Entrevistas

Cambio de gobierno, y aún no se sincera el número real de muertos indígenas por covid-19

Dieciséis meses después de decretado el Estado de Emergencia no existe un informe oficial sobre el impacto real de la covid-19 en los pueblos indígenas. Una entrevista con Ángela Acevedo, la saliente viceministra de Interculturalidad.

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El pueblo awajún fue uno de los más afectados por la pandemia durante la primera ola.
Flor Ruiz

El 23 de junio se publicó en el boletín del diario El Peruano el Decreto Supremo N° 010-2021-MC mediante el cual se aprobaron los lineamientos para la incorporación de la variable étnica en los trámites administrativos con las entidades públicas. Un avance en la larga lucha por visibilizar a los pueblos indígenas del Perú. Y es que precisamente por la ausencia de la variable étnica, entre otras razones, todavía no se ha podido dimensionar el daño que ha causado la covid-19 en las comunidades nativas.

Sobre el proceso de vacunación, la influencia de las iglesias evangélicas, el rol de las direcciones regionales de salud, y la posibilidad de establecer una política nacional para pueblos indígenas conversamos con Ángela Acevedo, la viceministra de Interculturalidad, órgano adscrito al Ministerio de Cultura.

Ángela Acevedo
Ángela Acevedo, viceministra de interculturalidad.
Ministerio de Cultura

En conteo regresivo para el 28 de julio, en plena transferencia de gobierno, ¿se sabe cuántos contagios y decesos a causa del covid-19 ha habido en los pueblos indígenas?

El año pasado se identificó la necesidad de incorporar la variable étnica para obtener esa información en específico. En todo este tiempo ha habido diversas fuentes que reportaron la situación de los pueblos indígenas en relación a contagios y fallecidos. Pero lo cierto es que recién se ha logrado emitir un decreto supremo que incorporará la variable étnica en los registros administrativos de las entidades públicas.

Entonces no tiene claras las cifras…

Información específica sobre cuántos fallecidos e infectados ha habido no me atrevería a señalar. Eso lo reportan las direcciones regionales de salud en coordinación con sus redes y microredes. Es una data que viene trabajándose. En la medida en que el personal de salud tenga interiorizado que debe aplicar de manera correcta la variable étnica tendremos cifras más actualizadas.

Precisamente por no haber colocado la variable étnica desde un comienzo es muy probable que se haya generado un subregistro. Estamos hablando de varios meses donde esa información quedó en el limbo.

Hace algunos meses se estableció una comisión en el propio Gobierno para tener claridad con la cifra y que no haya un subregistro, y eso es lo que se ha estado trabajando. Me parece importante recalcarlo: hace un mes y medio nosotros emitimos un decreto supremo para incorporar la variable étnica no solo en situaciones de emergencia sino en todos los registros administrativos. Le estamos dejando una guía a la próxima administración, así como a los gobiernos regionales y locales. Es una transformación dentro del Estado que ya empezó y debe continuar.

Hace unos meses el Perú sinceró sus cifras de las víctimas del covid-19. El Grupo Open Covid hizo una actualización, y halló que el número de fallecidos era el triple de lo que se tenía reportado hasta ese momento. Sin embargo, nuevamente no se incluyó a la variable indígena. ¿Por qué no se hizo?

Esa es una pregunta que debería responder el Ministerio de Salud, que fue el encargado de coordinar esta comisión. En efecto, Open Covid sinceró la cifra de fallecidos, pero a nivel general.

“hace un mes y medio nosotros emitimos un decreto supremo para incorporar la variable étnica no solo en situaciones de emergencia sino en todos los registros administrativos. Le estamos dejando una guía a la próxima administración”

¿Es competencia del viceministerio de interculturalidad publicar el informe oficial del estado de los pueblos indígenas?

En el marco del covid-19 se creó una comisión multisectorial especializada para ver las acciones en relación a los pueblos indígenas. Se están validando los últimos informes de la gestión de este periodo para que todas las organizaciones tengan esta información.

Yo me refería a un consolidado. A contar con un panorama de lo que sucedió en la primera y segunda ola.

Sí, claro, nosotros estamos dejando la información correspondiente que es lo que se ha trabajado en la comisión multisectorial del covid-19. Allí los diversos sectores han reportado sus acciones y avances. Las organizaciones indígenas han presentado sus demandas y se ha trabajado en esa línea. Dejaremos un informe.

¿Cuáles han sido las estrategias interculturales que aplicaron en estos tiempos de pandemia?

Cuando se dio el inicio de la pandemia era una situación complicada con poca información en general de los efectos y consecuencias que iba a tener el covid-19. Las estrategias fueron cambiando a medida que se supo más del virus. Se trabajó con el programa Qali Warma de forma especial, pues ellos solo daban alimentación en los colegios, y se consiguió que se abasteciera de alimentación a las comunidades. En el caso de salud se aprobó un plan de salud intercultural para fortalecer las redes y microredes de salud. Nosotros desde el Ministerio de Cultura trabajamos un sistema de alerta informativa y de monitoreo de información en lenguas indígenas. Hemos hecho todos los materiales relacionados al covid-19 en más de veinte lenguas indígenas con pauta radial.

Vacunación pueblos indígenas
El proceso de vacunación avanza a un ritmo diferente en las once regiones con población indígena en el país.
Ministerio de Cultura

¿Y en cuanto al proceso de vacunación?

