El sistema de compras y control de Qali Warma, que alimenta a más de 4 millones de niños en 65,500 colegios públicos del Perú, tiene graves fallas que no garantizan desayunos seguros y nutritivos.
Estos problemas han abierto la puerta a empresas que venden conservas de carne de dudosa procedencia, que falsifican análisis de sus productos y que cambian la composición de los desayunos a la medida de sus intereses. Todo para asegurarse una parte del presupuesto anual de S/ 2 mil millones que el Estado destina a la alimentación escolar.
A pesar de que Qali Warma fue declarado en reorganización a fines de 2023, esta investigación de Salud con lupa expone cómo un grupo de empresas de propiedad de una sola familia evade su inhabilitación para ser proveedoras y cómo este programa social ha aprobado medidas que las benefician y reducen la calidad nutricional de los desayunos escolares.
Los directores ejecutivos de Qali Warma no duran más de seis meses en el cargo desde los últimos cuatro años, pero los cambios de funcionarios no han conducido a una reforma de fondo. El único que se ha mantenido en su puesto ha sido el ministro de Desarrollo e Inclusión Social, Julio Demartini, pese a su responsabilidad en el problema.