Pensión de orfandad: las barreras para hacer el trámite

Cuando su hija Maribel murió de covid-19, Lucía asumió el cuidado de Junior, su nieto de 12 años, quien se fue a vivir con ella en febrero pasado. Lamentablemente, durante la mudanza no pudieron encontrar muchos de los documentos relacionados con el niño, como su acta de nacimiento. “No sé dónde guardaba sus cosas mi hija. Solo he rescatado el DNI”, dice Lucía. No es la única persona que pasa por esta difícil situación, pues nadie está preparado para enfrentar la muerte de un hijo y tampoco para los trámites de custodia de un nieto.

Al vivir sola, Lucía no tuvo a quien pedir ayuda para acudir rápidamente al Reniec y solicitar el acta de nacimiento del niño. Tampoco supo cómo hacerlo por internet. Le tomó un mes conseguir ese primer requisito para solicitar la pensión de orfandad por covid-19. El 22 de marzo se comunicó con Salud con lupa por primera vez para pedirnos orientación después de leer una convocatoria que hicimos por Whatsapp sobre el trámite. Un mes después consiguió el acta de nacimiento de su nieto. Hacer trámites en pandemia, aún cuando ya no estamos en cuarentena, no ha sido sencillo.

Este podría ser uno de los motivos por los que pese a que las disposiciones para la entrega de la pensión de orfandad se aprobaron el 6 de marzo, hasta el momento sólo se han publicado dos padrones de beneficiarios, uno en abril y otro en mayo. Solo hay 861 menores en lista para recibir la pensión, pero serían 10.900 los niños, niñas y adolescentes en situación de orfandad por causa de la covid-19*. Es decir, aún no se ha alcanzado el 10% del total.

En nuestro primer informe, señalamos la necesidad de mayor difusión de la pensión de orfandad. Pero también existe una serie de dificultades para quienes ya conocen de esta asistencia económica y quieren solicitarla. Salud con lupa hizo seguimiento a los trámites que iniciaron madres, padres y abuelas en esa situación y esta fue su experiencia con el proceso:

La brecha digital

Es posible presentar los documentos para la pensión de orfandad por covid-19 de manera presencial en dependencias del Ministerio de la Mujer o del Programa Integral Nacional para el Bienestar Familiar (Inabif). Sin embargo, muchas personas se mantienen en sus casas por seguridad, por lo que decidieron realizar la solicitud a través de la mesa de partes virtual del Inabif.

Zoila, de 41 años, perdió a su esposo por el coronavirus en febrero y se quedó sola con un niño de 4 años y una niña de 10. La familia vivía en Ucayali, pero a fines de marzo tuvieron que mudarse a la casa de los suegros de Zoila en Lima. Ella tenía el correo electrónico de la mesa de partes de Inabif, pero no sabía qué más hacer a partir de ahí.

Actividades como escanear documentos y adjuntarlos a un correo electrónico parecen sencillas para nativos digitales, pero requiere conocimientos básicos de internet que no necesariamente tiene la mayoría de la población. Para empezar, el acceso a internet en Perú apenas llega a 44.2% de hogares, según estadísticas de INEI. Además, el alcance no es el mismo según el área de residencia. Si bien en 2020 el acceso a internet en hogares de Lima Metropolitana fue de 61.7%, en los de áreas rurales sólo llegó a 11.1%.

En el caso de Zoila, sólo tenía internet en su celular y básicamente lo utilizaba para comunicarse por WhatsApp. Primero buscó una cabina de internet, pero al no encontrarla, le pidió a su cuñado que escaneara los documentos. Luego se dieron cuenta que no bastaba con enviarlos por correo, sino que debían subirlos a la mesa de partes virtual del Inabif. Para poder hacerlo, primero es necesario registrarse como usuario llenando datos personales, de domicilio y de contacto. Esos dos primeros bloques deben coincidir con la información que figura en el Reniec. Ahí surgió un nuevo problema.

Problemas de registro

La página web del Inabif alertó al cuñado de Zoila que los datos de domicilio ingresados no eran válidos, así que no se podía proceder con el registro en la mesa de partes. Ella pidió orientación a Salud con lupa porque no tenía con quien más consultar. Así pudimos verificar que su dirección sí estaba redactada tal como figura en su documento de identidad. La única diferencia era el nombre del distrito: Raimondi. En el DNI de Zoila estaba con “i” latina, pero en la página web del Inabif aparecía listado con “y” griega: Raymondi. Este dato no había sido redactado sino que se elegía de un menú de opciones, por lo que no era posible corregirlo. Pero no podíamos tener certeza de que ese fuera el error que evitaba el registro.