Una de las estrategias es vacunar primero a los apus y a los presidentes de las organizaciones indígenas para generar mayor confianza. Si hay alguna negativa no necesariamente es rechazo. Más que rechazo hay dudas en las comunidades. Eso no significa que no haya que volver. En muchos casos se va a tener que insistir.

Usted ha mencionado que las iglesias evangélicas de la amazonía peruana han ejercido una corriente negativa para que las comunidades no se vacunen. ¿Qué trabajo han hecho con ellas?

Es bien complicado. Allá las iglesias evangélicas no necesariamente son las que podemos conocer en las ciudades. Hay mucha iglesia pequeña. Además, hemos podido identificar que en muchos casos el pastor de la comunidad brinda información errónea sobre la vacuna.

¿Entonces no han tenido contacto con estas iglesias antes de iniciar el proceso de vacunación para contener la ola de desinformación?

No, con las iglesias evangélicas todavía no hemos tenido ese contacto.

Se ha realizado un trabajo de sociabilización visitando las comunidades antes de la vacunación, ¿no es así?

Sí, son varias regiones y en cada región es una estrategia diferente. Hay que tener en claro que las vacunas llegaron a partir del 15 de junio a las direcciones regionales de salud (Diresa), y que es la Diresa quien programa las entradas.

¿Entonces la responsabilidad de realizar estas intervenciones de sociabilización con los pueblos indígenas no es de ustedes?

Es que tiene que ser en coordinación con la Diresa. La Diresa es la encargada del proceso de vacunación. Tenemos que trabajar de forma coordinada y articulada. Cuantas más alianzas, mejor.

¿Con cuántos promotores interculturales en salud se ha contado para el trabajo del impacto del covid-19, así como el proceso de vacunación de este año?

Esa es información que también te tendrían que señalar las Diresas. Las brigadas de salud que ingresan a las comunidades a vacunar son de cinco personas. Y una de ellas es un promotor intercultural.

Se lo pregunto porque en junio los shawis de San Martín no se vacunaron porque no se hizo este trabajo de sociabilización. Y porque no se contaba con traductores.

Es cierto, en el caso de San Martín hubo dificultades con la población indígena shawi. Sin embargo, hace poco dos brigadas ingresaron a la zona. No para vacunar sino para brindar información. Y fue con especialistas shawis. Es cuestión de hacer el seguimiento con la Diresa respectiva y reprogramar una nueva visita para la vacunación.

¿Con cuánto presupuesto se cuenta para realizar estas intervenciones?

Nosotros contamos con un presupuesto para las actividades de información, pero también es cierto que en cuanto a las brigadas que ingresaron en la zona shawi, la Diresa costeó la embarcación, nosotros la gasolina, y los viáticos una ong. Se tejen alianzas en el camino para cubrir más zonas. Pero siempre con previa coordinación con las organizaciones locales.

¿Se lleva la cuenta de cuántos indígenas ya se han vacunado al 22 de julio?

Casi 40 mil indígenas de comunidades de las once regiones priorizadas. La meta es superar las 300 mil personas. Se ha empezado a finales de junio. Y todas las regiones no han empezado en el mismo tiempo. Han sido escalonadas. San Martín ha avanzado bastante bien, Loreto y Ucayali están empezando, Amazonas y Madre de Dios están avanzando, Huánuco y Pasco empezaron esta semana, pero lo han hecho con la parte informativa.

“para saldar esta sensación de olvido de los pueblos indígenas tenemos que trabajar en la elaboración de instrumentos de gestión, y en fortalecer las capacidades de los tres niveles de gobierno”

Lo cierto es que solo Amazonas cuenta con un plan de vacunación específico.

Sí, pero se pueden guiar del plan nacional. Es importante identificar cuáles son los retos más exigentes en el proceso de vacunación. Nosotros estamos cerrando la gestión con ese conocimiento. La información es clave, así como los ingresos a campo, pero tan fundamental como eso es combatir la desinformación. De repente en una comunidad no hay acceso a Internet, pero basta que alguien salga a la ciudad o la capital del distrito para que la información llegue de una forma impresionante. Hemos trabajado mensajes de textos y llamadas pregrabadas al respecto. Y justo estamos por lanzar una conversación para desmitificar que las vacunas producen esterilidad o traen consigo el sello de la Bestia.

¿No cree que se tardaron mucho en realizar estas campañas de comunicación?

A ver, la desinformación es generalizada. No solo ocurre en las comunidades. Pero parte también de una profunda desconfianza hacia el Estado. A veces le crees más a un programa periodístico que a las fuentes oficiales. Eso es difícil de combatir.

¿Considera que su labor ha servido para acabar con la sensación de olvido de los pueblos indígenas?

Como Ministerio de Cultura antes de la pandemia empezamos a trabajar con las organizaciones para establecer una mirada única. Decidimos que es necesario establecer una política nacional para pueblos indígenas. Articular todas las intervenciones con metas claras, indicadores, y presupuesto. Se avanzó decididamente en la construcción de la política, pero lamentablemente la pandemia evitó que la termináramos, pues debe pasar por un proceso de consulta previa. Eso se lo estamos dejando al próximo Gobierno. Pero para saldar esta sensación de olvido de los pueblos indígenas tenemos que trabajar en la elaboración de instrumentos de gestión, y en fortalecer las capacidades de los tres niveles de gobierno.

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