Entre abril y mayo, el personal de salud representaba un 7% de los infectados por COVID-19 en Buenos Aires. La falta de equipos de protección, como las mascarillas de uso médico, está entre las causas de los contagios. Esta situación pudo evitarse, ya que el Gobierno de la Ciudad transfirió más de US$2 millones a E-ZAY, una empresa que debía entregar cinco millones de tapabocas a los hospitales porteños a mediados de abril, pero estos insumos no llegaron.
El contrato con E-ZAY fue rescindido y el caso está actualmente investigado por las autoridades judiciales. Salud con lupa analizó la estructura de costos de esta compra y halló que cada mascarilla se cotizó en US$1,02 (ARS 68)*, pero en realidad tenía un valor de casi la mitad de su precio: US$0,54 (ARS 36,30)*. Es decir, el Gobierno porteño pagó casi el doble a una empresa que, además, no tenía mayor experiencia en el negocio de la venta de insumos médicos. Su rubro era la informática. Sin embargo, el 30 de marzo se le adjudicó la compra directa por cinco millones de mascarillas por un total de US$5.106.638 (ARS 340.000.000).
La diferencia entre el costo de la mascarilla y el precio ofertado no solo se explica por la estructura de costos presentada por E-ZAY sino también por la cantidad de intermediarios en la transacción. En base a entrevistas con los involucrados en esta trama, documentos de E-ZAY y el expediente judicial del caso, se halló que en el negocio participaron varios intermediarios entre el fabricante del producto y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que iban a llevarse una ganancia neta de US$916.942 (ARS 60.050.000). Esto equivale al 18% del contrato oficial.
Por cada mascarilla vendida a la Ciudad en US$1,02 (ARS 68), los intermediarios se llevaban US$0,18 (ARS 12,21). Esto surge de la suma de las ganancias que se estimaron para E-ZAY y el resto de los intermediarios, entre ellos, un comerciante al que se le encargó conseguir las mascarillas y al menos dos gestores que oficiaron de nexo entre las partes.
El costo real de una mascarilla
Según la versión de la compañía E-ZAY, apenas el 53% de los costos de la mascarilla tricapa que vendieron a la Ciudad corresponde al producto en sí.
¿Qué otros costos se trasladaron al precio final del producto? El 34% de los fondos se destinaría al pago de impuestos (alrededor de US$1.746.470). Otros costos corresponden a la logística (0,5% del contrato), que incluye, por ejemplo, fletes, empacado y etiquetado. Estos gastos se estimaron en US$25.533 (ARS 1.700.000). E-ZAY no informó dónde tenía planificado realizar estas tareas. Iba a subcontratar a otras empresas para que se encargaran, pero no quiso identificarlas.
En cuanto a los fletes, E-ZAY debía costear el traslado hasta el centro de distribución de la Ciudad, según el Ministerio de Salud de Buenos Aires. Luego, el Gobierno porteño distribuiría las mascarillas hospital por hospital.
Además, E-ZAY afirma que contempló gastos de administración, equivalentes al 2,96% del contrato: US$151.156 (ARS10.064.000). Este rubro implica “insumos de librería, honorarios, sueldos, supervisor, gastos bancarios, gastos generales no contemplados y seguro de caución”. Sin embargo, el seguro de caución, que cumple la función de garantía para la Ciudad, fue contratado luego de que fracasara la entrega de barbijos.
E-ZAY calculaba una ganancia neta de US$0,09 (ARS 6,21) por cada barbijo vendido, es decir, un total de US$466.356 (ARS 31.050.000).
La estructura de costos, según E-ZAY
Monto ARS | Monto US$ | Porcentaje del total | |
---|---|---|---|
Mascarillas (incluye IVA y comisión de intermediarios) |
36,3 | 0,54 | 53% |
Otros impuestos | 23 | 0,34 | 34% |
Logística | 0,5 | 0,007 | 0,50% |
Gastos de administración | 2 | 0,03 | 2,96% |
Ganancia E-ZAY | 6,21 | 0,09 | 9,14% |
Precio ofertado a Ciudad* | 68,01 | 1,007 | 100% |
Fuente: Expediente judicial.
Los intermediarios
E-ZAY es una compañía dedicada al rubro informático que comercializaba un software para la educación a distancia, pero cuando comenzó la pandemia y se paralizó su actividad, la empresa se reinventó en el rubro de la venta de insumos médicos, en especial, mascarillas.
