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Más de diez países aprueban la vacuna de AstraZeneca como dosis de refuerzo

Perú ha iniciado la aplicación de la vacuna de AstraZeneca como dosis de refuerzo. Tres estudios científicos indican que esta vacuna aumenta los niveles de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 en quienes han sido inmunizados previamente con dosis del mismo o de otros laboratorios, incluso en pacientes inmunodeprimidos, sin generar efectos secundarios de gravedad.

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En Ecuador y Colombia aplican la vacuna de AstraZeneca como dosis de refuerzo a los esquemas completos de Sinovac y Sinopharm, como ocurre en nuestro país.
EFE

A inicios de febrero, el Ministerio de Salud (Minsa) informó, a través de sus redes sociales, que la vacuna de la farmacéutica británica AstraZeneca está siendo aplicada como dosis de refuerzo para los mayores de 18 años. Algunas personas se sintieron sorprendidas con esta noticia y temían que esta vacuna pudiera ser menos efectiva que la de otros laboratorios. ¿Pero qué evidencia científica hay respecto a este tema?

El Ministerio de Salud ha tomado la decisión de aplicar esta vacuna basándose en las recomendaciones de la nota técnica “Eficacia y seguridad de la tercera dosis de la vacuna AstraZeneca contra la infección por SARS-CoV-2”, presentada el mes pasado por la Unidad de Análisis y Generación de Evidencias en Salud Pública del Instituto Nacional de Salud (INS).

Este documento recopila información de más de diez países de América, Europa y Oceanía que ya vienen usando la vacuna de AstraZeneca como dosis de refuerzo, sin que se hayan presentado efectos adversos de gravedad en quienes la han recibido.

Entre estos países se encuentra Colombia, que recomienda el uso de la vacuna AstraZeneca en quienes hayan recibido dosis homólogas o de diversos laboratorios, entre ellos Pfizer, Moderna, Johnson & Johnson y Sinovac. Esta última tiene la misma tecnología de la vacuna del laboratorio chino Sinopharm (virus inactivado) que se usa en nuestro país. Ecuador es otro país que también recomienda el uso de la dosis de refuerzo de AstraZeneca a quienes recibieron dosis de Pfizer o de Sinopharm. También se suman a la lista Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, México y Paraguay.

En Europa y Oceanía también hay países que usan esta vacuna: en Reino Unido, las personas pueden vacunarse con AstraZeneca si recibieron previamente su esquema completo de tipo ARN mensajero (Pfizer o Moderna). En Australia y Nueva Zelanda también se ha recomendado su uso.

Los tres estudios

La norma técnica del Instituto Nacional de Salud presenta tres estudios aleatorizados, revisados por pares y publicados en revistas científicas que avalan la seguridad (para determinar que no generen efectos secundarios de gravedad) e inmunogenicidad (para determinar la cantidad y calidad de anticuerpos frente al virus) de esta vacuna como dosis de refuerzo.

Si bien aún no se cuenta con un estudio de eficacia, Jorge Geffner, doctor en Bioquímica e investigador de la Universidad Buenos Aires, explicó al medio argentino La Nación que los resultados de este tipo de estudios pueden demorar mucho tiempo porque se debe hacer un seguimiento de varios meses a los voluntarios, pero esto no quiere decir que la vacuna no funcione como dosis de refuerzo. “La gente debe estar tranquila porque en el campo de la seguridad se experimentaron todas las combinaciones y no surgieron problemas”, asegura Geffner.

Un primer estudio, liderado por el investigador británico Alasdair Munro, fue publicado en la revista científica The Lancet en diciembre de 2021. En este ensayo se comparó la seguridad e inmunogenicidad de la dosis de refuerzo de siete tipos de vacunas, entre ellas la de AstraZeneca. A tres mil participantes mayores de treinta años, que ya tenían el esquema completo de vacunas Pfizer o AstraZeneca, se les administró después de diez a doce semanas (tres meses) las dosis de estas vacunas y en todos los grupos hubo aumento en la concentración de anticuerpos contra el virus. En el caso de AstraZeneca, los anticuerpos aumentaron entre 1,8 y 32,3 veces, niveles superiores a los mostrados por Pfizer, que se elevaron entre 1,3 y 11,5.

