Este viernes, un serie de allanamientos coordinados por la Fiscalía Provincial Corporativa en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Lima y la División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad (Diviac) de la Policía Nacional puso en la mira a funcionarios del Seguro Social de Salud (EsSalud) y empresarios que habrían concertado compras públicas con montos sobrevalorados. De acuerdo con la investigación, al menos 14 personas integrarían la presunta organización criminal denominada "El club de las farmacéuticas". La líder de esta red, según la Fiscalía, sería nada menos que la presidenta ejecutiva de EsSalud, Fiorella Molinelli.
El Ministerio Público detectó sobrevaloración de precios en tres contratos, que corresponden a la adquisición de 779 mil lentes de protección contra salpicaduras y seis tomógrafos, provistos por las empresas Importaciones Vía Ayaychan SAC y Tecnología Industrial y Nacional (Tecnasa), respectivamente. En total, según los cálculos de la Fiscalía, las empresas habrían cobrado al Estado más de 18 millones de soles por encima del costo real de los equipos. Peor aún, esto ocurrió en un contexto tan crítico como la pandemia por covid-19.
Los contratos bajo la lupa de la Fiscalía tienen dos cosas en común. Primero, ambas compras corresponden a equipos vitales en medio de una emergencia sanitaria y con los que lucró a costa de la salud de miles de personas: los lentes protegen al personal en primera línea, y los tomógrafos son equipos esenciales para evaluar las afectaciones pulmonares de pacientes covid-19. Segundo, tanto Vía Ayaychan como Tecnasa eran proveedores con pésimos antecedentes: mientras que una fue fundada como “fachada” de otra empresa sancionada, la otra contaba con denuncias por incumplimientos de contrato. En este informe, Salud con lupa explica los detalles de las compras sobrevaloradas en EsSalud y los antecedentes de las empresas implicadas en el caso "El club de las farmacéuticas".
El amigo al centro de la red
Entre los personajes investigados por las compras sobrevaloradas de EsSalud, se pueden distinguir dos grupos. Por un lado, los funcionarios y trabajadores públicos, que habrían estado liderados por Fiorella Molinelli. Por otro lado, los socios, directivos o apoderados de las empresas Vía Ayaychan y Tecnasa, que fueron beneficiadas con los contratos.
En medio de estos dos grupos, destaca el rol del publicista Manuel Altamirano Ramírez. En el año 2015, Altamirano fundó la empresa Importadores Vía Ayaychan SAC, dedicada al rubro de publicidad. Solo un año después dejó el cargo a José Chuquihuaranga Santibañez, ahora también implicado en el caso “El club de las farmacéuticas” por firmar los contratos con EsSalud por la venta de los lentes de protección.
Pero años antes, ambos personajes, junto a Bertha Ángeles Chumacero, esposa de Altamirano, y Alfonso Wung García (quien se encargó de importar los lentes de protección), fundaron la empresa Speedymen’s SAC. En el 2015, cuando esta empresa fue inhabilitada temporalmente de contratar con el Estado, Altamirano fundó Vía Ayaychan.
Manuel Altamirano no era un personaje desconocido para los funcionarios de EsSalud antes de la firma de los contratos cuestionados. Según el expediente de la Fiscalía, el empresario mantiene un vínculo amical con Fiorella Molinelli desde hace varios años. En el 2018, por ejemplo, Altamirano visitó a Molinelli en la sede del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), cuando ella ocupaba el cargo de ministra, de acuerdo con una herramienta virtual donde se registran las visitas de personas a entidades del Estado.
Además de haber concertado con funcionarios de EsSalud para que su empresa obtuviera la buena pro con precios sobrevalorados, de acuerdo a la Fiscalía, Manuel Altamirano también coordinó junto al fallecido Fernando Obregón Mansilla -ex funcionario de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) investigado por el caso "Gangsters de la Política"- para beneficiar a la empresa Tecnasa con el contrato por seis tomógrafos. Según las escuchas legales, Altamirano y Obregón asesoraron a los representantes de Tecnasa para cotizar los equipos en coordinación con funcionarios de EsSalud, a sabiendas de que los precios estaban sobrevalorados.
Un par de meses después de haber realizado los contratos irregulares con EsSalud, el fundador de Vía Ayaychan disolvió esta empresa. En marzo de este año viajó a Estados Unidos y formó Speedy Group USA LLC., para continuar lucrando con la venta de productos de salud.
