A solo una semana de que venza el plazo para que las empresas se adecúen a la impresión obligatoria de octógonos en sus productos, diversos gremios de la industria alimentaria han vuelto a manifestarse en contra del Manual de Advertencias Publicitarias, promulgado hace tres años, y han solicitado al Ministerio de Salud (Minsa) que el uso de stickers sea permanente. Esta solicitud sería un paso más para que estas empresas sigan evadiendo el reglamento de la Ley de alimentación saludable, porque también han solicitado una nueva ampliación de tiempo a la reducción de los parámetros de las cantidades de azúcar, sodio y grasas saturadas en los alimentos y bebidas no alcohólicas ultraprocesadas, que vence en setiembre de este año.
Las organizaciones en defensa del consumidor y los nutricionistas aseguran que, de permitirse estas ampliaciones, la salud de los peruanos seguirá siendo postergada y el peligro aumenta, sobre todo en este momento cuando la obesidad y el sobrepeso eleva el riesgo de fallecer por la covid-19.
La Cámara de Comercio de Lima (CCL), principal impulsora de la propuesta, se basa en que la Ley de alimentación saludable no contempla la impresión de estas advertencias publicitarias, sino que esta medida fue acordada en el manual, por lo que las empresas tienen el derecho de continuar con los stickers en sus empaques. “El manual es una norma de menor rango, una norma antitécnica, que el Minsa no puede explicar. La ley exige que el consumidor conozca el contenido del octógono, y estamos de acuerdo, pero no exige que sea impresa”, dice Carlos Posada, director institucional de la CCL.
Sin embargo, para Carlos Zuñiga, presidente de la asociación en defensa de los consumidores Elegir, si solo coloca un sticker, la empresa no se está adecuando realmente a las reglas. Él recuerda que el uso de adhesivos fue una medida temporal que ya ha sido aplazada por dos años (en junio de 2019 y junio de 2020). Si se hubiese tomado como una opción, se debió elaborar una norma técnica para una correcta aplicación y así no se corra el riesgo de que la información no llegue al consumidor final (el que compra en bodegas, por ejemplo), precisa.
El representante de la CCL afirma que son conscientes de que los stickers pueden ser retirados fácilmente del producto, pero asegura que durante estos dos años que se ha venido aplicando esta medida, el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi), que tiene a su cargo la fiscalización del cumplimiento del manual, no ha presentado ninguna denuncia de este tipo.
Para Zuñiga, si no ha habido denuncias es porque aún no entra en vigencia la impresión obligatoria. En esa misma línea, la exdecana del Colegio de Nutricionistas Saby Mauricio, también impulsora de la Ley de Alimentación Saludable, asegura que Indecopi no tiene una capacidad tan grande para fiscalizar cada tienda o bodega por lo que ello no puede ser un argumento del gremio empresarial.
Desde Indecopi informaron que existen 146 investigaciones preliminares correspondientes a un posible incumplimiento al Manual de Advertencias Publicitarias, de las cuales 97 dieron inicio a procedimientos sancionadores de oficio, según el diario La República. Sin embargo, no se pudo esclarecer si estas corresponden a una supervisión del retirado de octógonos.
Sin embargo, Saby Mauricio dice que basta acercarse a cualquier lugar de venta de alimentos para corroborar que algunos productos de una misma empresa pueden llevar octógonos y otros no, precisamente porque los adhesivos se retiran fácilmente.
El uso de octógonos en beneficio de la salud pública fue demostrado hace unos años por la Organización Panamericana de la Salud, que presentó una investigación sobre cómo un correcto etiquetado octogonal, en vez del uso de un semáforo u otras advertencias publicitarias, permite que los consumidores elijan en menos tiempo un producto saludable.
Sin embargo, existe otro argumento por el que los gremios empresariales han requerido la prórroga al Minsa. Según Alex Daly, de la Sociedad Nacional de Industrias, las empresas nacionales ya se adecuaron a esta medida, pero hay empresas extranjeras que no querrán enviar productos a nuestro país por no querer adecuarse a esta medida que puede implicar mayores gastos.
La nutricionista Saby Muricio recuerda que Chile también se ha adecuado al uso de octógonos impresos en sus empaques y solo necesitaron seis meses de prórroga. “Incluso en Chile, si una empresa tiene productos con octógonos no pueden venderle al Estado. En cambio, aquí vemos cómo diversos programas de nutrición infantil adquieren productos sin contemplar estas advertencias publicitarias”.
A solo una semana de que se venza el plazo para la adecuación del etiquetado, el Ministerio de Salud no ha mostrado una posición clara. El ministro Óscar Ugarte dijo hace unos días que se está evaluando la solicitud para alimentos ultraprocesados que provienen del extranjero.
Una puerta abierta
Para la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios (Aspec), la nutricionista Saby Mauricio y la asociación en defensa de los consumidores Elegir, esta controversia sobre la solicitud de un nuevo plazo para el etiquetado es solo una excusa para continuar incumpliendo el manual y la ley de alimentación saludable.
Cuando se aprobó el manual, se establecieron 39 meses (que vencen el 17 de setiembre de 2021) para que las empresas reduzcan los parámetros de sus productos a fin de evitar un mayor riesgo en la salud de los peruanos. Por ejemplo, si antes se contemplaba como “exceso de azúcar” unos 22.5 gramos de azúcar por cada 100 gramos en alimentos sólidos (es decir cinco cucharaditas en media taza), en tres meses se considerarán “excesivos” a todos los productos que contienen 10 gramos de azúcar por cada 100 gramos (dos cucharaditas de azúcar sobre media media taza).
Sin embargo, la Asociación de Exportadores (Adex) también ha solicitado al Minsa una prórroga de nueve meses -es decir, hasta junio de 2022- para esta medida, con el fin de que las empresas más pequeñas se adecúen a los nuevos requerimientos y así se evite un “desabastecimiento en el mercado”. Esto, pese a que han pasado tres años desde la publicación del manual.
Para Carlos Posada, de la Cámara de Comercio de Lima, la ley debe cumplirse, pero es necesario “evaluar permanentemente (estos parámetros) porque la realidad va cambiando día a día”. Es decir, desliza la idea de que las cantidades planteadas en el manual deben ser revisadas nuevamente junto a las empresas.
En el reglamento de la ley, se indica que las actualizaciones de los parámetros solo serán posibles tomando en consideración la evidencia científica y la información relacionada a la alimentación saludable con al menos 12 meses de anticipación antes de que entren en vigencia. En estos momentos no debería ser posible un cambio en las cantidades.
“Ellos (los gremios empresariales) ya sabían cuándo iba a entrar en vigencia esta nueva fase. Entonces, esto de los octógonos es solo un caballo de troya para incumplir también la reducción de parámetros técnicos en unos meses”, indica Carlos Zuñiga, presidente de la asociación en defensa de los consumidores Elegir, quien advierte que la motivación del gremio empresarial sería eliminar el Manual de Advertencias Publicitarias y de esta manera retroceder con lo avanzado.
Saby Mauricio pide que ya no nos detengamos en las polémicas sobre el etiquetado ni en la reducción de parámetros porque esto ya ha sido aprobado hace muchos años. Actualmente, no se ha implementado totalmente la Ley de alimentación saludable. Lo que hoy se necesita es reducir enfermedades como la obesidad y el sobrepeso y promover entornos saludables, sostiene.