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Una terapia para una enfermedad que no existe

Un grupo de personas identificadas como asociación Ex LGTB promueve tratamientos para curar la homosexualidad. Estas terapias no tienen justificación: la ciencia rectificó en 1987 y dejó de considerarla una enfermedad.

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Pixabay

Un grupo de personas que se identifica como asociación Ex LGTB Perú realiza conferencias y difunde mensajes en sus redes sociales en los que asegura que es posible “curar” la homosexualidad y cualquier otra orientación sexual e identidad de género que se sale del modelo binario. Entre sus más conocidos voceros está Fernando Ñaupari, quien se definió como transexual cuando cumplió 18 años y cambió su nombre por el de Carmen Claudia. Sin embargo, después de más de dos décadas, Ñaupari dice que ha recuperado su identidad de hombre por el poder de Dios.

“Todo lo malo que hagas en tu vida es culpa del demonio. A mí, Dios no me manda a hacer algo que me dañe. Es el demonio que hace eso y es Dios quien te cambia, porque no te ha creado para sufrir, y yo sufría cuando era homosexual. Ahora soy un hombre dichoso de conocer a Dios”, dice Ñaupari en un video que registra una de sus intervenciones públicas.

Salud con lupa conversó con Roberto Santome, presidente de la asociación Ex LGTB Perú, quién insistió en que "la homosexualidad se origina por los traumas que ocurren dentro del núcleo familiar y las terapias de conversión son el inicio para el cambio en las personas no heterosexuales".

La asociación Ex LGTB promueve las terapias de conversión al considerar la homosexualidad una “desviación sexual”. Sin embargo, más allá de las ideas religiosas o morales al respecto, hace décadas que la ciencia dejó de considerar la homosexualidad como una enfermedad que necesite cura o tratamiento.

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PSEUDOTERAPIA. La asociación Ex LGTB Perú es una ONG que promueve terapias de conversión sexual.
Foto: Twitter de Ex LGTB

La Asociación Americana de Psiquiatría retiró la homosexualidad de la lista de trastornos mentales en 1973 y la consideró un desorden de la orientación sexual. Sin embargo, en 1987, la retiró definitivamente de ese manual. Tres años después, la Organización Mundial de la Salud la eliminó del registro de enfermedades.

Jorge Alcántara, médico del Servicio de Planificación Familiar e ITS de Inppares, dijo a Salud con lupa que las terapias de conversión sexual que promueven grupos como la asociación Ex LGTB “son tratamientos injustificados basados en prácticas inhumanas”. Estas prácticas incluyen terapias psicológicas aversivas y supuestas violaciones correctivas. Décadas atrás se llegó a utilizar el electroshock como tratamiento físico.

Investigaciones que se realizaron a partir de la década del sesenta concluyeron que las terapias de conversión sexual no conseguían resultados. Todo lo contrario: afectaban la salud mental de las personas sometidas a estas prácticas.

Christian Martínez, especialista en sexualidad y género de la Pontificia Universidad Católica del Perú, explicó que entonces los investigadores entendían de manera errada que la homosexualidad era un comportamiento que podía ser modificado. “Las terapias pueden conseguir que las personas homosexuales dejen de vestirse o de actuar de cierta manera debido al miedo o la presión, pero no pueden lograr que una persona deje de ser homosexual”, explicó.

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RETIRO. En 1990, la OMS eliminó la homosexualidad del Manual de Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) y rechazó las terapias de conversión.
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En 2012, la OMS advirtió que las terapias de conversión sexual no tienen justificación médica y amenazan el bienestar de las personas por el simple hecho de intentar cambiar su orientación sexual e identidad de género.

En junio pasado, la Asociación Internacional de Gays, Lesbianas, Bisexuales, Trans e Intersexuales (ILGA) presentó un informe en el que indica que solo Brasil, Australia, Ecuador, Malta, Sudáfrica y China prohíben las terapias de conversión. Desde el 2015, el Comité Contra la Tortura de las Naciones Unidas advierte que los tratamientos orientados a curar la homosexualidad califican como tortura.

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