Esta es la historia, reconstruida en base a los hallazgos de la Fiscalía, de cómo se habrían llevado a cabo las concertaciones para beneficiar a Vía Ayaychan y Tecnasa con compras sobrevaloradas en coordinación con funcionarios de EsSalud.
Lentes sin protección
Entre octubre y noviembre de 2020, el Seguro Social de Salud (EsSalud) compró un total de 779 mil 918 lentes de seguridad contra salpicaduras como parte del equipo de protección del personal de salud frente a la covid-19. Sin embargo, lo que debió ser un apoyo para quienes luchaban en primera línea no era más que una compra sobrevalorada de productos inservibles a empresarios que mantenían vínculos con los más altos funcionarios de EsSalud, entre ellos su presidenta Fiorella Molinelli.
La empresa con la que EsSalud firmó dos contratos para la adquisición de estos lentes de protección era Vía Ayaychan SAC, de Manuel Altamirano Ramírez. Esta empresa le entregó a EsSalud los lentes a un precio excesivamente elevado, con respecto al precio de importación y al de venta en el mercado nacional, según la investigación fiscal.
La Fiscalía halló que los lentes de seguridad fueron importados desde China a 0.75 centavos de dólar cada uno. Al realizar la conversión a soles, a un valor de 3.84 soles por dólar, se obtuvo que cada lente fue adquirido a 2.88 soles. Sin embargo, fueron ofrecidos a EsSalud a un precio de 21.50 soles por unidad en el primer contrato que data de octubre de 2020. En el segundo contrato, firmado un mes después, el precio de venta fue de 18 soles. Ambos eran excesivos en comparación al precio real de compra.
Y también excesivos con respecto al precio de estos lentes en el mercado nacional. La Fiscalía realizó una investigación en tres ferreterías de Lima. Los precios no superaron los seis soles.
Esto sería un indicio de que EsSalud no realizó indagaciones en el mercado sobre la venta de estos productos, lo cual es una obligación de acuerdo con la Ley de Contrataciones del Estado. “Se debió maximizar el valor de los recursos públicos que se invierten, y tomar cotizaciones de diversos proveedores, pero en este caso se invitó en contratar [sic] a un proveedor que no tenía el rubro específico, y tampoco hubo un valor estimado sustentado en el precio”, se lee en el expediente fiscal.
Entre estas irregularidades, la Fiscalía también menciona a la empresa Q Medical SAC, con la que Vía Ayaychan habría coordinado para que cotice el precio de los lentes contra salpicaduras a 23 soles, es decir, un precio mayor al ofrecido por Vía Ayaycha. De esta manera, la propuesta de esta última sería aceptada. Q Medical es una empresa que tiene como rubro principal la venta al por mayor especializada y como actividad secundaria, la fabricación de prendas de vestir, lo que significa que tampoco tenía la autorización para comercializar este tipo de lentes. La oficina de Q Medical, en Breña, también fue allanada la mañana del viernes por la Fiscalía.
El sobrecosto total de los 779 918 lentes de seguridad contra salpicaduras adquiridos por EsSalud a Vía Ayaychan es de cerca de 14 millones de soles. La explicación es la siguiente:
En el primer contrato se solicitó la compra de 449 918 de lentes de protección contra salpicaduras. Vía Ayaychan ofertó cada uno a 21.50 soles, por lo que EsSalud pagó a la empresa más de 9 millones de soles. Pero la empresa importó cada lente desde China a 2.88 soles; eso quiere decir que, en total, gastó 1 millón 295 mil soles. Ello supone una diferencia de 8 millones de soles.
En la segunda compra, que ocurrió en noviembre de 2020, EsSalud adquirió 330 mil lentes de protección. Esta vez, Vía Ayaychan ofreció la unidad a 18 soles. Entonces, el Seguro Social desembolsó un total de 5 millones 940 mil soles. Pero el precio de importación fue de menos de un millón de soles. El sobrecosto en esta ocasión fue de 4 millones 989 mil soles.
Sin embargo, el caso no queda ahí. La Fiscalía detectó que miles de estos lentes fueron entregados en mal estado. Las conversaciones telefónicas entre funcionarios de EsSalud y los empresarios revelaron cómo Vía Ayaychan priorizó el dinero antes que la protección de los profesionales de la salud, en un momento tan crítico como la pandemia de la covid-19.