¿Cómo llegaron a obtener la compra directa de mascarillas más grande de la Ciudad sin tener mayor experiencia en el sector salud? Un nombre clave es Eduardo Kaplan, quien tiene relaciones con empresas médicas y estaba en contacto con el Gobierno de la Ciudad y de la provincia de Córdoba -en el centro del país- para la provisión de kits de diagnóstico del coronavirus, refieren en E-ZAY. “Fue él quien comunica que la Ciudad estaba buscando barbijos y concretó el contacto entre las partes”, respondieron representantes de la compañía.
La empresa no informó si Kaplan cobró por la gestión. En la Ciudad niegan que tenga algún cargo oficial en el Gobierno porteño; así como su participación como intermediario en el fallido proceso de compra. Sin embargo, Kaplan está mencionado en el expediente judicial de este caso. “Recibió un correo electrónico de parte de un funcionario de la Dirección General de Abastecimiento en Salud con una invitación a ofertar por los barbijos”, reveló una fuente con acceso al expediente.
La Justicia aún no citó a Kaplan para conocer su versión de los hechos. No está acusado de irregularidades ni delitos, indicaron fuentes judiciales. Salud con lupa intentó contactarlo en sus domicilios fiscales y alternativos y mediante redes sociales, pero no fue posible dar con él hasta el cierre de esta edición.
E-ZAY fue invitada a ofertar mascarillas, de acuerdo a un documento de la Dirección General de Abastecimiento en Salud, con fecha 28 de marzo. “La firma E-ZAY no tenía antecedentes como proveedora del Estado. Sin embargo, cabe aclarar que estando en emergencia sanitaria se puede realizar una contratación directa con una firma que no sea parte del registro de proveedores”, explicaron en el ministerio de Salud de Buenos Aires.
Según la cartera de Salud, se hicieron dos convocatorias abiertas a los más de 100 proveedores registrados en el rubro y ambas fracasaron por falta de oferentes o por ofertas no convenientes.
El 30 de marzo, el ministerio autorizó la compra directa de 5 millones de mascarillas tricapa a E-ZAY, pero la compañía no tenía esos insumos y debió acudir a otros intermediarios para conseguirlos.
Las brokers
Paula Esther Fernández y María Elena Canali actuaron como brokers o intermediarias entre E-ZAY y el mercado de mascarillas. Ante la consulta de Salud con lupa, Fernández respondió vía mail: “Tanto María como yo fuimos intermediarias de buena fe. E-Zay era un cliente que nos acercaron otros intermediarios”. Dice no conocer a esos otros intermediarios.
También asegura no tener idea de las condiciones de la venta que E-ZAY hizo a la Ciudad de Buenos Aires ni haber tenido acceso a la orden de compra de dicha empresa. Además, negó que ambas brokers hayan participado en el contrato con la Ciudad.
Lo que sí es cierto es que ambas contactaron al comerciante y técnico farmacéutico Damián Andrés Nevi, quien sería el encargado de conseguir los insumos que E-ZAY entregaría a la Ciudad. “Nuestro acuerdo de intermediación era con el vendedor, Nevi, que es quien nos pagaría los honorarios una vez entregada la mercadería. Esos honorarios no podían superar los ARS 2 [equivalente en ese momento a US$0,03 por barbijos] en total”, explicó Fernández. Las comisiones para estas intermediarias serían en total de ARS10.000.000, equivalente a US$75.000 para cada una.
Ellas nunca cobraron sus comisiones millonarias porque la venta fue anulada por la Ciudad luego de que Nevi falló en la entrega de las mascarillas y E-ZAY no pudiera cumplir con el contrato (ver aparte).
El proveedor
Damián Andrés Nevi se encuentra detenido desde el 20 de mayo en una alcaldía policial en la Ciudad de Buenos Aires. Está acusado de los supuestos delitos de fraude y estafa en la compra-venta de barbijos tricapa que E-ZAY debía entregar a la Ciudad, de acuerdo al expediente judicial.
Las brokers también están procesadas como supuestas partícipes y E-ZAY es investigada por supuesto fraude a la Ciudad. Nevi es el único detenido.
E-ZAY debía entregar 5 millones de mascarillas durante abril, en tres entregas, pero los insumos no llegaron a tiempo, a pesar de que el ministerio de Salud porteño transfirió el 2 de abril casi el 50% del monto de la compra a E-ZAY, según consta en el expediente.
El adelanto para la compra de barbijos fue equivalente a US$2.441.353 (ARS 162.350.000). Ese mismo 2 de abril, E-ZAY transfirió en pesos argentinos el equivalente a US$909.637(ARS 60.500.000) a la cuenta personal de Nevi para que compre la primera entrega de mascarillas: alrededor de 1.500.000 de unidades.
Nevi vendió los barbijos a E-ZAY a ARS 36,30 [equivalente a US$0,54]. "El precio incluía el IVA (ARS 6,30 de Impuesto al Valor Agregado), mi ganancia y las comisiones de las brokers (otros ARS 6)”, explicó vía telefónica el comerciante detenido.
“Las mascarillas iban a ser importadas de China y yo las conseguía a ARS 24 (US$0,36), pero esto no pudo hacerse debido a que E-ZAY no estaba habilitada para importar insumos médicos”, afirma Nevi. Por eso, sostiene, debió buscar los insumos en el mercado local.
Pero esa transacción tampoco llegó a buen puerto. “Más o menos por la fecha que le voy a entregar los barbijos a E-ZAY, se me complica porque se mete otra persona en una puja de precios por los barbijos y ofrecía más plata de la que yo podía pagar”, refiere Nevi. “Perdí la compra de 1.500.000 barbijos”, asegura.
Cuando la entrega fracasó, en E-ZAY dicen que tuvieron que comprar barbijos a otros proveedores para poder cumplir con la orden de compra. “Terminamos comprando mascarillas tricapa a ARS 72 [US$1,08], más caras que el precio que ofertamos a la Ciudad”, sostienen.
“Le ofrecí a E-ZAY devolverle la plata, pero como la suma era muy alta, quedaron retenidos en mi cuenta. Cuando me allanaron estaban en mi cuenta bancaria”, afirma Nevi. La jueza Paula González incautó el dinero de la cuenta de Nevi y lo devolvió al Estado porteño a fines de mayo.
Documentos en la mira judicial
En el expediente judicial del caso consta que las brokers presentaron a E-ZAY una carpeta con folletos digitales de los insumos que se entregaría a la Ciudad, además de muestras físicas de los tapabocas tricapa y una serie de documentación que sostenía que los insumos eran de origen nacional, marca Dimex (autorizada por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica, ANMAT).
La Justicia analizó estos documentos y, de acuerdo al expediente, estaban adulterados. Las brokers presentaron documentos reales, pero que corresponden a una empresa de insumos médicos que no está relacionada con Nevi ni con la transacción, aseguró una fuente con acceso al expediente judicial. “Se investiga si fueron parte de la estafa”, agregó.
Paula Fernández niega que ella y su socia hayan cometido delitos. Nevi, por su parte, responsabiliza a las brokers por la presentación de esa documentación y E-ZAY aduce haber sido engañada. La Ciudad, en tanto, asegura haber sido víctima de un fraude, mientras que Santiago Costabel, responsable de la Dirección General de Abastecimiento del Ministerio de Salud local, quien habría tenido participación activa en esta compra, presentó su renuncia por motivos familiares y cansancio.
Nadie parece estar dispuesto a asumir responsabilidades en esta compra fallida que obligó a que el personal sanitario tuviera que enfrentar el COVID-19 en el inicio de la pandemia sin estar adecuadamente protegidos frente a un virus desconocido y que ha puesto al mundo en vilo.
* Precio del dólar oficial al momento de la compra directa, 30 de marzo de 2020, según el Banco Central de la República Argentina (BCRA).
Dos causas, un detenido
Por este caso se abrieron dos expedientes judiciales que actualmente están unificados en una única causa que tiene a cargo el fiscal Maximiliano Vence.
Uno de los expedientes fue iniciado el 8 de mayo por la Ciudad contra E-ZAY por presunto fraude. Allí también se investiga a Damian Nevi. Se indaga además al ex director general de abastecimiento del Ministerio de Salud de la Ciudad, Santiago Costabel, quien aún no ha presentado abogado en el expediente. Costabel no respondió a la consulta de Salud con lupa al cierre de esta edición.
En otra causa iniciada por E-ZAY contra Nevi, el comerciante ya estaba procesado por presunta estafa, Fernández y su socia también son procesadas como partícipes de la supuesta maniobra. Si bien E-ZAY inició esta segunda denuncia, la Justicia no aceptó a la empresa como querellante.