Aunque actualmente hay más información sobre salud mental y más personas buscando ayuda profesional, todavía esto sucede sobre todo cuando los síntomas ya son imposibles de ignorar y se va en busca de un diagnóstico y una solución. Las estadísticas confirman que la depresión, la ansiedad y otros trastornos están en aumento. Al mismo tiempo, desde hace algunas décadas, una nueva mirada sobre la salud mental se está abriendo paso alrededor del mundo: la atención comunitaria. Esta corriente en los servicios de salud pública procura mejorar los primeros niveles de atención y cuidar de la salud mental más allá de la patología.
En nuestro país, el modelo de salud mental comunitaria comenzó a formarse en el 2015 con la aprobación de una nueva ley de salud mental y la asignación del primer presupuesto dedicado a este rubro. Así, bajo la dirección del Dr. Yuri Cutipé, el Ministerio de Salud puso en marcha una estrategia para transformar su sistema de atención. Una pieza fundamental de esta reforma era la creación de Centros de Salud Mental Comunitaria (CSMC) para descongestionar los centros hospitalarios más grandes de la capital, las postas, centros médicos especializados, policlínicos, entre otros.
Pero los CSMC también nacieron con una misión más ambiciosa: promover la educación y la prevención de la salud mental entre los peruanos. Los profesionales de distintas disciplinas que trabajan en ellos tienen la consigna de salir a sus comunidades a romper estereotipos fuertemente arraigados sobre salud mental. Por ejemplo: que el bienestar emocional de una persona depende solo de ella. Como lo señala su nombre, la atención comunitaria se sostiene en reconocer el impacto del entorno al que pertenecemos en nosotros.
“Para salir adelante, hay que pensar que somos un todo. Hay que tener clara la necesidad del otro y respetarla”
Yuri Cutipé, psiquiatra a cargo de la creación de los CSMC en el país
Para el Dr. Cutipé, la organización de la comunidad debería ser una de las responsabilidades más urgentes del Estado. “Para salir adelante, hay que pensar que somos un todo. Hay que tener clara la necesidad del otro y respetarla”, dijo. “Las sociedades que se organizan bajo la perspectiva del apoyo mutuo están más preparadas para afrontar los problemas. Eso es lo que promovemos desde el enfoque comunitario”.
¿Cómo lo hacen? Para cumplir con sus objetivos, los Centros de Salud Mental Comunitaria deben tener algunas características específicas. Analicemos siete de ellas.
1) Brindar un buen trato: Los CSMC quieren reparar el vínculo entre los peruanos y los servicios de salud pública. Por ejemplo, a las personas que acuden a ellos no les llaman pacientes sino usuarios para recordarles que tienen derecho a exigir una atención de calidad y que los profesionales están a su servicio. Además, no cuentan con un área de admisión sino una de acogida. En lugar de solo pedir documentos y hacer una serie de preguntas para ver si admiten o no a un usuario, en un CSMC por regla deben recibir a la persona, ayudarla a regularse si fuese necesario y ofrecerle un lugar de atención (sea el mismo centro o algún establecimiento derivado).
2) Salir a ofrecer ayuda: Cuando se trata de problemas de salud mental o situaciones de riesgo a nuestro bienestar, es muy común que nos cueste pedir ayuda. O reconocer que la necesitamos. Por eso, los CSMC tienen el compromiso de trabajar más allá de las paredes de su establecimiento. Su equipo de profesionales participa en la comunidad mediante actividades vecinales, talleres en las escuelas o visitas casa por casa. Esto les permite encontrar personas que necesitan atención y también brindar un tratamiento más completo y oportuno a sus usuarios. Los tamizajes abordan distintas problemáticas como violencia doméstica, bullying o adicciones.
3) Otorgar un servicio multidisciplinario: Los CSMC cuentan con psiquiatras, psicólogos, médicos de familia, enfermeros, y técnicos farmacéuticos, pero también con terapeutas ocupacionales, trabajadores sociales, nutricionistas, terapeutas de lenguaje, entre otros. El propósito de tener un equipo multidisciplinario es ofrecer un servicio más completo que ayude a los usuarios a obtener las herramientas que necesitan para mejorar su calidad de vida y sostenerla en el tiempo.
4) Vincularse con la comunidad: Para ejercer un servicio de salud comunitario, los centros tienen que convivir con las personas que se atenderán en ellos. Por eso, la importancia de atender solo a vecinos del distrito al que pertenecen y la necesidad de que se sigan inaugurando en más provincias del país. Además, estos centros también empiezan a localizar comunidades específicas que necesitan sus servicios, como la población universitaria. Existe, por ejemplo, un CSMC dentro de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos para tratar exclusivamente a sus alumnos, docentes y personal administrativo.
5) Formar alianzas: Los CSMC trabajan de la mano con otras instituciones del Estado, organizaciones particulares y actores sociales del distrito. Por ejemplo, abordan casos de violencia de género con apoyo de los Centros de Emergencia Mujer (CEM) o brindan ayuda a migrantes en alianza con la organización CARE. También reciben o derivan usuarios a otros establecimientos de salud de la zona como postas y hospitales. Este esfuerzo en conjunto tiene como objetivo conseguir la mejor atención para cada usuario.
6) Valorar la experiencia del usuario: La atención en los CSMC se basa en la guía de su equipo de profesionales, pero desde su creación se han propuesto también tomar en cuenta la opinión de los mismos usuarios.Para ello, incluyen la figura de los "expertos por experiencia", personas con un diagnóstico de salud mental que trabajarían en el centro para acompañar a otros usuarios con diagnósticos similares. Otra iniciativa de los CSMC es entrenar “agentes comunitarios", vecinos que son capacitados para ayudar a promover la psicoeducación y prevención en su distrito. Quiénes mejor que los mismos usuarios para comprender y manifestar lo que necesitan.
7) Atender más allá de un diagnóstico: Los CSMC tienen profesionales capacitados para atender a pacientes con diagnósticos específicos. Sin embargo, su trabajo también consiste en aliviar el dolor psíquico de los usuarios que no siempre es una patología sino simplemente parte de la experiencia humana. Los centros cuentan con sesiones grupales para apoyar a personas en duelo, talleres para informar a los niños sobre el bullying o campañas para educar a los vecinos sobre el manejo del estrés, entre muchos otros temas.
Según la norma técnica, los CSMC deben contar con cuatro servicios elementales de atención: atención a niños y adolescentes, atención a adultos y adultos mayores, unidad de prevención y control de adicciones y servicio de participación social y comunitaria. Como estos centros se adaptan a las necesidades de su comunidad, actualmente algunos también cuentan con unidades especializadas en prevención y atención a víctimas de violencia. Si formas partes del Seguro Integral de Salud (SIS), tienes derecho a atención gratuita en el CSMC de tu distrito. De no contar con eso, igual puedes acercarte a un centro para recibir asesoría o utilizar sus servicios pagando los precios que han establecido. Las tarifas tratan de ser lo más accesibles posibles. En algunos centros, la sesión de psicoterapia cuesta menos de diez soles.
Aunque los CSMC no se dan abasto ante la gran demanda que existe en el país, lo cierto es que desde el 2015 se ha logrado reducir la brecha de atención a un 70%. Aun con sus dificultades y limitaciones presupuestales, esta iniciativa está generando que más peruanos nos animemos a cuidar nuestra salud mental.