El 10 de agosto de 2020, solo un mes antes de la firma del contrato con EsSalud, Fernando Obregón mantuvo una conversación telefónica con Rocky Carrillo Gutiérrez, mano derecha de Manuel Altamirano y quien se encargaba de “recomponer” los lentes en mal estado. En el diálogo se mencionó que tres mil lentes de protección estaban “chancaditos”. Estos eran parte de una entrega inicial de 45 mil lentes correspondientes al primer contrato.
En otra conversación, Fernando Obregón coordina con Rafael Sotelo Zorrilla, encargado del almacén de EsSalud, para que la entrega de los lentes defectuosos se realice sin pasar por revisión.
El 12 de agosto, Obregón le informa a Carrillo que podrá enviar más lentes en mal estado “sin problemas”. Este último le solicita más personas para la “recuperación” de los lentes, es decir, para intentar convertirlos en aptos para su venta.
Hay más irregularidades. De acuerdo con el informe policial, las bases del proceso de contratación fueron enviadas previamente a Vía Ayaychan para que se adecuara al procedimiento y así pudiera obtener la buena pro. Ello se puede confirmar en una conversación entre Jorge Polanco Zevallos, especialista en Contrataciones de la Central de Abastecimiento de Bienes de EsSalud y el fallecido Fernando Obregón Mansilla, la cual data del 25 de agosto de 2020 y que también fue incluida en el expediente fiscal.
Tomógrafos con sobrecosto
El 28 de agosto de 2020, tres empresas enviaron cotizaciones para proveer a EsSalud de seis tomógrafos básicos de emergencia: GE Healthcare del Perú S.A.C., Siemens Healthcare S.A.C. y Tecnasa. Solo la última cumplía con los requerimientos.
Que eso sucediera, según la tesis fiscal, no fue casualidad. Conversaciones telefónicas interceptadas por la Fiscalía apuntan a que Tecnasa obtuvo la buena pro de dicho proceso gracias a la concertación entre Manuel Altamirano, el fallecido Fernando Obregón, funcionarios de EsSalud y representantes de la empresa Tecnasa. En la información presentada por la Fiscalía, sin embargo, no se explica por qué Altamirano y Obregón decidieron concertar específicamente con Tecnasa y qué vínculos tenían con esta empresa.
En una conversación del 16 de agosto, Altamirano y Obregón coordinan para que Tecnasa modifique la cotización inicial enviada a EsSalud, pues se había advertido un sobrecosto de más de un millón de soles por tomógrafo. Y no era el único problema. De acuerdo con las escuchas legales realizadas por la Fiscalía, Altamirano señaló que el gerente central de Proyectos de Inversión, Juan Bobadilla, había observado que Tecnasa tenía denuncias en Lambayeque y Cajamarca. Para resolver ese problema, habría intercedido Molinelli. “Me acaba de escribir Fiorella, on, esta que me pide [sic] de ayer el sustento para cagarlo a Bobadilla”, dijo Altamirano, quien según la Fiscalía, ha mantenido una relación amical con la presidenta de EsSalud por años.
Sin embargo, aún después de enmendar su cotización y quedar como la única empresa en carrera, la propuesta de Tecnasa seguía sin pasar el visto bueno. Entre el 30 de agosto y el 7 de setiembre, las conversaciones entre Altamirano y Obregón dan cuenta de la ayuda que ambos empresarios brindaron a Tecnasa para sustentar su propuesta. “Nosotros les vamos a decir con qué precio pueden ganar”, declaró Altamirano a Obregón. Saber cuál era el precio justo para obtener la buena pro, de acuerdo a la tesis fiscal, implicaba que Altamirano estuviera en coordinación con funcionarios de EsSalud. “Habla más bien ahí con la gente a ver qué más se puede apoyar (...), qué más se puede apoyar lo de Tecnasa”, le decía Fernando Obregón a su socio Manuel Altamirano. Finalmente, Tecnasa actualizó su cotización y el trámite continuó.
