ministerio de Salud (Minsa) publicó una convocatoria para comprar 29 mamógrafos digitales 2D para los servicios de salud de 17 regiones. No era una compra cualquiera, sino parte de un proyecto de inversión en equipos biomédicos para el que el Gobierno aprobó un presupuesto de 100 millones de soles en diciembre de 2022.

La planificación de la compra centralizada, llamada así por estar directamente en manos del Minsa, empezó durante la gestión de la entonces ministra de Salud, Rosa Gutiérrez. En abril, el jefe de la Dirección General de Operaciones de Salud del Minsa, Julio Silva, envió al jefe de la Dirección General de Intervenciones Estratégicas en Salud Pública, Henry Gamboa, y a la jefa de la Dirección de Prevención y Control de Cáncer, Estela Malaver, las características técnicas de los mamógrafos 2D que se necesitaban comprar. Pero, tras la renuncia de la ministra Gutiérrez, el proyecto lo continuó el actual ministro César Vásquez.

Con el argumento de que el Ministerio de Salud estaba retrasado en la gestión de las compras y con las visitas a los servicios de salud que recibirían los equipos, el gobierno cambió el procedimiento del tipo de adquisiciones a través de un decreto de urgencia para que ya no se hicieran licitaciones, sino selecciones adjudicadas, que se resuelven en un mes y pueden concretarse con un solo proveedor.

En el decreto publicado en mayo se indicó que el Minsa estaba retrasado debido a los bloqueos de carreteras por las protestas sociales en contra del gobierno de la presidenta Dina Boluarte. Se argumentó también que, por la declaración del estado de emergencia por dengue y por las intensas lluvias en el norte por el ciclón Yaku, hacía falta acelerar los procesos de compra de los equipos.

En el Ministerio de Salud los funcionarios temían que si no salían a comprar los mamógrafos pronto, tendrían que regresar el presupuesto a las arcas del Estado porque solo podía gastarse ese año. Entonces, el proceso de selección se hizo en 31 días, cuando en un proceso habitual toma seis meses.

Un proveedor acusado de corrupción

A la compra de los mamógrafos solo se presentó el consorcio conformado por Timed y X Ray Sales and Service. Otras empresas interesadas, como International Diagnostic Imagin y Global Healthcare Solutions Perú, observaron los requerimientos del Ministerio de Salud y propusieron que las entregas de los equipos fueran por etapas, mientras una tercera compañía, GE Healthcare del Perú, dijo que debían entregarse después de que las salas de mamografías estuvieran listas. Pero ninguna de sus recomendaciones fue tomada en cuenta y no participaron de la convocatoria.

Sin ningún competidor, el consorcio Timed y X Ray Sales and Service se hizo de un contrato de 39 millones de soles y se comprometió a entregar los mamógrafos a más tardar el 10 de octubre de 2023 y a acondicionar las salas para su funcionamiento en cada servicio de salud hasta el 19 de noviembre de 2023. Pero incumplió todos los plazos: entregó los equipos en noviembre y adaptó los ambientes para los exámenes de mamografía recién en diciembre, según las actas de conformidad del Ministerio de Salud que revisamos. Mientras tanto, las mujeres que debían pasar por este examen en 17 regiones del país debieron ser derivadas a otros servicios de salud o seguir esperando la llegada de los nuevos equipos al no tener 150 soles para gastar de su bolsillo por un examen de mamografía en un servicio privado.

Por cada mes de retraso para la operación de los 29 mamógrafos, se dejaron de realizar unas 292 mamografías en cada establecimiento de salud donde debían estar funcionando, conforme a los datos que el propio Ministerio de Salud proyectó para la compra de estos equipos.

Las atenciones de salud postergadas se tradujeron también en un perjuicio económico que la Unidad de Adquisiciones y Programación de la Oficina de Abastecimiento del Ministerio de Salud calculó en S/ 3.9 millones, equivalentes al 10% del valor del contrato. Ese fue el monto con el que se penalizó al consorcio Timed y X Ray Sales and Service en diciembre de 2023. Adicionalmente, se le sancionó con S/ 17,700 por demoras en la entrega de documentos, como la carta de compromiso en la que figuran los datos de contacto del soporte técnico y los costos unitarios de los componentes de los mamógrafos.

Pero la historia de esta compra no terminó allí. Salud con lupa conoció que el consorcio ha llevado a un arbitraje al Ministerio de Salud para evitar el pago de las penalidades. Entrevistamos a Eliseo Segura, gerente general de X Ray Sales and Service, y este fue su argumento: “Los mamógrafos fueron entregados a tiempo, pero las actas de conformidad se firmaron con retrasos porque no estaba el administrador del establecimiento de salud o porque no se podían realizar las capacitaciones para manejar los equipos por la falta de operadores”.

