El chocolate tiene una larga e ilustre reputación. Creado a partir del cacao, el cual se deriva de los granos del cacaotero (cuyo nombre científico se traduce como “alimento de los dioses”), fue utilizado por varias de las primeras culturas mesoamericanas como alimento, medicina, ofrenda ritual y quizás incluso como moneda. No es menos valioso en los tiempos modernos; el mercado mundial de chocolate creció casi un 20 por ciento entre 2016 y 2021, con un ingreso aproximado de 980.000 millones de dólares en 2021, según la firma de investigación de mercado Statista.
El sabor seguramente desempeña un papel en la popularidad del chocolate, pero es posible que también hayas escuchado que este delicioso manjar es bueno para tu salud. ¿Qué dice la ciencia sobre esta percepción?
“Claramente, el cacao es bueno para tu salud”, aseguró Dariush Mozaffarian, cardiólogo y profesor de Nutrición de la Escuela de Ciencias y Políticas de Nutrición Tufts Friedman. “Que el chocolate sea o no bueno para ti dependerá de la cantidad de cacao que en realidad contenga y de qué otros ingredientes tenga”.
Los granos de cacao están repletos de fibra y “un montón de fitonutrientes”, informó Mozaffarian, refiriéndose a los químicos naturales que se encuentran en las plantas. Se cree que el cacao contiene alrededor de 380 sustancias químicas, entre ellas una gran clase de compuestos llamados flavanoles, los cuales han generado un gran interés investigativo por sus potenciales beneficios para la salud. Sin embargo, no hay mucha claridad sobre cuántos flavanoles y otros fitonutrientes se requieren para mejorar la salud o si tu barra de chocolate favorita contiene suficientes de esos componentes para hacerlo. Además, los expertos tienen opiniones discrepantes en este punto.
El chocolate con leche normalmente contiene alrededor del 20 por ciento de cacao, afirmó Mozaffarian, aunque el contenido de cacao puede variar. (La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos exige que el chocolate con leche contenga al menos un 10 por ciento de cacao, pero algunas barras de chocolate con leche contienen hasta el 50 por ciento o más). El chocolate amargo por lo general contiene más cacao que el chocolate con leche, pero también puede variar mucho, por lo que Mozaffarian aconseja leer bien las etiquetas del producto. Para obtener posibles beneficios para la salud, Mozaffarian recomienda elegir chocolate amargo que tenga al menos el 70 por ciento de cacao.
Muchos ensayos clínicos pequeños y a corto plazo en humanos han encontrado que el chocolate amargo o los suplementos o bebidas de cacao estandarizados pueden reducir modestamente la presión arterial y mejorar los niveles de colesterol en la sangre y la salud de los vasos sanguíneos en los adultos. Además, algunos estudios observacionales a mayor plazo han encontrado que quienes comen más cacao podrían tener un riesgo menor de sufrir ciertas enfermedades cardiovasculares, afirmó Mozaffarian.
En una evaluación sistemática publicada en febrero en la revista JAMA Network Open, Mozaffarian y sus colegas examinaron cómo ciertos alimentos y nutrientes estaban asociados con problemas de salud cardiaca. Encontraron “evidencias probables o convincentes” de que comer chocolate estaba vinculado con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular. Estimaron que una ingesta diaria de solo 10 gramos estaba asociada con una reducción del 6 por ciento en el riesgo general de enfermedad cardiovascular.
Sin embargo, este tipo de estimaciones se basan en estudios observacionales, los cuales tienen limitaciones importantes, informó JoAnn Manson, directora de medicina preventiva del Hospital Brigham and Women’s de Boston. Estos estudios solo pueden identificar correlaciones entre comer chocolate y la salud; no pueden probar que el chocolate genere beneficios: las personas que comen más chocolate podrían ser diferentes en otras formas que afecten su salud, afirmó Manson.
Los hallazgos de los estudios observacionales también han sido inconsistentes. Algunos no han encontrado ningún beneficio y otros han revelado que los que comen chocolate habitualmente o con mayor frecuencia son más propensos a aumentar de peso, señaló Manson. Este tipo de estudios tampoco suele considerar los diferentes tipos de chocolate, que pueden variar en cuanto a su contenido de cacao. Además, la cantidad de grasa, azúcar y calorías podría anular cualquier beneficio para la salud que provenga del cacao.
Para abordar algunas de estas deficiencias, Manson y sus colegas realizaron un extenso ensayo aleatorio en más de 21.000 adultos mayores en Estados Unidos. A la mitad de los participantes se les dio un suplemento de extracto de cacao que contenía 500 miligramos de flavanoles de cacao y a la otra mitad se le proporcionó un placebo. Los resultados del estudio, denominado ensayo COSMOS, fueron publicados en junio en The American Journal of Clinical Nutrition.
Tras seguir a los participantes durante 3,6 años, los investigadores descubrieron que si bien —en comparación con el grupo del placebo— el grupo del suplemento de cacao no fue estadísticamente menos propenso a sufrir eventos cardiovasculares, incluidos ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares, sí tuvo una reducción del 27 por ciento en muertes cardiovasculares. Manson denominó estos resultados como “señales prometedoras para la protección del corazón”, aunque enfatizó que se requiere de otro ensayo para confirmar los hallazgos antes de traducirlos en recomendaciones para la ingesta de flavonoides de cacao.
Es importante destacar que el ensayo COSMOS no les dio chocolate a los participantes, sino cápsulas concentradas de extracto de cacao producidas por la empresa fabricante de chocolate Mars, la cual también financió parcialmente el estudio. Para obtener la misma cantidad de flavanoles de cacao bioactivos del chocolate, una persona tendría que comer cerca de 4000 calorías de chocolate con leche o 600 calorías de chocolate amargo al día, afirmó Manson, quien señaló que durante el procesamiento del chocolate se puede destruir una gran proporción de flavanoles.
El chocolate es “un manjar maravilloso, pero a la hora de percibirlo como un alimento saludable, creo que tiene sus limitaciones”, afirmó Manson.