Así, el 18 de diciembre se emitieron los documentos que otorgaban la buena pro a Tecnasa para la venta de seis tomógrafos de emergencia. Cada uno de esos documentos fue firmado por personas que hoy la Fiscalía investiga como miembros de la organización criminal “El club de las farmacéuticas”:
Marco Ortiz, gerente de Adquisiciones de Bienes Estratégicos, emitió el acta de admisión, evaluación y otorgamiento de la buena pro a Tecnasa. Además, el resumen ejecutivo que servía de sustento para la adjudicación, con información del requerimiento de EsSalud y el resultado de la indagación del mercado. Por su parte, César Carreño, gerente central de Operaciones, y Carolina Cabanillas, gerenta central de Abastecimiento de Bienes Estratégicos, suscribieron el informe técnico que concluye la necesidad de adquirir los tomógrafos. Luego Renzo Zárate, gerente central de Asesoría Jurídica, emitió el informe legal que encontró procedente aprobar la contratación y, finalmente, Fiorella Molinelli, presidenta ejecutiva de EsSalud, firmó la resolución que aprobó la contratación directa.
Estos cinco documentos fueron firmados y tramitados por distintos funcionarios en un mismo día. Algo que la Fiscalía ha calificado como “fuera de la realidad”. Más bien, resultaría evidencia de que los funcionarios de EsSalud buscaron favorecer a Tecnasa. “Al ser documentación que tenía que ser sustentada y visada por diversas áreas, no resulta razonable que todo se haya formulado el mismo día”, se indica en la resolución judicial que aprobó el allanamiento de las viviendas de los investigados.
Finalmente, con todas las aprobaciones firmadas, el 13 de enero de este año, Tecnasa y EsSalud suscribieron el contrato por 13 millones 380 mil soles. Ese documento está suscrito por Alfredo Barredo, gerente general de EsSalud, Carolina Cabanillas y Duilio Mesinas, quien actuó como apoderado de Tecnasa.
Según identificó Salud con lupa, desde el inicio de la pandemia Tecnasa ha suscrito 25 contratos con el Estado y el contrato por los tomógrafos para EsSalud fue el que le reportó mayores ingresos. La empresa importó diez tomógrafos de Japón en 2020, de dos diferentes modelos y a diferentes precios: el más caro valía poco más de 390 mil dólares y el más barato, 165 mil dólares. Según las escuchas legales a las conversaciones entre Manuel Altamirano y Fernando Obregón, ellos asesoraron a Tecnasa para que ofrecieran tres de los tomógrafos a precio de costo y “ya en los otros tres le meten la rata”. Considerando ese hecho, la Fiscalía ha calculado que la sobrevaloración en ese contrato es de casi 5 millones de soles. Peor aún, Tecnasa suscribió otro contrato por más de 2 millones de soles con EsSalud para preinstalar los seis tomógrafos básicos de emergencia, aunque ese servicio debía estar incluido en la venta de los equipos.
Malos antecedentes
En el año 2015, Manuel Altamirano Ramirez fundó Vía Ayaychan, una empresa dedicada al rubro de la publicidad. De acuerdo con el Sistema Electrónico de Contrataciones del Estado (Seace), entre los años 2017 y 2018, Vía Ayaychan ofreció este servicio a través del proceso de contrataciones directas al Poder Judicial.
Entre octubre y noviembre de 2020, la empresa suscribió los dos contratos mencionados con EsSalud para proveer lentes de seguridad contra las salpicaduras. Y en junio de 2020, le vendió 76 817 galones de alcohol isopropílico por un monto de 4 millones 224 mil soles.
De acuerdo con la Ley de de Adquisiciones y Contrataciones del Estado, los proveedores deben tener un rubro vinculado al objeto de contratación. Entonces, ¿cómo una empresa de publicidad firmó un contrato de venta de productos destinados a la salud con una entidad del Estado?
Coincidentemente, en julio de 2020, meses antes de obtener la buena pro en la licitación de EsSalud, Vía Ayaychan agregó a su rubro económico la venta de mascarillas, lentes de protección, entre otros dispositivos médicos. Sin embargo, no obtuvo autorización para la comercialización de alcohol isopropílico, por lo que el producto careció del registro sanitario por parte de la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid) al momento de ser entregado al almacén de EsSalud.
Vía Ayaychan sería solo una empresa “fachada” de Speedymen’s. La Fiscalía detectó que esta última fue la que importó los lentes de seguridad desde China.
Según el Sistema Electrónico de Contrataciones del Estado, Speedymen’s presentó más de 400 ofertas de compra con entidades del Estado y logró casi 300 adjudicaciones a través de contrataciones directas. Con EsSalud tuvo cinco contratos, entre el 2008 y 2011, por servicios de publicidad, rubro en el esta empresa está inscrita ante Registros Públicos.
