El 1 de noviembre, en plena temporada de fresas, fuimos junto al laboratorio Mérieux Nutrisciences a cinco mercados de Lima y Callao para tomar muestras de esta fruta y hacer un ejercicio: someterlas a un análisis de laboratorio con el fin de evaluar la presencia de microorganismos y la cantidad de multiresiduos de agroquímicos que contienen.
Las cinco muestras fueron recogidas en los mercados Lobatón (Lince), Mayorista de Frutas (San Luis), Mercado Magdalena (Magdalena del Mar), San José (Jesús María) y Minka (Callao). Luego, el laboratorio, acreditado a nivel internacional y con presencia en 27 países, hizo los respectivos exámenes.
Los resultados evidenciaron la presencia de altas cantidades de residuos de pesticidas en las fresas que se venden en los cinco mercados y que superan hasta 13 veces los Límites Máximos de Residuos (LMR) de estas sustancias químicas establecidos en la legislación peruana. Un problema que confirma lo que ha revelado la coalición de organizaciones que integran el Monitoreo Ciudadano de Pesticidas en los Alimentos desde 2023 con los estudios de residuos de agroquímicos en frutas y verduras comercializadas en 5 regiones del país.
Si bien Perú es un importante exportador de fresas que cumplen estrictos estándares de cultivo exigidos por los mercados de Estados Unidos y Europa, las frutas que llegan al mercado local no se cultivan con el mismo cuidado ni se cumple la vigilancia local para garantizar alimentos inocuos en las mesas de los peruanos.
Solo en septiembre de 2024, nuestro país exportó 3,271 toneladas de fresas por un valor de US $5.76 millones de dólares hacia distintos mercados como Estados Unidos, Canadá y Corea del Sur. Los agroexportadores peruanos cumplieron con las estrictas normas sanitarias que se exigen en estos países. El problema es que los cultivos para el mercado local superan los estándares de límites máximos de pesticidas y el actual sistema de vigilancia de los alimentos agropecuarios a cargo del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) no funciona.
“Todo alimento que sobrepasa los Límites Máximos de Residuos establecidos en la norma sanitaria es considerado de riesgo y no apto para el consumo humano, lo que obliga a la autoridad competente a aplicar las medidas sanitarias de seguridad para proteger la vida y la salud de los consumidores”, dice la resolución ministerial Nº 1006-2016-MINSA. Estas medidas sanitarias de seguridad están ausentes.
El clorfenapir, detectado en niveles hasta 13 veces superiores a los límites permitidos, es considerado un potencial carcinógeno.
En la muestra del mercado Minka (Callao), se detectaron altos niveles de clorfenapir (7 veces por encima de los límites permisibles) y fipronil (5.4 veces), así como de isocloseram (3.8 veces).
En el Mercado de Magdalena, la fresa que se analizó superó 3.3 veces los límites del pesticida clorfenapir y 1.38 veces de fipronil. En la muestra del Mercado San José (Jesús María), se encontró una concentración extremadamente alta de clorfenapir (13 veces más que los límites), mientras que el lufenurón llegó a 1.7 veces más.
En la fresa del Mercado Lobatón de Lince hubo una elevada presencia de isocloseram (3.8 veces más) y fipronil (2.1 veces más), mientras que en la del Mercado Mayorista de Frutas (San Luis), la presencia de clorfenapir fue 3.7 veces más que los límites permisibles y de profenofos 1.6 veces más.
Estos pesticidas, en concentraciones superiores a los límites permitidos, presentan riesgos para la salud humana. El clorfenapir es considerado un potencial carcinógeno. El fipronil es tóxico para la tiroides, los riñones y el hígado, y también se ubica como potencial cancerígeno. El isocloseram es una molécula nueva, sin muchos estudios, lo que genera incertidumbre sobre sus efectos, mientras que el lufenurón, además de ser tóxico para la tiroides y el hígado, puede causar bioacumulación. El dimetoato es altamente tóxico y tiene efectos sobre el hígado, además de alterar la acción hormonal. Por último, el profenofos es conocido por sus efectos neurotóxicos.
Estos son los resultados del análisis de multiresiduos en las fresas:
En cuanto a los resultados microbiológicos, en general, las muestras cumplían con la legislación.
Es recomendable lavar bien las fresas antes de consumirlas. Con ello se pueden eliminar los microorganismos. Lamentablemente, el lavado no ayuda mucho a eliminar los agroquímicos que se encuentran dentro de la fruta.
Es urgente que el Perú adopte medidas de control que aseguren la inocuidad de los alimentos agropecuarios. El Senasa y las municipalidades están llamados a proteger la salud de las personas frente a un problema tan extendido. Los peruanos merecemos que nos traten igual que a cualquier país extranjero al que vendemos nuestras frutas y verduras.
El país necesita un cambio en el modelo institucional de supervisión que nos asegure un control eficiente y oportuno de todo lo que comemos diariamente. Los poderes Legislativo y Ejecutivo están llamados a trabajar para resolver con urgencia este problema de salud pública.
Jaime Delgado Zegarra, pionero y promotor de la defensa del consumidor en el Perú desde hace 40 años. Abogado y Administrador de Empresas con maestría en Salud Pública.