Según este empresario, hubo casos de establecimientos sin tecnólogo médico para capacitar. Por eso, considera, que no todo es responsabilidad del consorcio y que el Ministerio de Salud “no debe descontar las penalidades sobre el total de la factura, sino sólo sobre lo que no entregaron a tiempo”.

Actualmente, Eliseo Segura, quien también es dueño de X Ray Sales and Service, está siendo investigado por presunta colusión (un acuerdo entre dos o más partes para limitar la competencia) en la venta de 3 equipos de rayos X y 6 ecógrafos al Gobierno Regional de Áncash en el año 2020. El caso está en el Juzgado de Investigación Preparatoria Especializado en Delitos de Corrupción de Funcionarios e involucra a otras ocho empresas acusadas de acordar los precios de los aparatos biomédicos para ganar las adjudicaciones aprovechando el contexto de la pandemia de COVID-19. Por estos hechos, se investiga también al gobernador Juan Morillo, quien fue detenido y suspendido de su cargo.

Sobre esta denuncia, Segura dijo que la Fiscalía abrió una investigación por cada hospital donde se entregaron los equipos: el Hospital La Caleta de Chimbote, el Hospital Regional Eleazar Guzmán Barrón de Chimbote y el Hospital Víctor Ramos Guardia de Huaraz. “En el caso de La Caleta, la Fiscalía ha dicho que no hubo ningún tipo de colusión ni de dolo, en el caso de Ramos Guardia también ha salido lo mismo. El caso de Eleazar Guzmán todavía está en investigación”, señaló.

Los otros 5 contratos incumplidos

Desde el 2003 hasta la fecha, X Ray Sales and Service le ha vendido aparatos de rayos X, mamógrafos y ecógrafos al Estado, y también ha prestado servicios de mantenimiento de equipos biomédicos. En este período ganó más de S/ 116 millones en contratos con gobiernos regionales, hospitales, el seguro social, el Ministerio de Salud y otras instituciones del sector. Sin embargo, en cinco oportunidades sus contratos tuvieron que ser resueltos porque no los cumplió, un problema que perjudicó la atención de salud de pacientes en San Martín, Puno, Lima y Apurímac.

Uno de esos casos fue con la Universidad Nacional del Altiplano de Puno que anuló el contrato por la compra de un equipo de rayos X digital con esta empresa en mayo de 2022 debido a que nunca lo entregó. Con este proceso fallido se perjudicaron los estudiantes de Medicina que iban a utilizarlo para prácticas en un laboratorio de investigación de la universidad.

La Dirección de Redes Integradas de Salud de Lima Norte tuvo también un conflicto con X Ray Sales and Service porque recibió tres equipos de rayos X dental con retrasos y que no cumplían las características técnicas por las que pagó S/ 114,000. Por eso, en septiembre de 2021, le regresó los equipos. Otro incumplimiento de la empresa ocurrió en el Hospital de Tarapoto, cuyas autoridades anularon el servicio de mantenimiento a sus equipos de rayos X en mayo de 2021 porque nunca lo realizó.

La Red de Salud de Yunguyo, en Puno, rescindió una compra de un equipo de rayos X a la empresa X Ray Sales and Service en diciembre de 2018 porque no lo entregó en el plazo que debía hacerlo y porque había superado el monto máximo de las penalidades que podía recibir. De igual modo, en mayo de ese mismo año, el Hospital Guillermo Díaz de la Vega, en Apurímac, le anuló un contrato a X Ray Sales and Service porque le entregó con un mes de retraso un equipo de rayos X que le había comprado y que, además, incumplía con las especificaciones técnicas ofertadas: no tenía monitores sensibles al tacto ni la función de radiografía digital. Esta controversia terminó en agosto de 2021 con la inhabilitación de X Ray Sales and Service por siete meses para contratar con el Estado.

Karla Gaviño, abogada y docente de Gestión Pública en la Universidad del Pacífico, explica que si bien X Ray Sales and Service ya no estaba inhabilitada al momento de firmar el contrato de los mamógrafos, el Ministerio de Salud debió revisar y considerar los antecedentes antes de dar la buena pro. “Frente a la ausencia de postores sin manchas en su historial, lo mejor era lanzar un nuevo proceso de selección que tuviera más convocatoria”, señala.

Salas improvisadas

El jefe de la Dirección Ejecutiva de Prevención y Control del Cáncer del Ministerio de Salud, Víctor Palacios, firmó las fichas de recepción, instalación y funcionamiento de los 29 mamógrafos comprados en diciembre de 2023. Tres meses después, fue reemplazado en el cargo por Easy Maradiegue. Sin embargo, todas las salas de mamografías donde debían instalarse los equipos tenían problemas, los cuales fueron identificados por la Contraloría cuando hizo una inspección de rutina entre febrero y julio de 2024.

