Pese a que desde el 23 de julio ya no se puede fabricar, ni comercializar productos con grasas trans, la Dirección General de Salud Ambiental e Inocuidad Alimentaria (Digesa) del Ministerio de Salud ha autorizado al Programa Nacional de Alimentación Escolar Qali Warma, que atiende a más de cuatro millones de niños de inicial y primaria del país, a que siga distribuyendo productos que tengan este ingrediente crítico hasta que se acabe el 'stock'.
Esta decisión, expuesta en un informe de agosto de 2021, atenta contra la salud de los escolares y sus familias que hoy reciben los alimentos en sus hogares a través de los Comités de Alimentación Escolar (CAE) mientras se educan con la estrategia Aprendo en Casa. La Ley 30021 de Promoción de la Alimentación Saludable para Niños, Niñas y Adolescentes prohibió el uso de grasas trans en 2016. Desde entonces, se estableció que todas las personas y empresas que comercialicen, importen, suministren y fabriquen alimentos y bebidas no alcohólicas procesadas debían adecuar gradualmente la eliminación de este insumo de acuerdo a los parámetros y plazos establecidos.
Las empresas han tenido más de cinco años para adecuar su producción y reformular sus productos ante el mandato de eliminación de grasas trans. Por eso sorprende que la autoridad sanitaria haya autorizado precisamente al Programa de Alimentación Escolar a seguir entregando alimentos con grasas trans. Con esta decisión, se está protegiendo a los industriales a fin de que agoten sus reservas de productos por encima de la salúd pública. Esta decisión es absurda, porque la ley no puede estar al capricho de las personas, los plazos fueron claros y debieron cumplirse. Pero ¿en qué tipo de productos que reparte Qali Warma pueden haber grasas trans? Probablemente en las galletas, pues éstas usan grasas para su elaboración y estas podrían ser trans. Si el programa Qali Warma ha hecho la consulta a la Digesa es porque sabe que algunos de sus productos contienen este tipo de grasas.
Las grasas trans de origen industrial son el peor tipo de grasas. Según la Organización Mundial de la Salud, cada año mueren alrededor de 500 mil personas en el mundo por la ingesta de las grasas trans que se van acumulando en su organismo hasta provocar problemas cardiovasculares. La Defensoría del Pueblo, la Contraloría y el propio Ministerio de Salud deberían tomar cartas en el asunto para impedir que estas grasas tan dañinas se sigan distribuyendo entre nuestros niños.