Un nuevo etiquetado claro para los alimentos y bebidas procesados está en manos del Pleno de la Cámara de Diputados en México. La medida es urgente en un país en la tasa de obesidad y muertes por diabetes en Latinoamérica, pero se ha postergado varias veces por los lobbies de la industria alimentaria y de refrescos en este país.
En julio pasado, la Cámara de Diputados dio un primer paso con la aprobación de reformas a la Ley General de Salud en materia de sobrepeso, obesidad y etiquetado frontal de alimentos y bebidas. Sin embargo, organizaciones han advertido la influencia de grupos de interés que buscan frenar las acciones políticas para aprobar el dictamen en el pleno que deberá desarrollarse en setiembre.
México ocupa el primer lugar en consumo de productos ultraprocesados en América Latina y el cuarto en el mundo.
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Por este motivo, Salud con lupa inició su espacio de conversaciones regionales con un tema clave en México: la importancia de que se aprueben etiquetas claras para la comida chatarra. En esta ocasión tuvimos a tres grandes invitadas en nuestro panel: Karina Sánchez-Bazán, consultora en políticas de alimentación y salud; Fiorella Espinosa, nutricionista y maestra en salud pública y miembro de la Alianza por la Salud Alimentaria; y Kennia Velázquez. historiadora y periodista colaboradora de Salud con lupa.
Esta actividad se realiza en un momento importante para México, donde organizaciones como la Alianza por la Salud Alimentaria, El Poder del Consumidor, la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), Coalición ContraPESO, y The Hunger Project lanzaron una campaña para exigir un etiquetado frontal de advertencia en bebidas y alimentos para reducir el consumo de bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados.