El sábado 7 de agosto, Fiorella Molinelli anunció su renuncia a la presidencia ejecutiva del Seguro Social de Salud (EsSalud). Su salida del cargo ocurrió, según dijo, por pedido del gobierno luego que se revelara que tanto ella como otros funcionarios de la entidad y un grupo de empresarios son investigados por la Fiscalía como presuntos miembros de la organización criminal “El club de las farmacéuticas”, que habría concertado compras de lentes de seguridad y tomógrafos con más de S/ 18 millones de sobrecosto en perjuicio de EsSalud.
El mismo día de la salida de Molinelli, el ministro de Trabajo, Íber Maraví, y el presidente Pedro Castillo firmaron la designación de Mario Carhuapoma Yance como nuevo presidente ejecutivo de EsSalud. El químico farmacéutico era decano de su colegiado y fue parte del Comando Covid de Ayacucho, su región natal, en los primeros meses de la pandemia. Además de esa labor, su principal experiencia en el sector público ha sido como docente universitario y proveedor de ivermectina, cuando este medicamento aún era considerado parte del tratamiento para pacientes covid-19 el año pasado.
Han pasado dos semanas desde que Carhuapoma inició una nueva gestión en EsSalud, que no solo coincide con el cambio de gobierno, sino con importantes denuncias por corrupción al interior del seguro social. En ese tiempo, diez gerencias han cambiado de mando, tres de las cuales eran dirigidas por funcionarios investigados por la Fiscalía. Además, el hasta hace poco decano del Colegio Químico Farmacéutico ha empezado a impulsar que las boticas y farmacias sean incluidas como centros de vacunación, a la par de anuncios de un plan de inversiones para construir, ampliar e implementar hospitales en regiones.
Nuevos funcionarios
De acuerdo a la investigación fiscal, Fiorella Molinelli sería la presunta cabecilla de la organización criminal “El club de las farmacéuticas”. Entre los funcionarios señalados como parte de la red estaban el gerente general Alfredo Barreda, el gerente de Operaciones César Carreño y la gerente de la Central de Abastecimiento de Bienes Estratégicos (CEABE), Carolina Cabanillas.
Tanto Cabanillas como Carreño suscribieron los informes técnicos con los que se sustentó la compra de lentes de seguridad y tomógrafos sobrevalorados. Dichos documentos hicieron posible las contrataciones millonarias que beneficiaron a Vía Ayaychan y Tecnasa, dos empresas con antecedentes de corrupción. Mientras que Alfredo Barreda trabajaba directamente con Molinelli y firmó los contratos con estas empresas en representación de EsSalud. Para la Fiscalía, era necesario que las empresas hubieran concertado con estos funcionarios para lograr las licitaciones direccionadas a su favor.
¿Quiénes ocupan ahora sus cargos? El 11 de agosto, Mario Carhuapoma designó a la abogada Carolina Linares Barrantes como nueva gerente general del Seguro Social de Salud. Estos últimos años, Linares se desempeñó como secretaria general en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y hasta 2013 formó parte del Consejo Directivo del Organismo Supervisor de Inversión Privada en Telecomunicaciones (Osiptel). De acuerdo al organigrama de EsSalud, ella se convierte en la segunda al mando.
El reemplazo de Carreño en la Gerencia Central de Operaciones tampoco es ajeno al sector público. Jorge Pérez Flores es médico cirujano y químico farmacéutico y fue congresista del partido Somos Perú además de vicepresidente de la Comisión de Salud en el Parlamento saliente. En abril del 2020, el Colegio Químico Farmacéutico emitió un agradecimiento a Pérez Flores por respaldar el pedido del gremio al Ministerio de Salud para priorizar el despistaje de covid-19 a los químicos farmacéuticos. Cabe resaltar que Mario Carhuapoma no era decano del colegio en ese momento.
La gerencia de la CEABE ha sido encargada de manera temporal al químico farmacéutico Marcos León Vásquez, quien ha trabajado por más de una década en la institución e incluso fue presidente de la Asociación Nacional de Químicos Farmacéuticos de EsSalud. La dependencia de CEABE tiene a su cargo garantizar que las contrataciones cumplan con condiciones de legalidad, una labor que en medio de la emergencia sanitaria y las denuncias de corrupción en EsSalud toma aún más importancia.
Pero los cambios de personal no se limitan a las gerencias con indicios de corrupción. Así, entre las siete dependencias que tienen una nueva cabeza, destacan tres profesionales vinculados a la política. Uno de ellos, el exprocurador anticorrupción Amado Enco Tirado, hoy secretario general de EsSalud, quien ya había tenido cercanía al gobierno de Pedro Castillo pues formó parte de la comisión de transferencia del sector Justicia. Además de él, está la médica cirujana Tania Rodas Malca, excongresista de Alianza para el Progreso, quien hoy dirige la Gerencia Central de la Persona Adulta Mayor y Persona con Discapacidad. Como se recuerda, su esposo Manuel Cedano, fue uno de los inmunizados irregularmente en el caso ‘Vacunagate’.
Finalmente, la Gerencia Central de Proyectos de Inversión está a cargo del economista Eloy Durán Cervantes, quien fue jefe del plan económico de Renovación Popular en la reciente campaña electoral. El plan de gobierno de este partido fue uno de los que presentó menor cantidad de propuestas para enfrentar la pandemia, además de Avanza País y Perú Libre. Ahora, Durán está a la cabeza de una gerencia clave para los planes anunciados por la nueva gestión de EsSalud.
Un “shock” de inversiones
Mario Carhuapoma ha anunciado que su gestión tiene el objetivo de ejecutar 12 proyectos de inversión en infraestructura hospitalaria. Ha remarcado que los principales aportes a EsSalud proceden de las regiones, por lo que las inversiones iniciarán en esas zonas.
De acuerdo al informe de transferencia que la gestión saliente del Seguro Social de Salud entregó a la Contraloría, hay al menos cuarenta proyectos considerados de atención prioritaria para la gerencia central de Proyectos de Inversión. La mayoría se encuentra en etapa de elaboración de expediente técnico y liquidación de obras. Además, el informe también señala la necesidad de que la dependencia a cargo de Eloy Durán brinde asistencia técnica a la gerencia central de Operaciones, dirigida por el excongresista Jorge Pérez, para la implementación de nueve hospitales modulares fijos.
Otros proyectos de asociaciones público privadas que son considerados de atención prioritaria están a cargo de la Gerencia Central de Promoción y Gestión de Contratos de Inversión. El informe elaborado por la gestión saliente de EsSalud plantea que esta dependencia haga seguimiento a proyectos para crear servicios especializados de salud en los hospitales de Piura y Áncash y al contrato para remodelar e implementar infraestructura, equipamiento y prestación de servicios asistenciales en la Torre Bicentenario (antes Torre Trecca).
Actualmente, la Gerencia Central de Promoción y Gestión de Contratos de Inversión está encargada de forma temporal al abogado Raúl Fernández Olivares, quien ya se desempeñaba como gerente de Gestión de Contratos en EsSalud. Anteriormente, Fernández fue jefe de la Oficina de Asesoría Jurídica de Protransporte.
Boticas y farmacias como centros de vacunación
Hace una semana, el nuevo presidente ejecutivo de EsSalud, Mario Carhuapoma, anunció la próxima implementación de boticas y farmacias como centros de vacunación contra la covid-19. Se trata de una iniciativa que Carhuapoma ha impulsado desde el inicio del proceso de vacunación, cuando se desempeñaba como decano del Colegio Químico Farmacéutico.
En respuesta, el Colegio de Enfermeros del Perú emitió un pronunciamiento señalando que existe un conflicto de interés, debido a la profesión de Carhuapoma y el cargo que ocupaba como líder de su gremio a nivel nacional. “No permitiremos la usurpación de nuestras funciones (...) Enfermería garantiza históricamente la inmunización y estamos dando lo mejor de nosotros para que el escudo protector contra el covid19 llegue a cada ciudadano mayor de 12 años”, se lee en el documento. Ante las críticas, Carhuapoma apuntó que los químicos farmacéuticos no se van a superponer a las funciones de las enfermeras, sino que ambas profesiones serían parte del equipo de vacunación, según un modelo que definirá el Ministerio de Salud.
El proyecto elaborado por el Colegio Químico Farmacéutico plantea que los químicos farmacéuticos titulados y habilitados pueden participar del proceso de vacunación si cumplen el requisito de realizar un curso de capacitación en Inyectables y un curso de Primeros Auxilios, que sería dictado por el colegio junto al Minsa o la Cruz Roja. Además, tendrían que pasar una evaluación. “En una oficina farmacéutica se podría vacunar a más de 40 a 50 pacientes por día, lo que sería de 800 a 1000 pacientes al mes (...)”, señalan.
La Asociación Nacional de Cadenas de Boticas (Anacab) ha puesto a disposición del Estado las seis cadenas que la integran: Inkafarma, Mifarma, Farmacia Universal, Boticas Perú, Farmadesa y Boticas Jhodaal, que juntas suman 2 mil 400 locales. Sin embargo, no es claro cuántos de estos locales cumplirían con los requisitos para ser centros de vacunación.
Para Mario Ríos, abogado especializado en salud pública, la inclusión de boticas y farmacias en el proceso de vacunación puede resultar positiva si se garantiza la gratuidad del servicio. “El objetivo es facilitar el mejor acceso a la vacuna. Si detrás de eso está que las boticas cobren por cada vacunado, estaríamos mal”, señaló. Sin embargo, Ríos considera que la vacunación en farmacias solo sería una realidad en ciudades y capitales de provincia, no en las zonas más alejadas donde actualmente se tiene menor cobertura de vacunación.
El Ministerio de Salud ya ha tenido una mesa de trabajo con actores del sector farmacéutico y, según anunció Carhuapoma, la vacunación en boticas y farmacias podría iniciar en setiembre. Pero más allá de este tema puesto en agenda por la nueva cabeza de EsSalud, ¿qué retos tiene por delante la entidad para responder a las necesidades de sus once millones de asegurados?
Problemas más grandes
El Estado, el empleador más grande del país, es también el más irresponsable con el Seguro Social de Salud. “No aporta el 9% completo. Es un crimen, el propio Estado no cumple con los pagos a EsSalud. Y eso no afecta al presidente de EsSalud, al directorio, sino al asegurado”, explica César Amaro, investigador principal de Videnza Consultores con amplia experiencia en el sector salud.
Frente a esa situación, le correspondería a la directiva de EsSalud tomar medidas que garanticen la protección de los asegurados, incluso frente a decisiones que pueda tomar el Estado. “Pero el Estado pone al presidente [de EsSalud] y ese presidente no rinde cuentas al resto de asegurados (...) por el contrario, más bien atiende al cargo de confianza que da el presidente de la República”, comenta Mario Ríos. De acuerdo al abogado, el resultado es que la entidad se deja quitar recursos, por ejemplo, cuando se aprueban regímenes especiales que en la práctica desfinancian el Seguro Social de Salud.
La solución de ese punto resulta central, pues sin la totalidad de recursos, la capacidad de respuesta de EsSalud se ve limitada. Aún así, resalta César Amaro, EsSalud sigue estando en una mejor situación de cobertura financiera que el Ministerio de Salud. Uno de los motivos, explica, obedece a la estabilidad del cargo del presidente o presidenta de EsSalud. Basta ver lo ocurrido durante la emergencia sanitaria: vamos por el sexto titular del Minsa, mientras que Fiorella Molinelli se mantuvo en el cargo que asumió en 2018.