La Dirección Ejecutiva de Prevención y Control del Cáncer le dijo a Salud con lupa que dio la conformidad de la compra e instalación de los mamógrafos sobre la base de los informes de las áreas técnicas que recibió de los establecimientos de salud; es decir, sin verificar físicamente las deficiencias en las salas de mamografías. “En enero de 2024, el Órgano de Control Institucional (OCI) realizó observaciones a las instalaciones, más no a los equipos. Son observaciones que se están subsanando. Este proceso de control no es requisito para otorgar la conformidad”, añadió en una de sus respuestas por escrito.

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La Contraloría detectó más de 300 problemas en las instalaciones de las salas de mamografías.
Fotos: Contraloría

Por ejemplo, la sala de mamografías en el Hospital Las Mercedes de Chiclayo fue acondicionada dentro del área de emergencia, en una zona hacinada de pacientes en camillas colocadas hasta en los pasadizos y con grietas en las paredes. A pesar de que este mamógrafo se instaló en noviembre de 2023, recién empezó a usarse en marzo de este año porque seguían haciéndose trabajos de adecuación de los ambientes.

En el Hospital Amazónico de Yarinacocha, en Ucayali, el mamógrafo fue instalado a fines de diciembre de 2023, pero hasta abril de este año no se usó por falta de personal médico y de energía eléctrica en las salas de mamografías. Este ambiente tenía energía sólo mediante un grupo electrógeno, porque no se había terminado una obra de mejoramiento del servicio eléctrico en el hospital. Usar el mamógrafo en esas condiciones podría dañarlo y, por si fuera poco, el hospital tampoco tenía la licencia de funcionamiento del Instituto Peruano de Energía Nuclear para operarlo.

Mientras que otro mamógrafo se entregó al Centro de Salud José Leonardo Ortiz, en la región Lambayeque. Era el primer equipo que llegaba a un establecimiento del primer nivel de atención de salud de esta región, pero empezó a funcionar con cinco meses de retraso porque no estaba lista la sala de mamografías, según contó uno de los trabajadores. Entre tanto, en el Hospital Santa Rosa de Puerto Maldonado, en la región Madre de Dios, la sala se habilitó en un pabellón con deficiencias estructurales. Sus muros no tenían vigas y podrían caerse en un sismo o incluso con vientos fuertes en esta zona amazónica.

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El ministro de Salud, César Vásquez, inauguró en enero de 2024 el mamógrafo del Hospital de Ventanilla que no fue utilizado de inmediato por falta de personal.
Foto: Gobierno Regional del Callao

A pesar de todos estos problemas con la compra e instalación de los mamógrafos, el ministro de Salud, César Vásquez, encabezó dos inauguraciones de los equipos en Lima y Callao. Poco tiempo después que estuviera en la ceremonia en el Hospital de Ventanilla, en el Callao, se supo que el mamógrafo inaugurado estaba inoperativo. Ante ello, Vásquez solo dijo: “El Minsa cumplió con la compra del equipo y es responsabilidad de cada establecimiento tener el personal para usarlo”.

Acciones de control

Hasta ahora, la Contraloría le ha solicitado explicaciones al ministro César Vásquez por los problemas en las instalaciones de cada uno de los mamógrafos comprados. Le ha enviado oficios entre febrero y julio de 2024 para que rinda cuentas sobre el estado de todas las anomalías detectadas en las inspecciones.

Como la mayoría de las correcciones en las salas de mamografías está en marcha, el Minsa ha informado que enviará este mes un informe completo a la Contraloría.

Sobre la falta de médicos radiólogos y tecnólogos para operar los mamógrafos en los 29 establecimientos de salud, la Dirección de Prevención y Control del Cáncer señaló a Salud con lupa que el “Minsa transfirió presupuesto a los gobiernos regionales para su contratación, pero las plazas quedaron desiertas o existieron demoras en la adjudicación”.

Sin embargo, hasta ahora, no se conocían las condiciones en las que se hizo la compra de los equipos y los antecedentes del consorcio que hizo negocios con el Ministerio de Salud. Aún con todo, el gobierno ha destacado la compra como un gran logro. Incluso, en su último mensaje a la Nación, la presidenta Dina Boluarte mencionó la compra de los mamógrafos y de otros equipos de rayos X como “una inversión histórica de alta tecnología”.

Esta investigación fue posible gracias al apoyo del Consorcio para Apoyar el Periodismo Regional en América Latina (CAPIR) liderado por el Institute for War and Peace Reporting (IWPR).

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