Cuando inició la pandemia de la covid-19, la falta de información sobre cómo nos podríamos infectar con el SARS-CoV2 hizo que tomáramos diversas precauciones para protegernos. La desinfección de todas las superficies de nuestra vivienda o de los productos que traíamos a casa fue una de ellas. Sin embargo, luego de casi dos años, la evidencia científica ha confirmado que el riesgo de contagiarse por tocar esas superficies es muy bajo.
Esto ha sido demostrado recientemente por un grupo de investigadores del Instituto Nacional de Salud (INS). Ellos recolectaron más de dos mil muestras de superficies inertes y de alimentos de tres distritos de Lima, y hallaron que en solo una hubo presencia del virus que causa la covid-19. Al analizarla, se demostró que no era una fuente de infección para las personas.
“Lo que nos enseñan estos resultados es que no debemos tener pánico a las superficies. Ya no sería necesario echarnos alcohol cada que toquemos algo o colocar esos plásticos que impiden agarrar los alimentos en los mercados, siempre y cuando mantengamos puesta nuestra mascarilla y nos lavemos las manos con agua y jabón”, indica Katherine Alvis, nutricionista y líder de la investigación.
Ningún rastro del virus en los alimentos
El estudio se realizó entre los meses de octubre y noviembre del año pasado en San Juan de Lurigancho, San Martín de Porres y Villa El Salvador, por ser los tres distritos donde se registraron más casos covid-19, según la información del Ministerio de Salud.
Se recolectaron 2055 muestras: 960 fueron de superficies de alimentos que eran vendidos en mercados, como arroz a granel, palta, plátano, mango, limón, tomate, lechuga, papa, queso y pollo. Las otras 1095 muestras fueron de superficies inertes: buses (barandillas, asientos y puerta); supermercados y cajeros automáticos. Estas superficies fueron seleccionadas porque tenemos más contacto con ellas en nuestro día a día.
A todas las muestras se les realizó una prueba molecular. Ninguna de las que procedían de alimentos dio positivo para covid-19. La única muestra en la que sí se detectó el virus se tomó en un cajero automático del distrito de San Martín de Porres. Tras analizarla, se descubrió que presentaba una carga viral baja entre otros factores que impedían que el virus se reprodujera, por lo que no tenía la capacidad de infectar, según explicó la investigadora del Instituto Nacional de Salud.
Sobre la posibilidad de que los buses, cajeros automáticos o áreas de supermercados hubiesen sido desinfectados antes de que los investigadores acudieran a tomar las muestras, Alvis dijo que, si bien se pidió permiso a las empresas, no se anunció el día ni la hora en que irían a recolectarlas. El mismo proceso se siguió con los alimentos ofrecidos en los mercados.
Este estudio es uno de los primeros en Perú que analiza superficies inertes y alimentos para detectar el virus de la covid-19. De todas maneras, sus autores reconocen que presenta algunas limitaciones: las muestras fueron tomadas en meses en que el número de casos de covid-19 era relativamente bajo (menos de mil por día), y solamente en Lima.
¿Ya no debemos desinfectar las superficies?
Desde hace cinco semanas, la curva de casos de covid-19 en el Perú ha ido en aumento. El 60% de las camas de cuidados intensivos del país están ocupadas, según informó el Ministerio de Salud. Eso quiere decir que debemos continuar protegiéndonos con las medidas que hasta el momento han demostrado ser efectivas, como el lavado de manos, el uso de doble mascarilla o de mascarilla KN95 y el distanciamiento físico.
Respecto a otras medidas de higiene, los investigadores del estudio han recomendado seguir aplicando las que se empleaban antes de la pandemia, como lavar las frutas y verduras antes de comerlas. Esto porque hay otras enfermedades que pueden transmitirse a través de los alimentos, como la hepatitis A y el norovirus (que causa la gastroenteritis). Estas enfermedades pueden causar diarreas u otros malestares, sobre todo en los niños.
Por su parte, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos ha precisado que la desinfección de superficies dentro de una vivienda sí es recomendable cuando uno de sus habitantes ha dado positivo para covid-19.
Recordemos que, según la evidencia científica, la principal vía de contagio de la covid-19 es a través de los aerosoles (microgotas) que pueden transmitirse de persona a persona, cuando una de ellas estornuda, tose o habla.
Medidas que no sirven
La consecuencia de aplicar medidas para protegernos de la covid-19 sin evidencia científica va desde un gasto innecesario de dinero y tiempo hasta una falsa sensación de seguridad que puede poner en riesgo nuestra salud.
Una de las medidas más comunes es la desinfección de envases de comida. La evidencia dice que no existe ni una persona que se haya infectado con el virus luego de tocar recipientes, según lo han indicado el Departamento de Agricultura y la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos. Sin embargo, sí es recomendable continuar con el lavado de manos luego de manipular los recipientes.
Por otra parte, no se ha demostrado que los tapetes que se colocaban en el suelo a la entrada de una vivienda o de un local para desinfectar las suelas de los zapatos reduzcan la posibilidad de introducir la covid-19 en los espacios cerrados.
Los termómetros y oxímetros que ayudan a identificar síntomas relacionados con la covid-19, como la fiebre y la baja oxigenación tampoco sirven para protegernos en lugares públicos, ya que el 75% de personas infectadas son asintomáticas.
El protector facial también es inútil para evitar el contagio de la covid-19. Como su contorno no está sellado a la cara, pueden permitir el paso de los aerosoles. Por eso, el Ministerio de Salud ha aclarado hace unos días que ya no es obligatorio el uso de este objeto en los medios de transporte.