Respecto a los casos de corrupción denunciados en EsSalud recientemente, la investigación a las dos presuntas organizaciones criminales “Ángeles Negros” y “El club de las farmacéuticas”, Amaro considera que se tiene que atacar las causas que pueden generan la corrupción. En el caso del tráfico de camas de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), el investigador considera que se podría seguir el ejemplo de Chile: una entidad externa que maneja la data sobre las camas a nivel nacional tanto del sector público como privado es la que toma las decisiones, y no un actor del hospital. “La corrupción y la ineficiencia está en la discrecionalidad [de quién recibe una cama UCI y quién no] cuando uno decide por sí mismo. Si se pone la discrecionalidad en otro nivel, desaparece el incentivo”, plantea. Por supuesto, para que algo así fuera posible en Perú sería necesaria la conectividad entre establecimientos de salud y una mayor relación entre sector público y privado.
Por otro lado, están las compras. César Amaro plantea que debe realizarse el proceso de compra adecuado según el tipo de bien: si tiene una alta oferta y bajo costo, alta oferta y alto costo, escasa oferta y bajo costo, escasa oferta y alto costo. Para estos cuatro escenarios, corresponde un tipo de compra o respuesta distinto. Por ejemplo, compra de catálogo, subasta inversa o compra internacional. “¿Qué se requiere para que esto sea transparente? Un sistema de información electrónica, donde todo quede registrado y todo sea verificable”, explica.
Por su parte, Mario Ríos apunta que en cuanto a la compra de medicamentos, EsSalud ha demostrado un problema de eficiencia al adquirir insumos que no iban acompañados de evidencias médicas. Como reportó anteriormente Salud con lupa, durante el primer año de la pandemia, EsSalud gastó 25 millones de soles en cuatro medicinas sin evidencia: hidroxicloroquina, ivermectina, tocilizumab y azitromicina. Ello pese a que investigadores del Instituto de Evaluación de Tecnologías de Salud e Investigación (IETSI) de EsSalud recomendaron lo contrario. “Esas compras innecesarias demuestran que la decisión de comprar pesó más que una decisión especializada. La presidenta del Seguro Social descartó el informe y siguió comprando”, comenta Ríos.
Este aspecto adquiere relevancia teniendo en cuenta que la actual cabeza de EsSalud, Mario Carhuapoma, ha sido proveedor del Estado de uno de estos medicamentos hoy probados ineficaces durante la pandemia: la ivermectina. Según el Sistema Electrónico de Contrataciones del Estado (Seace), entre junio y agosto de 2020, el químico farmacéutico registra contrataciones por 32 mil soles por la elaboración de ivermectina para el gobierno regional de Lima y las municipalidades de los distritos de Hualla y Alcamenca en Ayacucho.
Sin embargo, la cifra podría ser mayor. De acuerdo al portal de Transparencia Económica, Carhuapoma contrató con otros gobiernos locales por más de 94 mil soles el año pasado. Uno de ellos es la Municipalidad Provincial de Casma, donde existe registro de la entrega de ivermectina por parte del hoy presidente ejecutivo de EsSalud.
Cabe resaltar que si bien el IETSI había emitido informes que desaconsejaban el uso de ivermectina para el tratamiento de pacientes con covid-19 desde abril del 2020 por la ausencia de evidencia sobre su eficacia, este medicamento siguió siendo parte de la guía clínica del Ministerio de Salud hasta octubre. Aún así, su prescripción se mantuvo para casos leves a discrecionalidad del médico tratante. Tomó más de un año desde el inicio de la emergencia sanitaria, para que la cartera de Salud tomara en cuenta la evidencia científica y recomendaciones de autoridades sanitarias internacionales y retirara por completo la ivermectina de la atención covid-19 en marzo de este año.
En ese momento, como decano del Colegio Químico Farmacéutico, Mario Carhuapoma, expresó acuerdo con la decisión tomada por el Ministerio de Salud, y hace una semana, como presidente ejecutivo de EsSalud, ofreció respaldo al IETSI para que continúe con sus investigaciones.