¿Por qué entonces se creó Vía Ayaychan? En el año 2015, el mismo en que se creó esta empresa, Speedymen’s fue sancionada temporalmente por el Tribunal de Contrataciones del Estado. La sentencia de 21 meses de inhabilitación para contratar con el Estado se dio luego de que la empresa omitiera información importante al Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería, con el que firmó un contrato sobre publicación de avisos. Esta información era que, en el 2011, la empresa incurrió en penalidades por errores en unos avisos publicitarios, servicio que le brindó a Proinversión.
En una segunda sanción temporal, se impuso a la empresa otros 36 meses de inhabilitación. Esta vez por haber escrito una fecha distinta a la real en el contrato de locación de servicios que realizó con el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo. Al sector también le ofreció servicios de publicidad.
Es decir, Vía Ayaychan fue creada para continuar con los negocios que Speedymen’s mantenía con diversas entidades del Estado. En enero de 2021, un par de meses después del último contrato de venta de lentes de seguridad con EsSalud, Altamirano Ramírez disolvió la empresa.
En el caso de Tecnología Industrial y Nacional S.A. (Tecnasa), además del precio inflado de los tomógrafos, hubo otras señales de alarma que aparentemente los funcionarios de EsSalud decidieron obviar.
Después de todo, Tecnasa no es una novata en el sector público: esta empresa familiar tiene casi 30 años de experiencia como proveedora del Estado. Su directorio está conformado por Jorge Del Busto Herrera y sus hijos Jorge Del Busto Segura, Andrés Del Busto Segura, Gloria Del Busto Segura y Gisela Del Busto Segura. De ellos, solo Jorge Del Busto Herrera, gerente general de Tecnasa, es considerado miembro de la organización criminal “El club de las farmacéuticas” por la Fiscalía. Sin embargo, como parte de la investigación, se reveló que tanto Jorge Del Busto padre como el hijo registran denuncias fiscales por delitos de corrupción de funcionarios. En el caso de Gloria Del Busto, registra denuncias fiscales por delitos de estafa.
Por supuesto, nada de eso se transparentó en el proceso de adjudicación del contrato a Tecnasa por parte de EsSalud. Incluso la advertencia que habría hecho el funcionario Juan Bobadilla sobre denuncias que tendría la empresa en el norte del país fue pasada por alto.
En 2017, el programa Panorama reveló que el hospital de Tumbes, que había costado 120 millones de soles y solo tenía tres años de haber sido entregado, tenía tantos problemas estructurales que los dos primeros pisos habían quedado inhabitables. Tecnasa fue una de las dos empresas que integraron el consorcio que realizó dicha construcción.
En 2018, la Contraloría advirtió que Tecnasa no estaba cumpliendo a cabalidad con un contrato de servicio entablado con la Dirección Antidrogas de la Policía Nacional. Aunque la empresa debía evaluar y dar lectura mensual de dosímetros al personal policial que opera equipos móviles de rayos X, esto no se cumplía. Esto fue señalado por la Contraloría como un riesgo para la salud del personal, que trabajaba en zonas vulnerables a la radiación.
Más recientemente, en noviembre de 2019, Tecnasa entregó un tomógrafo al Hospital Las Mercedes de Chiclayo, en Lambayeque. El equipo valorizado en 3 millones 200 mil soles sufrió un primer desperfecto un mes después. En noviembre de 2020, ya en medio de la pandemia de covid-19, se presentó otra avería en el tubo emisor de rayos. Según declaró Plinio Muro, director del hospital, Tecnasa rechazó hacerse responsable del recambio. Según reportó La República, no poder acceder al tomógrafo afecta a ocho a doce pacientes cada día, incluidos aquellos que sufren infección por covid-19.
Cabe señalar que los seis tomógrafos de emergencia adquiridos por EsSalud por un monto sobrevalorado se ubican en el Hospital Carlos Alcántara Butterfield en La Molina, el Hospital Guillermo Almenara en La Victoria, el Hospital Gustavo Lanatta en Huacho, el Hospital Sabogal en el Callao, el Hospital Rene Toche en Chincha y el Hospital de Ilo en Moquegua. Aún no se ha revelado si alguno de los equipos sufre un desperfecto. De suceder, sería un agravante más en el caso “El club de las farmacéuticas”.