Opinión

Viejas prácticas en quioscos escolares que no cambian pese a la pandemia

Las escuelas ya retomaron las clases presenciales y los quioscos o cafeterías han vuelto a ser autorizados a ofrecer alimentos. En el Perú está prohibida la venta de comida chatarra en los colegios, pero el problema está en que las autoridades no ejercen control sobre ello. Ni el Ministerio de Educación, ni el Ministerio de Salud, ni las municipalidades.

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Ilustración: Rocío Urtecho (Jugo Gástrico)

Desde el 20 de abril, las escuelas peruanas pueden retomar las clases presenciales con el ciento por ciento de su aforo. Esto abre también la posibilidad de que los estudiantes lleven sus loncheras o compren en los quioscos o cafeterías que acaban de ser autorizados a ofrecer alimentos.

En la norma que el Gobierno ha dictado se establecen reglas generales: mantener la higiene respiratoria; no compartir alimentos, ni utensilios; lavarse o desinfectarse las manos antes del consumo de alimentos; retirarse las mascarillas y guardarla durante el consumo de alimentos; al terminar colocarse la mascarilla nuevamente y lavarse las manos.

Lo que no leemos en sus disposiciones son medidas razonables para promover espacios al aire libre donde los estudiantes puedan comer tranquilos y con bajo riesgo de contagio de la covid-19. Aunque muchos quieran pensarlo, la pandemia no ha terminado. Hay países que ya van por la quinta o sexta ola, nosotros aún acabamos de pasar la tercera.

Resulta irónico que obliguemos a los escolares a permanecer durante todo el tiempo de clases con mascarillas en el aula y a la hora del refrigerio que todos se despojen de éstas. ¿Entonces de que sirven las medidas de protección?

La medida de permitir que los alumnos tomen sus loncheras en las escuelas no ha contemplado que no todos los colegios cuentan con los suficientes espacios abiertos y ventilados. La mayoría tiene aulas y espacios donde los alumnos están hacinados. Esas son las perfectas condiciones para el contagio, sobre todo cuando todos se quiten las mascarillas para comer o tomar una bebida.

No menos importante es la calidad nutricional de los alimentos que se ofrecen en los quioscos y cafeterías. Por mucho tiempo hemos estado acostumbrados a que les ofrezcan a los más chicos comida chatarra, que tanto daño hizo y sigue haciendo a la población. La Ley de Promoción de la Alimentación Saludable establece que los colegios deben promover “quioscos y comedores escolares saludables”. Aquí tienen que participar las autoridades educativas con las de salud, las municipalidades y gobiernos regionales.

“Los quioscos y los comedores escolares brindan exclusivamente alimentos y bebidas saludables conforme a los estándares que establece el Ministerio de Salud, a través de un listado de alimentos adecuados para cada edad, basado en el reglamento”, dice la norma.

Esto significa que en el Perú está completamente prohibida la venta de comida chatarra en los colegios. Ese fue un gran avance legislativo, resaltado a nivel internacional, pero el problema está en que las autoridades no ejercen control sobre ello, ni el Ministerio de Educación, ni el Ministerio de Salud, ni las municipalidades.

Ahora que el gobierno ha abierto la posibilidad de que los quioscos y cafetines escolares retomen sus actividades, espero que cumpla esta vez con ejercer el control sobre los productos que se ofrecen y las condiciones en las que se preparan.


Jaime Delgado Zegarra. Abogado por la Universidad San Agustin de Arequipa, con segunda especialidad en Derecho Público y Buen Gobierno por la PUCP. Tiene una maestría en Políticas en Salud por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Excongresista, autor de la Ley 30021 de Alimentación Saludable. Actual director del Instituto de Consumo - Universidad de San Martín de Porres.

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