Este estudio, sin embargo, fue realizado en junio del año pasado, cuando aún no se detectaba la nueva variante ómicron. Y tampoco se han estudiado los resultados a largo plazo.

Un segundo estudio, realizado en Brasil, fue publicado hace solo unas semanas, también en la revista The Lancet. Se trata de la aplicación de una dosis de refuerzo de vacunas de los laboratorios AstraZeneca, Pfizer y Johnson & Johnson a personas que recibieron seis meses antes dos dosis del producto del laboratorio chino Sinovac, que, como ya se ha mencionado, está elaborado con la misma tecnología que la vacuna de Sinopharm (virus inactivado).

Los resultados de este estudio indicaron que, a los 28 días de la aplicación de la dosis de refuerzo, en todos los grupos se incrementaron los niveles de anticuerpos. En el caso de AstraZeneca, aumentaron 90 veces. De las 1200 personas que participaron en este estudio, casi 300 recibieron una dosis de refuerzo de la vacuna de Sinovac que se les había aplicado antes (dosis homóloga), pero en ese caso el incremento de niveles de anticuerpos fue menor que el observado entre quienes recibieron vacunas de otros laboratorios (dosis heteróloga). En el estudio también se señala que con dosis de refuerzo de laboratorios distintos se consiguió mayor protección frente a las variantes delta y ómicron.

AstraZeneca
Las vacunas de AstraZeneca como dosis de refuerzo tienen evidencia científica de no causar efectos secundarios de gravedad.
El Peruano

Un tercer estudio, más pequeño, tuvo como voluntarios a sesenta pacientes que recibían tratamiento con rituximab (un anticuerpo monoclonal, usado para diversas enfermedades como artritis reumatoide o incluso de apoyo en quimioterapias) y que, pese a haber completado su esquema completo de vacunación contra la covid-19 con las vacunas de Pfizer o Moderna, no habían generado anticuerpos contra el virus. Treinta voluntarios recibieron la vacuna de AstraZeneca y los otros treinta recibieron una dosis homóloga. En ambos casos hubo una buena respuesta inmune, por lo que los autores del estudio concluyeron que los pacientes inmunodeprimidos sí deben recibir una dosis de refuerzo, sea homóloga o heteróloga.

En ninguno de estos estudios, además, hubo alguna reacción adversa de gravedad. En el primer estudio mencionado solo 24 personas sintieron malestar en la zona de la inyección o dolor de cabeza y muscular. En el segundo, solo cinco personas tuvieron complicaciones leves, pero finalmente fueron dadas de alta. Y en el estudio realizado en las personas inmunodeprimidas no se observó trombocitopenia (bajo número de plaquetas) ni la necesidad de un cambio de medicación.

Según la jefa de Inmunizaciones del Ministerio de Salud, Gabriela Jiménez, en el Perú solo se han reportado 120 personas con efectos adversos para todo tipo de vacuna contra la covid-19, pero no ha muerto nadie por la aplicación de la vacuna. Al contrario. “No hay relación directa para culpar a la vacuna por una situación crítica. Los que actualmente están falleciendo por covid-19 son los que no han recibido su dosis de refuerzo”, dice Jiménez.

¿Por qué se empezó con Pfizer?

En diciembre del año pasado, el Ministerio de Salud anunció que todas las personas que habían cumplido tres meses desde que recibieron su segunda dosis contra la covid-19 ya podían ir por la de refuerzo. ¿Pero por qué se optó primero por las vacunas de Pfizer?

Gabriela Jiménez explica que se decidió iniciar con Pfizer porque en ese momento se contaba con más dosis de esta vacuna y no porque fuera mejor que la de AstraZeneca.

“Hoy tenemos una brecha de siete millones de personas por vacunarse y por eso también hemos empezado a usar la vacuna de AstraZeneca”, dijo. El Ministerio de Salud se ha propuesto vacunar con dosis de refuerzo a 16 millones de personas antes de que acabe este mes. Al 6 de febrero, se reportó que ya se habían superado los ocho millones, y casi tres mil fueron con la vacuna de AstraZeneca.

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