Zoila y su cuñado intentaron el trámite virtual varias veces hasta que decidieron llamar al Inabif para contar el problema. Entonces les indicaron que enviaran los documentos al correo electrónico de mesa de partes como una alternativa. Tres días después, les confirmaron que la Sub Unidad de Administración Documentaria del Inabif había registrado su solicitud.

Idas y vueltas en la mesa de partes

El día que se publicó el decreto supremo sobre la pensión de orfandad por consecuencia de la covid-19, el Inabif publicó una nota de prensa en la que indica que las personas pueden hacer su solicitud a través de la mesa de partes presencial o virtual, o pueden escribir al correo electrónico de la mesa de partes.

Para varias de las personas que conversaron con Salud con lupa, la opción de escribir al correo resultaba más cómoda que registrarse en la mesa de partes virtual para poder recién realizar la solicitud. Sin embargo, nos indicaron que luego de varios días, no recibían respuesta y no es posible tener la garantía de confirmación de que el correo fue recibido. Este es el caso de Raquel, madre de un niño de 14 años con discapacidad intelectual.

El padre del menor y ella se habían separado hace tiempo, pero él seguía cumpliendo con la manutención de su hijo. Por eso, desde que falleció en agosto del año pasado por covid-19, Raquel se ha visto en apuros para cubrir sola todos los gastos. “Mi familia me está depositando un dinero, pero es muy espaciado, y los abuelos paternos no viven en el Perú. Yo estuve trabajando para la ONPE las primeras semanas de febrero hasta que me contagié”, cuenta Raquel. Afortunadamente, fue un caso leve de covid-19 y pudo recuperarse pronto.

Raquel envió un correo a la mesa de partes del Inabif con sus documentos el 20 de marzo pero nadie le respondió. Casi una semana después escribió al WhatsApp de la entidad y le indicaron nuevamente cuáles eran los requisitos para obtener la pensión, pero nada sobre el correo que ya había enviado. Al parecer, la respuesta automatizada a los usuarios no ayuda a resolver sus dudas.

Consultamos sobre esa situación en marzo a la viceministra Cynthia Vila y nos dijo que hubo diversas consultas por correo pero no eran lo mismo que solicitudes formalmente entregadas con toda la información. Pero aún si el correo de Raquel fue interpretado como consulta y no como solicitud, el problema es que no recibió respuesta y no tenía la certeza de que su trámite fue aceptado.

Raquel se registró entonces en la mesa de partes virtual del Inabif, llenó sus datos y adjuntó los documentos solicitados. Pensó que solo tenía que esperar a que publicaran el padrón, pero descubrió que su trámite figuraba como “Observado”. Una vez más, se comunicó al WhatsApp de la institución. “Tuve que insistir para que en el celular me explicaran lo que estaba pasando”, cuenta.

Le dijeron que había llenado mal uno de los formatos y debió volver a enviar todos los documentos al correo de la mesa de partes del Inabif. Luego, le pidieron que enviara una vez más los documentos en un solo PDF, con los anexos 1 y 2 primero. Finalmente, el 15 de abril le informaron que su expediente había sido registrado. El tiempo promedio que le tardó hacer el trámite fue de un mes.

Después de pasar por ese proceso, Raquel califica el sistema de la mesa de partes virtual del Inabif como “poco práctico”. A otros familiares de personas fallecidas por covid-19 les pasó lo mismo: intentaron hacer la solicitud de la pensión de orfandad por correo, no recibieron respuesta, trataron de hacer la solicitud por la mesa de partes virtual, fallaron y nuevamente fueron redireccionados al correo de la mesa de partes.

Un camino demasiado enredado para quienes, además de enfrentar un proceso de duelo, conviven con la preocupación de trabajar y cuidar a menores de edad en medio de una pandemia.

*Si bien esta fue la cifra inicialmente calculada por el gobierno, de acuerdo a un estudio global publicado en julio de 2021 en la revista The Lancet, en Perú existirían más de 98 mil menores que perdieron a sus cuidadores debido a la covid-19.